NO DEBE CONOCERTE

DECISIONES

•FOTOGRAFO FREELANCE•

Quizás Ino llevaba razón y quizás en verdad, no debería de hacerlo sola. Porque en esos momentos se sentía cansada, débil, fragil. En esos momentos solo quería que alguien llegase y le dijera que todo estaría bien, que no se preocupara, que el sol alumbraría. Quería que Kakashi le dijera eso, arecostarse en su pecho y hacerle saber que todo estaria bien y que saldrían de esa juntos.

No era tanto el hecho que Sakumo hubiera despertado el sharingan. Estaba destinado, muchas señales estaba presentado de indicios de despertar el dōjutsu heredado por su padre, además que estaba en su genética y en su futuro.

Lo que le intrigaba y hacia que un sexto sentido de alerta se activara en ella, fue al ver el estado en el cual Obito lo había llevado al hospital: La mejilla inflamada y un poco de sangre en la comisura de su boca, sin hablar que Sarada llego despeinada y sin lentes. Era demasiado sospechoso.

Parecía que habían estado en algún tipo de riña.

Sakura presentía que a su pequeño le había sucedido algo, que le habian hecho algo y el por temor y miedo no hablaba Sakumo de lo ocurrido.

Suspiro, pensaba en eso mientras veía a Sakumo dormir plácidamente. Le dio unos analgésicos y el pequeño se durmió después de eso. Acaricio su cabellera plateada y le dio un beso en la frente, había sido un día demasiado pesado para los dos, así que lo dejo descansar en su habitación, le coloco su fiel peluche de Totoro entre sus brazos y corrió un poco la cortina de su ventana. La luz de la luna de primavera entraba traviesa y hacia que el cabello del pequeño brillara con cierto encanto místico, así como el de su padre.

Miro una ultima vez a su pequeño peliplata y salio de la habitación, cerrando la puerta suavemente para no despertarlo.

—¿Ya se durmió? —Le pregunta Naruto preocupado. El rubio incondicional amigo de la medico estuvo con ella desde que se entero de lo ocurrido, estuvo presente en el diagnóstico de Tsunade y en cada prueba realizada, hasta el momento de irse a casa. Cargo a Sakumo y lo llevo hasta su apartamento, cenaron algo ligero y cuando el sharingan apareció otra vez en los ojos del menor sin motivo alguno. Estuvo ahí para consolarle y mimarle en lo que Sakura le preparaba su medicina. Hasta que pidió el arrullo intimo de su madre y lo llevo a su habitación.

Naruto no los dejo en ningun momento solos.

—Si, estaba asustado pero le arrulle una canción y al parecer eso lo calmo, porque ya se durmió —Agradecia esa atención de el para con ellos. Naruto desde que se entero de su embarazo, siempre fue especial con ella. Nunca la dejo sola, siempre la apoyo en todo y fue su incondicional en cada momento de su embarazo, parto y crianza del pequeño —Gracias Naruto —Le dijo en una sonrisa cálida —Sin ti no se que hubiera hecho en esta situación.

Apenado el rubio sonrío —Bueno no es para tanto —Dijo en un tenue rubor en sus mejillas —Sabes que cuando este yo aquí no estarás sola... Tengo un gran aprecio a Sakumo-kun, es hijo del sensei y tuyo.

—Eres un buen amigo Naruto. No dudo que algún día seras un gran Hokage.

Eso hizo que los coloretes de vergüenza de Naruto se hicieran mas profundos —Bueno, ese es mi objetivo —Le dijo acercándose a la puerta, para irse a su casa —¿Te ocurre algo Sakura-chan? —Pregunta al verla ahí parada, tan preocupada y se veía en sus ojos que no sabia que hacer en esos momentos. Así que ante esa pregunta se sincero ante su amigo.