Capítulo 16

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No sé cuánto tiempo había pasado con Theo, pero todo había salido lo mejor que podía esperar teniendo en cuenta las circunstancias en las que había tenido que operarle. Me habían traído el seleniuro de plata y la hidroquinona al 4% con una rapidez que me había sorprendido bastante si no hubiera recordado que eran lobos. Conforme iba trabajando el salón se había ido vaciando poco a poco hasta que solo quedamos Derek, un par de sus Guerreros y yo. Le había conseguido colocar el hueso, el cual en cuanto estuvo en su sitio pude ver con mis propios ojos como se había empezado a soldar. Si lo hubiera mirado durante el suficiente tiempo, habría podido ver cómo se curaba por completo. Pero no iba a hacerlo, aunque me muriera de ganas por presenciarlo. 

Una vez que le terminé de quitar las esquirlas de hueso que se le habían clavado y limpie la herida, se la cerré. Y me sorprendí de igual manera cuando la piel comenzó a unirse. Esto era tan increíble. Creo que me atrevería incluso a llamarlo milagro médico. Con esta regeneración celular tan espectacular se podría tener la cura de muchísimas enfermedades en la palma de la mano. Se recuperaría sin ningún problema de la pierna. Posiblemente y a este ritmo, en una semana podría estar corriendo. Con respecto al envenenamiento ya no podía estar tan segura. Tendría que esperar un tiempo para ver si le hacía efecto o no. Le habíamos instalado en una habitación en la planta baja, y ahora estaba terminando de limpiar la mesa donde lo había operado. 

Terminé de hacerlo y me apoyé contra la pared. Estaba un poco mareada. Tres días sin comer y sin apenas dormir me estaba pasando bastante factura. Por suerte, no me había dado este bajón durante la operación. Había estado completamente despierta y alerta para hacer lo que tenía que hacer. La adrenalina ayudaba mucho en estos casos, pero por desgracia, una vez que se iba te dejaba el cuerpo hecho una mierda. Me pellizqué el puente de la nariz mientras soltaba un suspiro de cansancio. Cuando abrí los ojos me vi un paquete de chocolatina ante mí. Era Derek el que me la estaba ofreciendo. 

-Debes tener hambre. 

-¿Después de tres días y medio sin comer? Sí, puedes estar seguro de eso-le dije mientras cogía la chocolatina y salía al porche. En ningún momento intentó detenerme, y más le valía. Esperaba que hubiera quedado lo suficientemente claro cuando le eché la bronca al Guerrero en mitad del salón. 

-¿Tres días sin comer? ¿De qué hablas?-se puso ante mí, mirándome con algo de desesperación en los ojos. 

-Tú le diste la orden a mi carcelero. Después de traerme desde el bosque y encerrarme en esa habitación te oí decirle claramente: "Trátala como a cualquier prisionero". Y eso es lo que hizo. No me ha traído nada de comer desde que me metiste allí y solo me dio el agua mínima al día para no deshidratarme. 

-Pero... Esa habitación tiene baño. Tenías agua. 

-Agua no potable-le aclaré. Me estaba mirando con desesperación, pero no entendía por qué. Había sido su propia orden. Me senté en la escalera del porche y abrí la chocolatina. Solté un suspiro de placer cuando el chocolate, el caramelo y la galleta me llenaron la boca. Joder, nunca me había sabido tan bien algo. Derek se colocó a mi lado en el escalón. Tragué y lo miré por el rabillo del ojo. Di otro mordisco-. No pienso permitir que me sigas tratando como hasta ahora. 

-Eso no volverá a...

-Cállate. Desde que nos conocimos siempre has llegado, dicho y hecho lo que te ha dado la gana. Ahora me toca hablar a mí. Quiero una habitación. Un baño. Quiero poder moverme por la casa. Se supone que soy la Luna de la manada y tu Mate, ¿no?.

-Lo eres. 

-Pues entonces deja de imponérmelo por la fuerza. Deja que os conozca. Que te conozca. Déjame decidir si quiero estar aquí o no. Porque si sigues así, lo único que vas a conseguir es que te quiera asfixiar con la almohada-sonrió ante mi advertencia. No entendía por qué. Lo había dicho completamente en serio. 

-Vale. Es lo justo. A partir de ahora, podrás elegir. Y aceptaré tus elecciones. No volveré a imponerte nada. 

-Bien-volví a mirar al frente, disfrutando de la vista del bosque ante nosotros. Derek se sacó otra chocolatina del bolsillo, que cogí sin dudar. Podría haber ido peor. 


Debido a problemas de compatibilidad, falta de tiempo y una pequeña sequía en ideas para las historias que tengo abiertas ahora mismo, pasaré de publicar dos días a la semana a hacerlo solo uno. Esta será la última semana que publique dos días hasta nueva aviso. A partir de ahora, el día de publicación será los jueves.

Gracias a todos los que leéis mis historias

Mi Mate. Mi AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora