Capítulo 5: Memorias (4° Parte)

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A la mañana siguiente, todos despertaron y bajaron a tomar desayuno.

-¿Francoeur? ¿Te encuentras bien? ¿No tienes hambre?

Él miró a Lucille y sonrió.

-Sí, estoy bien. No te preocupes.- Miró el plato con tostadas. ¿Cómo iba a comer? Aún podía sentir ese olor y la masacre que se llevó a cabo. Pero no era lo único que quitaba su apetito.

-¿Cómo te fue anoche?

-Bien...

-¿Encontraste a tu amigo?- Chirrió la pianista. Francoeur miró a Lune.

-Sí, lo encontré.

-¿Vendrá?

-Lo está pensando.

-¿De qué hablan?...- Preguntó Lucille.

-Encontré a mi amigo anoche y que pensara si viene... ¡Ay, no!

-¿Qué ocurre?

-Se me olvido decirle que...- Miró a Lune de reojo. -No, nada...- Después pensó para sí...Olvidó decirle a Caos que parara de dejar rastros de sangre por todos lados...


Terminaron de desayunar y comenzaron las lecciones de Lune, ella avanzaba gradualmente y ya conocía la mayoría de las palabras, o al menos las más utilizadas. Aún le costaba escribir, pero lo intentaba con mucho entusiasmo, ya podía leer bastante bien y sus dibujos mejoraban con cada día.

Ella después subió corriendo las escaleras y cerró la puerta de su alcoba, se apoyó en esta y sonrió, ella estaba entusiasmada, se preguntaba cuando conocería al amigo de Francoeur, estaba segura que también entablaría una buena amistad con él.

-¿Qué aspecto tendrá?... ¡Bueno, eso no importa!- Se acercó al piano. -Si Francoeur quiere presentarnos, debe ser una excelente persona.- Se sentó en el banco del piano, apoyó sus manos en las teclas y se quedó inmóvil. -¿Qué puedo tocar?...- Había una melodía que resonaba en su mente, pero no podía descifrarla.

Buscó en el libro de partituras alguna melodía para interpretarla, apoyó el texto en el atril y comenzó a tocar, practicó varias veces el tema durante media hora, estaba totalmente concentrada...Hasta que...

-Luuuneee...

Ella se dio vuelta lentamente y no vio nada ni a nadie alrededor de ella. Preocupada, se levantó, abrió la puerta y salió de su habitación.

-¡Francoeur!- Chirrió, dirigiéndose a las escaleras.

-¿Qué ocurre?- Preguntó él mientras subía. Ella apuntó a su habitación.

-¡Hay alguien ahí! ¡Me llamó por mi nombre!

Francoeur arqueó el entrecejo y entró al cuarto. Revisó todos los rincones, el closet, bajo la cama, el bastidor, por la ventana, incluso dentro del piano.

-No hay nada... ¿Estás segura que escuchaste que te llamaban?

-¡Sí! Era una voz muy extraña.

Él lo meditó.

-Puede que tu mente esté recordando algo, no te preocupes. ¿De acuerdo?

-De acuerdo, gracias.-

Él sonrió.

-De nada. Tranquila... ¿Sí?...-

Ella asintió.

-Sí, Francoeur-

Aventuras Parisinas VOL.1Where stories live. Discover now