Last Christmas (Luwoo)

14. This year

This year, to save me from tears, I'll give it to someone special.

Apenas sus siluetas fueron visibles desde la ventana de la cabaña, los chicos dieron un suspiro colectivo. Los chicos se veían tranquilos y, aparte de los ojos rojos de Jungwoo, no se veía mayor cosa.

En cuanto entraron por la puerta, Jeno corrió a abrazar a Jungwoo.

—¡Snoopy hyung! Me tenías preocupado.

—No sólo a ti—dijo Doyoung desde detrás.

Jungwoo les dio una sonrisa de disculpa.

Desde la otra punta de la habitación, Yukhei lo miraba con intensidad en sus ojos marrones, parecía desesperado por hablar con él.

Se acercó con pasos lentos y le dio una pequeña sonrisa.

—¿Puedo hablar contigo? Más tarde, después del desayuno—le preguntó con voz suavecita.

Yukhei asintió, su cabeza moviéndose de arriba a abajo como la de los muñequitos de los tableros de los autos.

Le sonrió y se volteó para caminar a la cocina, pero se detuvo y regresó a Yukhei.

—Gracias por el abrigo y la bufanda, me estaba congelando—Y dejó un beso en su mejilla.

Ahora sí, caminó a la cocina, sus dientes de conejito mordiendo su labio inferior. Se sentía atrevido.

Desayunaron entre bromas y chistes pervertidos a Taeil y Johnny que más de una vez lo hicieron atragantarse y casi morir de la risa. Después, se ofreció a lavar los platos y Mark lo acompañó. No hablaron mucho, la verdad, estaba demasiado concentrado pensando en la charla que tenía pendiente con Yukhei para más tarde. No tenía ni idea de como comenzar la conversación y cada vez que escuchaba la escandalosa risa que provenía de la sala, su corazón se aceleraba.

—Hyung—llamó su atención Mark—¿Crees que vayas a arreglar las cosas con Yukhei?

Jungwoo casi se ríe, parecía un niño preguntándole a sus padres si se iban a divorciar.

—Espero que sí, la verdad. Así no tengamos una relación romántica, me gustaría mantener su amistad y dejar los rencores de lado.

Mark sonrió satisfecho, parecía feliz.

Una vez terminaron de lavar los platos, Jungwoo tomó una fuerte inhalación antes de salir de la cocina y hacerle una señal a Yukhei para que lo acompañara.

Decidió que su habitación era suficientemente íntima para conversar los dos. Igual, ni que Donghyuck se fuera a pasar por ahí.

Se sentaron cada quien en su cama, mirándose de frente y con unas sonrisas incómodas en su rostro. Ni siquiera podía recordar como quería empezar la conversación.

—Entonces... ¿Cómo deberíamos empezar?—Se atrevió a preguntar.

Yukhei parecía esperar esa pregunta.

—Si me permites, hyung, me gustaría explicarte mi versión de los hechos del año pasado.

Vaya, eso no se lo esperaba.

Asintió, ansioso de que podría escuchar.

—Yo siempre supe que mi amistad contigo era diferente a la que tenía con los demás, pero jamás me imagine a que grado—Ese era un inicio interesante—. Cuando llegué y me abrazaste y me diste un beso esquimal, me extrañé de no sentirme incómodo. Lo único que quería era que lo volvieras a hacer, pero me llevaste y me diste una de las comidas más deliciosas del mundo. Siempre que cocinas pienso lo mismo.