Querida Soo-Ah:
Hace tiempo que no nos vemos. Hace tres años con exactitud.
Me pregunto qué será de ti.
¿Estás estudiando con diligencia? ¿Te está yendo todo bien? ¿Perseguirás tu sueño de ser detective privada, del FBI o de la CIA?
Te extraño y mucho. No tienes idea de cuanta falta me haces.
Hace poco me recordé de ti. Volví a ir a la biblioteca a la que íbamos frecuentemente. Recordé cómo devorabas las páginas de los libros de suspenso y tu sueño de desvelar misterios y resolver crímenes. Cómo hablabas por horas de lo interesante y entretenidos que eran los libros de Sherlock Holmes y tu insistencia en que los leyera, y aunque en realidad no eran mi género favorito, los leía porque tú me los recomendabas y eran tus favoritos.
Recordé las veces que nos la pasábamos ahí metidas casi todo el día, comiendo galletas y choco pie y tomando café de las máquinas dispensadoras de afuera. Tú tomabas espresso y yo tomaba caramel macchiato. Nunca llegué a entender por qué te gustaba tanto tomarlo, a mi gusto sabía demasiado amargo y apenas se sentía el azúcar.
Ese era nuestro pasatiempo luego de clases. Ya sabías como era mi madre y por eso hacías que me estuviera la mayor parte del tiempo fuera. Íbamos a tu casa, a la biblioteca, al centro comercial, al parque, a cualquier lado menos mi casa. De verdad aprecio lo que hacías por mí.
Por eso me dolió tanto tu partida. Intenté mantenerme fuerte y firme, como sé que hubieras querido que fuera, pero no pude. Lamento haber sido tan débil.
Si supieras lo que por lo que pasé no sé qué harías. Seguramente te enfadarías conmigo por ser tan ingenua, aunque está claro que te enojarías aún más con los tontos que hicieron que me quedara sin voz. Sin embargo, sé que me hubieras intentado subir el ánimo con tus ocurrencias y hubieras tratado de distraerme de eso, que me hubieras apoyado y estado ahí para mí en uno de los momentos más difíciles que he pasado.
A veces me pongo a imaginar cómo hubiera sido mi vida si hubieras seguido en Corea. Probablemente seguiríamos siendo mejores amigas y seguiría yendo a tu casa los fines de semana para hacer pijamadas y pasarla en maratón de películas o dramas hasta la madrugada. Probablemente podría seguir soportando el trato de mi mamá y el de los demás en la escuela, porque estarías aquí conmigo. Probablemente no hubiera decidido lo que decidí el día que me quedé in voz.
Pero desgraciadamente, no hay forma de cambiar el pasado.
Solo quería mencionarte, aunque sepa que nunca leerás estas cartas, que ahora ya no estoy sola. He hecho un nuevo amigo, uno de verdad, que se ha mantenido a mi lado aunque yo lo haya apartado, que me ha ayudado incluso cuando me negaba a aceptar su ayuda. Es algo obstinado y persistente, pero, si no fuera así, estoy segura que no hubiera cambiado mi perspectiva respecto a la sociedad, que no me hubiera dado cuenta de la falta que me hacía tener a alguien con quien hablar ni me hubiera dado a mí misma la oportunidad de tener aunque sea una mínima de felicidad antes de que mi tiempo en este mundo expire.
El haber hecho un nuevo amigo no cambia mi decisión. Ya sabes que cuando me fijo un objetivo no me detengo hasta conseguirlo.
No es que quiera pensar solo en mí y que no me importe lo que pase con mi nuevo amigo, sé que por un tiempo le dolerá, pero estoy segura de que no será por mucho.
Es una persona bastante atenta y amigable. Me dijo que mientras me tenga como amiga no necesita a nadie más, pero yo sé que, si no fuera por mí, él ya sería amigo de toda la escuela. Es demasiado noble y buena persona como para despreciarme como los demás.
Básicamente yo soy el obstáculo que le impide hacer más amigos, él dijo que estaba bien, pero para mí no lo está. Estoy convencida de que merece mucho mejores amigos que yo. Él se preocupa tanto por mí y yo ni siquiera puedo cuidar de mí misma.
Es también por ello que mi decisión sigue en pie. Si yo me voy, no hay quien le impida hacer más amigos. Será por su bien también.
Seguramente mi madre se alegrará al saber que ya no tiene que cargar conmigo y dudo que después de tanto tiempo aún te recuerdes de mí.
La única otra persona que se preocuparía por mí es mi papá, pero tú y yo sabemos que en este mundo ya no es posible. Pero irme me daría otra oportunidad de volver a ver a papá.
Todo estaría mejor si yo no estuviera. Pero no puedo apresurar las cosas. Me fijé un objetivo y pienso cumplirlo sin importar qué.
Espero que, si algún día llegas a saber de mi existencia de nuevo, comprendas mis razones.
Atentamente:
Soo-Yun, tu mejor amiga...
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Voiceless Love [TXT - Beomgyu - FANFIC]
FanfictionSoo Yun, como una flor de loto, tan bella y delicada, que había pasado casi toda su vida creciendo en el fango, en las mentiras, en una pelea constante por salir adelante. Ya era hora de que brotara y los pétalos de su corazón se abrieran, que dejar...