Capítulo 21

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Iba junto con Yoongi en los asientos traseros.
Min ho conducía tal como le indicaba el GPS. Anteriormente le había dado la dirección a mi casa.
El pelinegro cayó rendido en mi hombro por culpa del sueño.
La situación no se veía bien, estaba viajando con un DESCONOCIDO y la única persona de confianza decide DORMIRSE.

-Debes de pensar que soy un loco, o algo así, ¿verdad?-Me tomó por sorpresa su pregunta. No sabía que decirle. Comencé a mover mis manos nerviosa tratando de negarlo, pero tartamudeaba.
El castaño se empezó a reír levemente por mis acciones.

-Como lo supuse.-Una de sus manos se encontraba en el volante, mientras que la otra estaba sosteniendo un cigarro.
Le dio una calada a este para luego exahalar el humo por su boca, dejando que se exparciera por todo el auto.
Cerré mis ojos al sentir un pequeño ardor en estos y comencé a tocer.

-¡Oh!-Exclamó Minho mientras abría una ventana.-Lo siento, estoy acostumbrado a viajar solo.

Mi rostro formó una mueca inexplicable. No podía entender a este tipo.
¿Cómo carajos hacía para conducir con todas las ventanas cerradas mientras fumaba?

-Mnh... ____.-Pude ver por el reflejo de la ventana como sus labios rosados pronunciaban mi nombre con una voz perezosa.
Comencé a sentir calor en mis mejillas al imaginar que Yoongi estaba soñando conmigo.

-Maldito pervertido.-Susurre con mis mejillas infladas.

-Llegamos.-Informó el amigo de Yoongi.

Min ho me ayudó a bajar a Yoongi del asiento trasero para llevarlo a dentro de mi hogar.
Ambos lo dejamos acostado en mi cama.
Reí al ver la semejanza de un muerto con el pelinegro.

-Bueno, creo que ya es hora de ir...-Me hice a un lado al ver que el castaño iba a caer directo al suelo.
Solté un gritito al escuchar el sonido del choque entre su cabeza y el piso.

-Oye...-Con la punta de mi zapatilla moví su cabeza para confirmar si seguía vivo.-¿Estas bien?- Al no recibir respuesta y ver que sus ojos estaban cerrados, suspire.

Bueno, ahora me podía quedar tranquila porque Min ho no resultó ser un asesino, ni un rarito.

Abrí mis ojos más de lo normal al recordar que mi madre estaba en casa.

-¡Maldición!-Grité. Inmediatamente tape mi boca con mis manos.

....

Un gruñido salió de mi boca ya que desperté por culpa de los rayos del sol infiltrados por la ventana.

Son las 10:00 de la mañana de un día sábado.

Iba a seguir durmiendo tranquila hasta que recordé que no estaba sola en mi habitación al ver a un pelinegro acostado junto a mi.
Sabía que estaba sonrojada y que si me llegaran a comparar con un tomate, no habría ninguna diferencia. Reí al pensar eso.

Por suerte, mi madre va los sábados al super mercado a comprar lo que hace falta por lo cual, no sería un problema sacar a ambos chicos por la puerta y no por mi ventana.

-¡Oigan!-Grité mientras aplaudía para que se despierten los flojos.

Los dos se incorporaron al instante por el gran susto que les di.

-Wooh, casi me matas del susto.-El castaño tenía su mano situada en el pecho.

-¡Y tú casi me matas del susto anoche por desplomarte de la nada en el suelo!-Chille apuntandole con mi dedo índice.

-¿Pueden callarse?-Preguntó Yoongi con su voz ronca de mañana.-Hay gente que intenta dormir.-Se volvió a acurrucar entre mis sábanas.

-Oh, nonono.-Me acerqué a él y le arrebate mis sábanas.-Ambos van a levantar sus traseros y llevarlos afuera porque yo no vivo sola.-Reclame con ambas manos en mis caderas.

-Okey, tu mandas.-Min ho levantó sus manos en señal de rendición.- Adiós, chica bonita.-Me guiño un ojo para luego atravesar la puerta de mi habitación.

Escuché como alguien a mi lado bufó.

-¿A penas se conocieron ayer y ya son amigos?-Pude notar molestia en su voz. Reí al notar que Yoongo bongo estaba celoso.

-¿A caso estas celoso, Min?- Pregunté con una sonrisa al sentarme junto a él.

-No se responde una pregunta con otra pregunta, Han ____.-Hice una mueca al oír como decía mi nombre completo.

-No me gusta que me llames de ese modo.-Infle mis mejillas y crucé mis brazos.

-Lo siento, preciosa.-Me tense al sentir su pecho en mi espalda y sus brazos rodeandome la cintura.

-¿Preciosa?-Comencé a sentir nervios. Nunca me llamó de esa forma.
No me desagradaba, tan solo me sorprende.

-Sí, ¿no te gusta que te llamé de esa forma?-Iba a contestar pero no pude ya que me interrumpió.-Te extrañé mucho, mocosa.-Sonreí. Ya había vuelto a la normalidad. Aunque, me hubiera gustado que me siguiera llamando así.

-Yo también, Yoongi.- Musite en voz baja.

Yoongi me hizo girar sobre mis pies dejandome frente a su rostro.
Mi corazón comenzó a latir fuertemente, los nervios comenzaron  a hacerse presentes.

Una pequeña distancia era lo único que nos separaba de todo contacto.
Me di cuenta que Yoongi tenía decidido eliminarla y no me opuse.

Juntó nuestros labios en una suave y largo beso. Al separarnos, ambos nos miramos avergonzados.

El pelinegro me acercó a su pecho y me rodeó con sus brazos en un cálido abrazo. Luego dejó un beso en mi coronilla.

-Me encantas, ____.-Susurró cerca de mi oído.

Admirador secreto [Min Yoongi y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora