3. Last Christmas

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Last Christmas, I gave you my heart. But the very next day, you gave it away.

Diciembre 2018.

Jungwoo fue el primero en llegar a la cabaña. Normalmente, alguno de los chicos que tenía auto lo llevaría, pero él estaba muy entusiasmado para esperar, así que tomó el bus de las cinco y media que lo llevaría a las montañas.

Tenía mucho tiempo sin ver a Yukhei, lo extrañaba muchísimo. Suponía que amarlo era la principal razón de que lo extrañara tanto, porque a pesar de que quería a todos sus amigos, no extrañaba a ninguno de la manera que lo hacía con Yukhei.

Dejó su maleta en la sala. Ya cuando llegaran los demás, la llevaría a alguna habitación.

Comenzó a preparar algo para comer, a él las ansias le quitaban el apetito, pero los demás, sobre todo los que conducían, deberían de venir hambrientos.

La cuestión con hacer comida para veintiún personas es que las cantidades eran exuberantes, pero él ya estaba acostumbrado. El problema con Jungwoo era que hacía todavía más comida porque le servía a Yukhei cantidades monstruosas.

Él viene solo en su moto, seguro debe de venir más que hambriento, pensaba con amor mientras cortaba un montón de verduras.

Un par de horas después, a eso de casi las diez, lo alertó el sonido de la puerta. Menos mal, la comida ya estaba casi lista y no sabía como la mantendría caliente hasta que llegara Yukhei.

Con el corazón en la garganta, completamente dispuesto a saltar sobre los huesos de Lucas si era él el que llegaba (sin importarle si apestaba a cebolla, ajo y sudor por estar cocinando durante dos horas), se asomó por el pasillo que daba a la puerta.

Cuando, en cambio, los que abrieron la puerta fueron Jeno y Jaemin, su entusiasmo se esfumó.

—Ah, son ustedes.

En vez de molestarse, Jaemin se burló de él.

—Si quieres puedo hacerte una representación de Yukhei, para que quites esa cara—Aclaró su garganta—. Yo, hyung, ¿qué tal? ¿Me extrañabas? Por supuesto que lo hacías, soy Wong Poderosisimo Yukhei, y tus babas por mi podrían inundar el desierto del Sahara—Intentó una pésima imitación de la sensual voz gruesa de Lucas.

Jungwoo rodó los ojos y puso sus brazos alrededor de los hombros de los dos adolescentes.

—Eres pésimo, Jaemin. Mi Yukhei no habla así, y no sabe que me gusta así que lo que dijiste esta fuera de contexto—Y como el hombre maduro de casi veintiún años que era, le sacó la lengua.

En esta ocasión fue Jeno quien se rió.

—Eso sólo demuestra lo despistado que es Yukhei hyung. Se te nota a leguas que lo amas más de lo que Renjun ama a Moomin.

Los tres rieron y arrastró a los muchachos a la cocina para que lo ayudaran a terminar y después comer los tres juntos.

Cada cierto tiempo, llegaban uno o dos de los muchachos, hasta que el único que faltaba era Yukhei. Se estaba empezando a preocupar.

Ya todos los demás habían comido y se quejaban de que no los dejaban repetir plato cuando en la olla todavía quedaba comida para un batallón. ¡Pero ellos no entendían! ¡Yukhei no llegaba y seguro estaba más que hambriento!

Afuera el rugido de un motor lo alertó. ¿Sería que...? El suspenso lo estaba matando hasta que poco después, una figura de metro ochenta y cuatro acaparó el espacio de la puerta con una enorme mochila a su espalda.

—¡Yukhei!—exclamó súper feliz e intentando ignorar que parecía enojado por algo, se lanzó a sus brazos.

Lo abrazó cual koala, muerto de la felicidad que lo embargaba. ¡Al fin! Había llegado temprano sólo para verlo y pensaba Yukhei llegaría antes, pero no importaba, lo único importante era que al fin estaba allí.

—¿Qué tal, hyung? ¿Me extrañaste? Ah, por supuesto que lo hiciste, si soy lo máximo—Jungwoo sólo atinó a reírse, exactamente eso le habían dicho Jeno y Jaemin.

—Por supuesto que te extrañe, Yuki. Mucho, mucho—le susurró y frotó sus narices juntas en un dulce beso esquimal.

Sin darle tiempo a Yukhei a reaccionar a su excesivo cariño, lo tomó de la mano.

—Ven, Xuxi, hyung hizo comida para ti.

Lo guió a la cocina y lo sentó en el comedor. Tomó un recipiente y lo llenó  con la monstruosa cantidad de comida que tenía preparada especialmente para él. Todos los demás se quejaron.

—¿Osea que nos mataste de hambre para engordar a Yukhei? Al menos dime que es que lo cocinaras para la cena de Navidad—rezongó Yangyang.

Jungwoo se carcajeó.

—Claro que no, ¿cómo podría cocinar a mi niño consentido?

Mientras, con su pecho pegado a la espalda de Yukhei y sus brazos a su alrededor, dejó el plato frente a él.

Lucas silbó—. Se ve increíble, hyung. ¿Ven chicos? Esta clase de cosas sólo pasan cuando tienes un rostro como el mío—dijo todo arrogante. Se veía con mejor humor que cuando llegó.

—¿Ves lo que haces, Jungwoo? Le subes el ego—bromeó Sicheng.

Con los brazos cruzados sobre su pecho, Renjun rió por lo bajo—. ¿Todavía más?

Mientras Yukhei comía, charlaron de lo que habían hecho el resto del año. Les admitió que había peleado con su novia Yuqi el día anterior. Al parecer, ella quería que pasara las navidades con ella y él no iba a dejar de ver a sus amigos. Por eso estaba enojado cuando llegó.

Más tarde cuando se repartieron usando un extraño sistema que se inventó Donghyuck, quedó en la misma habitación de Yukhei. ¡Yay!

Last Christmas (Luwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora