Un nuevo hogar

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"Entonces, ¿cómo eran mis papás?" escribo.

-Oh eran unas personas tan amables y gentiles. Todo el vecindario quería ser amigo de ellos-comenta la señora Hong-Joo con nostalgia-. A penas llevaban unos meses de haberse mudado aquí y ya conocían a medio distrito.

Había venido sola, por que Beomgyu debía ayudar a su mamá a hacer unas compras y yo quería averiguar más sobre mis padres. Él insistió en acompañarme pero le dije que no era necesario. Se quedó más tranquilo cuando le dije que le pediría a la señora Hong-Joo que me llevara de regreso.

Entendía su preocupación luego de la amenaza de Chung-Hee, pero yo no le tenía miedo a lo que fuera que tenía en mente. Bueno, quizá un poco, pero no lo suficiente para evitar que saliera con libertad por la calle.

- Se preocupaban por sus vecinos. Una vez hasta me trajeron unos dumplings cuando me enfermé de fiebre tifoidea. Tu madre incluso se ofreció a ayudarme con las compras de la casa y en traer mis medicinas de la farmacia. Ella era como un bello ángel para nosotros.

Escucharla hablar sobre lo abnegada y noble que era mi madre me hizo sonreír de inmediato.

Me hubiera encantado al menos conocerla.

Un sentimiento de tristeza y culpabilodad me embarga pero lo hago a un lado, no quiero enfocarme en el pasado y en las cosas que no puedo cambiar. Prefiero seguir escuchando sobre lo que yo no pude presenciar.

- Y tu padre, ni digamos. Tengo entendido que lograste estar con él un tiempo. ¿Cierto?

"Así es, murió cuando eran niña, pero si conviví con él".

-Bueno, entonces debes haberte dado cuenta lo trabajador y optimista que era- dice y yo asiento-. Siempre hablaba de lo talentosa y hermosa que era su pequeña. Le encantaba presumirte con cada persona que conocía. Decía que eras como una pequeña Mozart.

Suelta una pequeña risa.

Al escuchar aquello me entraron ganas de llorar. Eso lo recordaba a la perfección. Pero no sabía que él me consideraba tan talentosa.

-La verdad yo nunca te he escuchado tocar. Aunque en realidad me encantaría. No sé si sigues tocando el piano.

Asiento levemente.

El rostro se le ilumina de repente.

-¡Ya se! Recuerdo que tengo guardado un teclado en alguna parte. ¿Te importaría tocar para mí?

Dudé qué responder.

La mayoría de veces que había tocado había sido solo para mí misma y algunas veces con Beomgyu para enseñarle a tocar el piano, pero no frente a otras personas.

Pero al ver su rostro esperanzado no pude decirle que no. Se veía que tenía altas expectativas de mi habilidad para tocar el piano. Solo esperaba no defraudarla.

-¡Perfecto! -exclama-. Dejame revisar en el ático, creo que esta allí.

Sin más, se va a buscarlo.

Jugueteo con mis dedos. Suelo hacer eso cuando estoy nerviosa y ahora lo estaba de que las expectativas que ella tuviera en mí cayeran. No me consideraba tan talentosa. Había muchas personas más hábiles que yo. Yo solo era una amateur, la sombra de los grandes pianistas y compositores.

Que papá tuviera tanta fe en mí subía la confianza en mí misma, pero puede que haya sido su orgullo de padre. A los padres les encanta presumir de los talentos de sus hijos. No niego que yo no tuviera talento, pero digo que no era tanto comparado con pianistas de renombre como Sunwoo Ye-kwon o Yeol-eum Son.

Voiceless Love [TXT - Beomgyu - FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora