Aventuras Parisinas VOL.1

Capítulo 6: No es nada personal (1° Parte)

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene material adulto que puede llegar a ser perturbador para algunas personas por tener representaciones gráficas de violencia. Se recomienda discreción.

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"Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego."

Mahatma Gandhi

París, Francia, año 1911 a principios de Diciembre.

Las calles parisinas se llenaron de nieve. Toda la cuidad estaba envuelta de blanco y pronto se cubriría de luces, cada día estaban cerca de las fiestas y las celebraciones.

-¿Navidad?- Francoeur y Lune escuchaban los relatos de Lucille.

-¡Sí! Es una época muy bonita. Con los adornos, un arbolito, la cena y buena compañía. El ambiente es bastante grato. Es una época especial donde todos se reúnen y comparten.

-¿Por qué lo celebran?- Preguntó Francoeur.

-¿Por qué no lo hacen todos los días? ¿No se pueden reunir otros días?- Siguió Lune.

-La verdad no me había cuestionado eso. Creo que lo único que cambia entre los otros días son los adornos. Lo importante es la compañía y el afecto, creo que tienen razón, pero es por costumbre.

-¡Ohhh!- Exclamaron ambos al unísono.

-Suena bien.- Señaló Francoeur.

-¡Sí! Me encantararía celebrarlo.- Agregó Lune.

-¿Podemos invitar a los demás?- Preguntó su hermano.

-¡Claro!- Respondió la cantante.

-¡Yo hago las invitaciones!- Dijo Lune. Se levantó y reunió todos los papeles y los sobres que pudo encontrar.

-Bien, Francoeur, si quieres podemos adornar la casa.-

-¡Sí, Lucille!

Mientras Lune escribía se percató de algo.

-¿Podemos invitar a Caos?- Francoeur y Lucille se miraron. Ella suspiró pesadamente y asintió.

-De acuerdo.- Dijo él. Lune sonrió y siguió escribiendo.

Escucharon el timbre y abrieron. Era Raoul, quien llevaba otro abrigo de heno por el frío.

-Hola... ¿Puedo pasar? Es urgente.- Dijo él.

-Claro ¿Qué ocurre?- Preguntó ella.

Él se dirigió a la sala y depositó un periódico en la mesa. Todos leyeron el titular.

-Escabechina en París.-

Se miraron. Raoul siguió leyendo.

-En los últimos días, en las calles parisinas, los ciudadanos encontraron palomas, perros y gatos degollados y envueltos en sangre en gran número. Los policías y autoridades desconocen la causa, pero se sospecha que puede ser uno de los monstruos.

-Imposible.- Musitó Francoeur. -Yo le dije que lo hiciera en su casa, pero ahora...

Lucille lo miró.

-¿Crees que sea...?-

Lune se levantó.

-¡No puede ser él!- Exclamó. -Nunca ha comido perros o gatos, debe ocurrir algo más.