Erkenci kus Capítulo 51 (perspectiva de Can)

"LA MARAVILLA DE ESTAR JUNTOS/ COMO NUNCA EN LA VIDA, MI AMOR/ Galápagos (VII)"

Capítulo 51 (perspectiva de Can)

Parte 15 "LA MARAVILLA DE ESTAR JUNTOS/ COMO NUNCA EN LA VIDA, MI AMOR"

Islas, Galápagos (Ecuador)

- "Es un sueño hecho realidad Can, gracias. - su mirada adornada por los rayos del sol me emociona conmoviendo mi corazón; había hecho esto por ella, quería ayudarle a cumplir sus sueños, quería mostrarle las maravillas del mundo para que esa luz en su mirada jamás se apagara.

- Haría lo que sea por ti, solo pídelo, lo hare... - sonrió sosteniendo sus manos y besándolas - Te amo.

- Te amo. - suelta mis manos pasándolas por mis hombros hasta mi nuca, la sostengo de su cintura sonriendo. Juntamos nuestras frentes reflejando nuestro amor solo en nuestras miradas, inhalo sintiéndola fluir dentro de mí y al unísono acercamos nuestros labios en un apasionado beso"

Era un buen recuerdo de nuestra llegada; ni siquiera iba a guardar en mi mente todos los problemas que habíamos pasado de Los Cabos hasta acá, era el viaje que más me había costado organizar. Desde los vuelos hasta encontrar a Pedro para que me reservara una de sus casas como la última vez que había estado aquí.

Iba corriendo por la suave arena en la playa, pero aun así sonrió de emoción; nunca creí regresar con la única mujer que habitaba mi corazón. En mi última expedición, aunque había sido por trabajo, lo había disfrutado mucho pero desgraciadamente no había con quien compartirlo; estaba Polen, claro, pero a ella no le interesaba "observar" los milagros de la naturaleza, solo me apoyaba y preguntaba cuando nos veríamos, era muy pesado. Mi Sanem se había quedado callada de la emoción, por primera vez no sabía que decir, fue gracioso y lindo al mismo tiempo.

Siempre había querido traerla, desde el momento en que me conto, aunque apenas éramos jefe y empleada, la emoción al platicarme su sueño me había hecho querer cumplírselo. Estaba agradecido de poder hacerlo, me aferraría a este recuerdo siempre.

La había dejado dormida en la cama, nunca quería correr conmigo, lo que era raro ya que cualquier otra actividad extrema era la primera en apuntarse, vivía estresado por eso. Teníamos todo un itinerario que comenzaría en tres días, Pedro volvería a ser nuestro guía para que pudiéremos acceder a cualquier lugar que ella quisiera ir, aunque ya me imaginaba que era lo que querría ver primero. Sonrío.

Tenía una sorpresa preparada para ella, antes de ir a explorar arreglaría todo y le daría un regalo de cumpleaños y casi aniversario juntos, haría la propuesta que siempre quise, sin tensiones, presiones, estrés o desconfianza. Estaba seguro de que me amaba y yo la amaría para siempre. Regreso a la casa cuando el sol ya está en lo alto, como era la "temporada caliente" el calor podía aumentar bastante y no quería quemarme otra vez, Sanem tenía unas tendencias peligrosas de tortura cuando tomaba el control.

- Sanem... - la llamo al entrar por la puerta de vidrio. En la cocina veo el desayuno servido, pero ni una pista de ella, eso era extraño... no se escuchaba ruido por ningún lado. Me acerco a ver que preparo, estaba mejorando considerablemente, pero no estaba mordido ni nada, le costaba esperarme y empezaba a pellizcar mi plato siempre. - Sanem...

La llamo otra vez, pero no me contesta, entro a la habitación, pero no está donde la deje.

- ¡SANEM! - grito ya preocupado. Abro la puerta del baño y está ahí parada con las manos atrás, sus ojos están llorosos y sus mejillas pálidas. - ¿Estas bien?

- Si... - contesta en un susurro sin moverse.

- ¿Segura? - me acerco a limpiar sus mejillas. Sonríe ampliamente y asiente.

- Todo está bien, solo es que recibí una llamada de mi padre. Ya vez lo sentimental que es, siempre me hace llorar... - con una mano limpia las lágrimas acumuladas en sus ojos, pero la otra no la mueve.