Erkenci kus Capítulo 51 (perspectiva de Can)

"ELLA SE LLEVO TODO"

Estoy listo para empezar el día, pero siento un peso cada vez más fuerte en el pecho y las cienes me punzan, no pude dormir nada después de que Mihriban me despertó. Aunque estuve pensando en Sanem y toda lo bella que es, ¡apenas pude tranquilizarme! Tengo esta horrible sensación de que me acerco a algo que no me va a gustar, eso solo me desgasta y me desanima. No pueden importarme menos la agencia y todas las preocupaciones de Deren. Me dispongo a ir por Sanem para así quitarme esta sensación, pero la casa está muy quieta y vacía... no no no... esto no puede ser...

Tal vez se me adelanto porque está enojada, si seguramente. Me frustro tanto, ¡pero en la agencia me va a escuchar! No pienso dejar que la situación se quede así, lo arreglaremos de una vez por todas.

Saludo a todos, pero ya siento que algo falta. Todo está más gris y silencioso. Miro a mi alrededor, ¡¡no está!! Pregunto por ella, pero nadie sabe de ella, ¡¡ay esta mujer es tan complicada!! La llamo, pero no contesta, tal vez necesite espacio...

De verdad que no tengo ganas de nada ni de nadie. Demo de la publicidad, agencia, Deren y todo lo demás no pueden importarme cada vez menos; no puedo ni concentrarme pensando en Sanem y el peso de mi pecho que no hace más que crecer y crecer, la cabeza me está matando de dolor...

¡¡Arrggg!! ¡Me pesa tanto! Emre llega y Leyla se lleva a Deren, ¡al fin!, asumo que tiene algo que decirme...

- Sanem ha vuelto a casa...- bien, eso le dará tiempo para que despeje su cabeza y poder continuar donde lo dejamos. Hasta que escucho a Emre decir que es para siempre, no no no no no ¡¡¡¡NOOOO!!!! Siento golpes en mi pecho ya adolorido cuando Emre me dice que ella lo ha dejado todo... a mi...

Tengo que recordarme de respirar, pero el dolor en mi pecho solo crece y crece, empiezo a marearme y de repente ¡ya no puedo más!

Estamos en una reunión, pero solo me puedo enfocar en el dolor en el pecho se hace más grande y los pensamientos en mi cabeza más confusos, son como millones de abejas que solo dan vueltas entre sí... ¡¡HAY DEMASIADO RUIDO!! mucha gente a mi alrededor que solo empeoran todo...

¿Me dejo? ¿Se ha rendido? ¿Ya no me ama? ¿Que siento yo? ¿Debería ir a buscarla? ¿Debería solo quedarme? ¿Qué hago? ¿Porque no puedo recordarla? ¡¿Porque me siento tan mal?! ¿Porque me siento tan abandonado? Tan solo, aunque este rodeado de gente. ¡¡¡Como quisiera que todos se callaran y me dejaran en PAZ!!!

Hago mi parte en la reunión, pero ni siquiera me importa. Es suficiente... ¡TENGO QUE SALIR DE AQUI! ¡TENGO QUE IR POR ELLA!

Aparcó la camioneta fuera de la tienda y la veo a través de los cristales. Esta ahí... y el dolor en mi pecho empieza a calmarse como un agua tibia tranquilizando mi dolor. Me acerco a la tienda y toda su presencia me consume... no puedo evitarlo, me pesa tanto...

Le recriminó que me dejo por otra vida, me cambio y yo quiero hacer lo mismo. Es obvio que ella no tiene tiempo para juegos y va directo al punto. Me recrimina que yo la he abandonado, pero ¡¡¡¡NO LO RECUERDO!!!! ¡¡¡¿¿¿COMO DEMONIOS SE SUPONE QUE ARREGLE ESO???!!!

- Can yo me canse de hacerte recordar algunas cosas. Mientras te quise ganar de nuevo, me cansé, me agoté mucho. Así soy yo. Soy Sanem quien vive en su barrio y trabaja en el almacén de su padre. - no no no... ella no puede hacerme esto, no puede cansarse, no puede dejarme, no quiero, no puede...

- Así eras tú, pero ahora no lo eres... - le contesto tratando de que entienda que no debe dejarme, se está dando por vencida conmigo y no puedo soportarlo. Quiere dejarme. Me hace un ademán de indiferencia.

- Y tú eras el Can que quería salir de viaje por el mundo, pero ya no lo eres. - me contesta otra vez recriminándome... lo veo y no lo creo... me está dejando. Termina conmigo. El peso en mi pecho no hace más que crecer más y es como si quisiera desgarrarse fuera de mí. Siento lágrimas acumuladas en mis ojos y un atronador dolor de cabeza que me está matando... no no no ...

- ¿Entonces cambié mucho? - le pregunto triste, ¿es que no me puede aceptar así? ¿No se supone que me ama? ¡¡¿Que hago para arreglar esto?!!

- En realidad, no cambiaste. Volviste a ti mismo. Exactamente como yo. Es decir, esta vida es tuya. Puedes vivirla como quieras. Pero permíteme que yo también haga lo mismo Can. - responde con voz firme. Es ahí donde me desgarró... no...

- Tienes razón- le contesto ya sin vida- después del accidente, tú te desgastaste más que todos. Yo también me esforcé, pero no fue suficiente. - le digo reconociendo que le fallé. Que se acabó... que acabo de morir en vida y que ya no puedo hacer nada... ni por ella ni por mi... ME HA ABANDONADO.

- No te culpes a ti mismo, - me contesta viéndome con lágrimas en los ojos, - Nosotros, durante ese tiempo hicimos todo lo que pudimos. Pero no funciono. - baja sus hermosos ojos, sé que busca la fuerza para responderme, - Espero que a partir de ahora sea lo mejor para ambos.

Y es con esa frase con la que termina de romperme... no puedo ni verla...

- Espero que sí- contesto en automático. La veo una vez más y me consumo en ella, ha acabado conmigo y quiere que yo acabe con ella. Me duele, me duele porque me deja, porque era lo único que tenía y ya no me queda nada, me duele porque ya no quiere amarme, porque ya no quiere necesitarme, me quiere fuera de su corazón y de su vida... ni siquiera me ve... solo me queda irme...

Subo a la camioneta, pero no hay un cuerpo. No hay un alma... nada más que pedazos de un hombre y en ese momento el dolor de cabeza se hace más intenso provocándome un flashback...

Ella está a punto de caerse y yo la agarro fuertemente, ella se aferra a mí y nuestros pechos están juntos, nuestro corazón late fuerte al unísono, ella me mira fijamente y yo a ella. Es ahí y ahora donde me doy cuenta, no era un peso en mi pecho, era un vacío... un vacío porque ese día ella tomo todo lo que yo era, todo... mi corazón, alma, espíritu mente y cuerpo y se lo llevo para siempre.

En este momento no era más que un cascarón vacío hecho pedazos, ya no había nada dentro, estaba roto, sangraba de dolor y necesidad; las lágrimas solo siguen cayendo, eran el único resquicio que quedaba de lo que era. En ese momento que el sueño tuvo sentido, me hundía, moría y no había nada que me sujetará, estaba solo, perdido, moría... solo las lágrimas que no podía contener eran lo que quedo de que un día yo era TODO, lo tuve TODO y ya no tenía NADA, ya no valía NADA... yo era NADA... nada... sin ELLA...