Voiceless Love [TXT - Beomgyu - FANFIC]

Prólogo: Recuerdos dolorosos

¿Qué tenía aquella pequeña que con una simple sonrisa podía alegrar tu día?

¿Por qué ella parecía la única persona que no había sido afectada con la crueldad y maldad de este mundo?

Su personalidad sencillamente era brillante, positiva y pura.

Pero las cosas no duran para siempre. La desgracia tocó a su puerta, y ella inocente como era, le abrió la puerta. Desde entonces esa estrella titilante perdió su luz, y aquella voz de ángel le fue arrebatada.

•••

Mi familia era sencilla, solo mis padres y yo, sin mascotas, tíos o abuelos; humildes, pero no nos faltaba nada, nos teníamos el uno al otro y eso era lo importante. Como cualquier familia compartíamos buenos y malos momentos. Pero hubo una gran baja en los ingresos, mi madre se había fracturado el tobillo y no podía seguir yendo a trabajar, así que mi padre decidió trabajar el doble de duro para poder pagar los servicios, la escuela y las deudas. El sobreesfuerzo fue demasiado para él, acabo muriendo por agotamiento.

Mi madre y yo no lo podíamos creer, ambas llorábamos y nos echábamos la culpa de lo sucedido. Ella pensaba que si hubiera sido más cuidadosa y no se hubiera lastimado, él seguiría vivo. Yo, por mi parte, pensaba que debía de haber sido más considerada, y que, aunque me costara uno o dos años en la escuela atrasados, debí de haber trabajado yo también. Pero no había vuelta a atrás, lo que había pasado no se podía enmendar.

Mi madre regresó a trabajar poco después y de alguna forma ascendió varios puestos, teniendo un mejor salario. El tiempo de dejar de culparnos a nosotras mismas acabo, y comenzamos a culparnos una a la otra, más que todo, mi madre me echaba la culpa a mí. Los gritos y peleas se habían vuelto el ambiente constante en casa. Mi madre, de la desesperación y angustia comenzó a beber más de la cuenta, tanto que había veces en que me preocupaba que no despertará, era como si una parte de ella se hubiera roto, pero si se me ocurría hacer algo al respecto, esconder las botellas o reemplazar el contenido por agua, lo único que me ganaba era un regaño severo y golpes, así que deje de intentar.

Mi infancia fue el momento de mi vida más hermoso que pude haber tenido, que ahora no era más que un amargo recuerdo. De niña tenía muchas amigas y a veces nos juntábamos para jugar en el vecindario, pero por las deudas tuvimos que cambiar de casa y yo de escuela. Las amigas que tenía, no las volví a ver y en la nueva escuela se me hacía complicado hacer nuevas amistades.

Hubo una chica que fue muy amable conmigo y nos volvimos inseparables, incluso me defendía de los chicos que me molestaban frecuentemente por mi complexión, digamos que no tenía la figura estereotipada que todas tenían. Sin embargo, no me molestaba porque tenía a Soo-Ah, ella me defendía, me daba valor y me reconfortaba diciéndome que era bella tal y como era, que no necesitaba la aprobación de los demás, que solo tenía que estar bien conmigo misma y mientras ella estuvo a mi lado le creí.

Estuvo presente también cuando mi padre murió, me llevó a un parque de diversiones para que olvidara un rato la tristeza. A ella le contaba lo que sucedía en casa, por lo que su mamá pedía permiso a la mía para que me quedara en su casa con tal de no oír los regaños y sufrir golpes, mi madre, seguramente alegre de no tener que soportarme o verme, de inmediato accedía.

Pero el tiempo pasa. Llego un día en que sus padres decidieron mandarla a estudiar al extranjero, ya que ella no iba bien en los estudios y pensaban que enviarla lejos le enseñaría disciplina y responsabilidad.

Me mantuve fuerte los últimos días que ella estuvo en la escuela, incluso en el aeropuerto antes de su partida, y en ese momento, me permití llorar. Al llegar a casa lo único que hice fue quedarme en mi cama, llorando amargamente. Por todo, por su partida, por mi padre, por mi madre, mi figura, por los chicos en la escuela que me molestaban, quienes vieron una buena oportunidad cuando mi mejor amiga se fue. Me insultaban, me decían que yo tenía la culpa que ella se fuera, simplemente querían verme llorar y la mayoría de las veces lo lograban. Sus palabras llegaron a impactarme a un punto en que decidí cambiar como era, apenas comía.