Erkenci kus Capítulo 51 (perspectiva de Can)

"LA MARAVILLA DE ESTAR JUNTOS/Grecia (I)"

Capítulo 51 (perspectiva de Can)

Parte 15 "LA MARAVILLA DE ESTAR JUNTOS"

Grecia... (I)

- Can... ¿qué le voy a decir a mi madre? - Sanem está sentada en mis piernas. Hemos tocado puerto, pero para nuestra mala suerte los celulares no han dejado de sonar, tenemos tantos mensajes y llamadas perdidas que cualquiera pensaría que somos niños y huimos juntos.

- Solo di hola, que estamos bien y ya...- respondo jugando con su cabello. Tenemos todo listo para ir al hotel, pensamos en ir a una farmacia por "cosas necesarias para mujeres" que ella necesita, pero se nos ocurrió prender los teléfonos y ahora aquí estábamos.

- Can, crees que se dé cuenta de que tú y yo...- suelto un suspiro más parecido a una risa. Dudaba que Mevkibe quisiera pensar en eso.

- Creo que le das muchas vueltas, solo habla dulce como siempre y asegúrale que estamos bien. - le aconsejo calmándola. Sanem creía que después del sexo se vería diferente y su mamá le haría preguntas, preguntas que ella no querría contestar. Trataba de convencerla de que no era así pero no era verdad, Sanem se veía más feliz y hermosa, su piel brillaba, sus ojos resplandecían, y se movía más lento que de costumbre... pero no iba a decirle eso.

- Amor no tengas miedo...- contesto hipnotizado por el puchero de sus labios. No me gustaba verla triste pero ese lindo mohín hacía que me perdiera en ellos.

- Ya conoces a mi madre, parece que tiene un radar que lo sabe todo- me río. Pues si era cierto, Mevkibe tenía un don extraño para sacar información, asustaba, pero ahora Sanem era mi esposa y si decidía que íbamos a apagar los celulares porque iba a comerla entera nadie tenía nada que opinar al respecto.

- Solo llámala...- insisto para terminar con esto de una buena vez; empezaba a desesperarme, quería que al fin estuviéramos en una enorme y cómoda cama o en una bañera donde pudiéramos disfrutar los dos - ya quiero llegar al hotel...

Rozo mi nariz en su cuello, me duele todo el cuerpo de necesidad. Sanem respira profundo, se baja de mis piernas para que solo la rodee con mi brazo e inicia la llamada.

<Mami...- saluda Sanem. Se ve nerviosa, toda ella está temblando, si sigue así va a empezar a soltar todo lo que hicimos en el barco.

<Mama Mevkibe, ¿cómo están? - intervengo saludando acariciando su brazo para calmarla.

>Sanem, ¡hijo! ¡¿Dónde se habían metido?! ¡Estuve llamando sin parar! ¡¿Porque no contestabas?! ¡Vas a regresar de inmediato Sanem! - trato de no rodar los ojos molestos. No entendía porque Mevkibe era tan aprensiva con Sanem pero con Leyla no.

<Mami como crees... estábamos en mar abierto. No hay señal ahí... - Sanem me ve pidiendo auxilio con sus ojos - ¿verdad Can? - la triste verdad es que, si en algunas partes hubo señal y siempre hay manera de comunicarse, pero se nos había olvidado por completo llamar.

<Si si... - contesto siguiéndole el juego- perdóname mamá, llamaremos cuando salgamos y entremos a algún lugar nuevo para que no te preocupes. - Trato de tranquilizarla.

>Está bien... - contesta Mevkibe con desconfianza- puedo entenderlo, pero Sanem ya no me preocupes más o vas a hacer explotar mi corazón. - se queja Mevkibe. Atrás de ella aparece papa Nihat y nos saluda. Es obvio que él está más tranquilo.

<Claro mamá... - cada vez me costaba más no rodar los ojos - recordaremos avisarte.

>Ay niños, pero porque tenían que irse tan lejos de mí y su... - Mevkibe se interrumpe y abre sus ojos como platos - Can hijo... ¡¿qué te paso en el cuello?! - toco mi cuello, volteo a ver a Sanem confundido y ella abre sus ojos asustada ruborizándose de pies a cabeza.