Estoy muy emocionado hablando con los amigos de Ayca sobre mis experiencias y el nuevo viaje que estamos planeando. Desde mi despertar no me había sentido tan emocionado y como ahora todo estaba listo y dicho.
Mientras seguimos platicando entra Sanem con una bandeja de té para los dos, me gusta. Me dispongo a presentarla y comentarle nuestros planes... ellos le cuentan a donde iremos y estoy realmente emocionado.
Sanem me pregunta si me iré... ¡claro! Como si pudiera alejarme de ella, era una fuerte necesidad de tenerla cerca, mis ojos difícilmente podían alejarse de ella. No habría contemplado el plan sin ella a mi lado, no tendría ningún sentido, ella debe estar junto a mí para donde sea a donde vaya y creo que le gustará. Seguro.
- Yo no, nos vamos. - le explico, - es decir, todos juntos. Amigos, ¿alguien tiene una objeción para la primera escalada de Sanem con nosotros? - pregunto. Era obvio que nadie tiene problema y por supuesto ¡yo tampoco!
- Bueno, si la entrenas bien podría llegar hasta un punto con nosotros, - aclara Ayca, - después esperará en el campamento, nosotros seguiremos hasta el pico y volveremos.
- Exactamente, ¿viste? - le digo a Sanem, su mirada refleja mucha tristeza ¿o será coraje? y empiezo a ponerme un poco tenso. Bueno, no estaría bien dejarla sola, incluso me quedaría con ella, pero sería algo que discutiríamos en su momento.
Todos comienzan a despedirse, me siento emocionado con el plan, quisiera discutirlo con Sanem a solas y estoy seguro de que le gustara, así podríamos tener un tiempo para mejorar nuestra situación. Volteo para verla y sé que ahora si está enojada.
- ¿Por qué voy con ustedes? - me reclama. Que pregunta más rara.
- No entiendo- le contesto, ella evita mi mirada, aprieta los puños y aprieta los labios.
- Ese día, fuimos a la cena de trabajo por ser tu socia, pero ¿porque ahora voy con ustedes? - me pregunta molesta; me parece demasiado obvio... ¿acaso no hacíamos cosas así juntos?
- Para que te diviertas...- le digo, ¿que a ella no le gustaría pasar tiempo conmigo? yo quería que estuviera cerca de mi y ella se las había arreglado para que así sucediera...
- ¿Como quien voy a ir? Es decir, ¿que soy yo para ti? ¿Tu amiga? ¿Tu amante?... ¿tu futura esposa? ¿Tu prometida o el amor que no recuerdas? ¿Como quien voy a ir contigo? - me reclama enojada. No puedo contestarle porque no sé qué estoy sintiendo... ella es demasiado, demasiado que no sé cómo explicar, me tiene justo contra la pared de mis emociones, presiona y presiona, pero sigo tan confundido que no puedo darle una respuesta concreta. Tengo la horrible sensación de que se avecina una catástrofe que no puedo parar. Sus ojos son claros y fuertes, sus mejillas están encendidas y su cuerpo vibra por sus emociones que me golpean, de inmediato siento como si hubiera hecho algo malo, no puedo ni sostenerle la mirada, - no tienes respuesta, ¿verdad?... claro que no... - Entro en pánico. Pienso y pienso, necesito una excusa para que se detenga de cuestionarme por algo que no sé qué contestar... ¡lo que sea!
- No estoy en tu mente ni en tu corazón. - me reprocha.
- Sanem, hemos hablado de estas cosas...- le digo, solo necesito que me entienda.
- Si hemos hablado... pero al parecer no lo podemos solucionar. Hablaste con Emre y supiste que estuve hospitalizada por tu culpa. Leíste mi libro y te enteraste de nuestro amor. Y ahora te sientes culpable, Can. Solo quieres completar nuestro amor incompleto para tranquilizar tu remordimiento. No te fuerces. - me dice con voz dura.
¿Culpa? Si y mucha, ¿cómo pude y hago sufrir a alguien tan bello, bueno e inocente? Eso es por lo que me siento culpable, porque no puedo forzarme a mí mismo a arreglar esto que solo la lastima más y más. Y es ahí veo en su mirada como levanta un muro entre nosotros y me deja fuera... fuera de ella y de su vida. Se aleja de mí y como un imán voy tras ella, ¡NO! ella no puede dejarme, ¡no puede rendirse conmigo... ella no!
- Sanem...- la detengo del brazo y la tomo de su cintura para acercarla a mí. ¡Ahí es donde todo explota! Soy hiper consciente de ella, su respiración, su esencia tan magnífica, su belleza que me marea y todo su dolor y amor en sus bellos ojos... mi cuerpo responde inmediatamente. Aquí es donde pertenezco, siento una bomba de calor que explota dentro de mí y solo quiere ser avivada por ella, veo sus labios... a puesto que sabe tan dulce como huele. Solo quiero una probada, me llaman, me necesitan, yo lo sé porque yo los necesito también, como si fueran la llave a todo eso que siempre había pedido. Tengo que sentirla, saborearla... acércate, acércate, pienso, déjame sentirte, aunque sea un poco, quiero que se entregue a mí y justo cuando está dispuesta a hacerlo... me detiene.
- Can- susurra. Veo en sus ojos ese muro que ha construido entre nosotros, veo que está a punto de abandonarme y esa bomba de calor se convierte de en algo pesado y frio. - De verdad, no necesitas hacer esto, yo no quiero esto.
Se da la vuelta y se va. Ella me deja y la veo marcharse llevándose algo que no voy a recuperar. Una fuerte punzada aparece en mis cienes y aprieto mi cabeza con ambas manos; esta sensación me está agitando mucho, de repente no puedo respirar, ese peso en mi pecho no hace más que crecer. Me siento en unas de las sillas de la terraza para descansar mi cabeza porque ya no puedo mantenerme en pie.
Ella se fue. Pero no para siempre, ¿verdad? No, ella no lo haría... solo está enojada porque no puedo aclarar mis emociones. Se que mañana pensara más claramente y lo resolveremos; pasaré por ella para ir a la agencia y le pediré más tiempo, incluso podría cancelar el viaje sin ella no se siente cómoda... con esos pensamientos me quedo dormido.
...
¡¡¡ESTOY AHOGANDOME!!! No puedo respirar, siento como el agua me atrapa y no me deja moverme, me congela y succiona, esa enorme piedra que tengo en el pecho me empuja hacia abajo hundiéndome más y más... no voy a sobrevivir, ¡¡¡NO PUEDO HACERLO!!! Mi garganta quema y mis ojos se secan... los cierro... YA NO PUEDO MÁS...
Cuando los abro, estoy en mi cama, pero tengo la sensación de no pertenecer ahí, hay un peluche de un león en mis manos y lágrimas cayendo sobre él, todo me duele y limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano. Se abre la puerta y entra papá...
- ¿Se ha ido? - pregunto con voz temblorosa sin levantar mí cabeza.
- Si. - me contesta con voz dura...
- ¿Se ha ido sin mí? - pregunto con voz entrecortada y miedo de saber la respuesta, aunque ya la supiera.
- Si - contesta mi padre. Mi visión se vuelve borrosa y mi corazón duele...
...
Despierto de golpe. Tan abruptamente que me levanto de golpe y casi caigo sobre la persona que tengo enfrente. Por puro reflejo el agarro de sus hombros y ella me observa espantada.
- ¡¿Hermana Mihriban?! - la reconozco a través de la confusión que nubla mi mente.
- ¡¿Can estas bien?!- me pregunta asustada.
- Si claro - contesto soltándola para acomodarme el cabello, - ¿qué pasa? ¿Puedo ayudarte en algo?
- No exactamente, preparé una rica comida y quise traerte un poco para que la probaras. - me contesta con una sonrisa. Me sorprendo por la atención, pero la ayudo a acomodar la canasta en la mesa.
- Gracias, no debiste molestarte. - le contesto.
- No es molestia, - me dice sonriendo- me gusta consentir y como vi a Sanem irse muy pronto pensé en animarte un poco. Ella me ha contado lo mucho que te gusta la comida casera.
¡Genial! Otra cosa que sabe de mí y yo sin poder recordarla, me sentía horrible por eso... le doy una sonrisa de medio lado y cambia su expresión a una más seria.
- Can, sé que no es de mi incumbencia, pero si necesitas hablar, yo estoy aquí. - La miro y le creo. Ojalá mi madre hubiera tenido una atención así, pero en fin...
- Todo está bien Mihriban... solo es lo de siempre. Pero se arreglará... ella lo comprenderá. - le contesto sentándome en la silla otra vez sobando mi frente con los dedos.
- Muy bien, - me contesta con media sonrisa, - ve a dormir adentro Can, le ayudará a tu cabeza y evitarás torcerte el cuello o atropellar a alguien. - me dice guiñándome un ojo. Le sonrió y ella se aleja.
Se que dormir será imposible ahora, ¡¿qué clase de sueño fue ese?! El segundo lo reconozco, fue un recuerdo de cuando Huma me abandonó, pero el primero ¡¡no sé qué rayos era!! ¡¿Un recuerdo o un sueño?! Es todo tan confuso, todo lo relacionado a Sanem es un enredo.
Y con solo pensar en ella el peso en el pecho vuelve... ¡uff! ¡Es increíble! Si apenas unas horas antes estaba muy bien, ¿tendrá algo que ver con su partida el sueño de mi hundiéndome?, si es que fue un sueño claro. No... simplemente sucedió lo inevitable, estoy enloqueciendo y el solo pensar en locura regreso a ella, tiene una sonrisa tan bella, es imposible no sentirse revitalizado viéndola, siempre tan alegre y súper divertida.
Me encanta que este cerca y a ella le gusta estar cerca... sí, ella no me dejará... mañana lo solucionaremos y todo estará bien...
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Erkenci kus Capítulo 51 (perspectiva de Can)
RomanceEl último capítulo de Erkenci kus desde los pensamientos y emociones de Can Divit. Un final diferente para un personaje que demostró tanto más allá de las palabras, un final que me hubiera gustado ver para una historia de amor que traspasaba cualqui...