Estúpida Salida

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Íbamos juntos los tres y claro Hobi vino con nosotros era mi cupido por así decirlo, pero dudaba que funcionará, Jin me miraba y de vez en cuando hacia que nuestras manos chocarán pero pronto iniciaría el plan real, rezo porque funcione.

-Oye hyung me tengo que ir, me están llamando unos amigos- si, fue muy obvio.

-Oh bueno esta bien, seremos nosotros Nam- dijo mientras me miraba con una sonrisa y se sonrojaba.

Hobi se despidió alegremente y siguió rumbo a ver a su hermana en una cafetería.

Pague las entradas y entramos al cine, creo que nunca había visto un cine literalmente solo, no había ni una sola alma además de nosotros, ¿Coincidencia?, tal vez, o quizá fue que le pague a el señor de la caja para que no dejara entrar a nadie mas.
Se supone que íbamos a ver Frozen, pero le pedí que pusiera 50 sombras de Grey, si, Jin me había contado que nunca la había visto así que aprovecharé la oportunidad.

Al empezar la película me miró extrañado, tal vez porque en vez de ver un muñeco de nieve cantando y bailando, estaba viendo a un muñecote haciéndole lo que quisiera a su baby o sumisa, aunque prefiero la primera, que tan lindo se escucharía de esos labios carnosos la palabra daddy, ufff espero averiguarlo pronto.

Empezaba la siguiente parte del plan.

Empecé a acercar mi mano, hasta que pude tomar la suya, note su sonrojo, quite el posa vasos y acerque el cuerpo de Jin al mío lo suficiente como para luego acomodarnos tanto como para yo tener las dos piernas arriba y igual Jin y el estaba en medio de ellas, podía aspirar su aroma y le empecé a hacer cariño en el pelo.

La escena fue subiendo de tono y note que Jin empezaba a acomodarse en medio de mi como si estuviese incomodo, cuando escucho los gemidos de aquella chica sus manitos fueron directo a su entrepierna y se tapo.

Estaba completamente sonrojado y me encantaba.

-¿Qué pasa Jin?- rápidamente bajo su cabecita, no quería verme.

-Nada... No pasa nada.-

-¿Y qué es esto?- dije bajando mi mano para poder tomar la suya y ponerla encima, cabe recalcar que era la mano que estaba en su entrepierna.

-Na...Nam-

-Dejame ayudarte, prometo que lo disfrutaras- Jin asintió, y no dudé ni un segundo en empezar mi labor.

Empecé a besar su cuello dejando una hilera de chupones a la vez en este, luego quite su mano de allí para poder acceder al cierre de su pantalón, lo baje y luego desabroche el botón y empecé a bajarlo un poco al igual que su bóxer, ahora empezaría la verdadera función.
Porque 50 sombras queda pendejo con lo que le haré a mi bebé.

Sólo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora