Capítulo 36

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Tras doblar la ropa de Derek y meterla en la cesta, la cual cogió él en su boca, se agachó lo suficiente para que yo pudiera subir hasta su lomo. Fue entonces, una vez que llegué a la cima, que me di cuenta de lo verdaderamente alto que era como lobo. Yo, con mi 1,60 de altura, jamás había mirado desde esa perspectiva y era realmente increíble. Derek hizo un ruido y se movió nervioso. Supuse que era su señal para que me agarrara lo mejor que pudiera para comenzar a correr, así que eso es lo que hice. Me agarré a su pelaje como pude y me agaché un poco, para intentar controlar la fuerza que me iba a querer tirar hacia atrás en cuanto él comenzara a moverse. Le di un ligero apretón con mis piernas en su lomo como señal, y entonces él salió disparado hacia delante. Y desde el segundo uno fue una experiencia que jamás podría olvidar en mi vida. 

El viento en la cara, del cual me tuve que proteger bajando aún más la cabeza contra los hombros de Derek. La velocidad a la que todo pasaba a nuestro alrededor, convirtiéndose solo en ligeros borrones sin forma, que lo mismo eran arbustos o lo mismo eran ciervos. Ni idea. Aunque lo mejor fue sentir lo que Derek estaba sintiendo. No entendía como era posible, pero sabía que ese júbilo y diversión no me pertenecían a mí, sino a él. Era como un rayo caliente que se estaba metiendo en mí, y me iba contagiando cada parte de mi cuerpo, hasta que solo quedó él. Casi me quedé sin aliento cuando una voz en mi cabeza extremadamente ronca dijo: "¿Lo notas?". Durante unos pocos segundos me quedé callada sin saber de dónde cojones había venido esa voz. Hasta que llegué a una conclusión que hace apenas un par de semanas me habría parecido la locura más grande del mundo. 

-¿Derek?-dije en un susurro, ya que resultaba muy difícil hablar con todo el movimiento que hacía bajo mi cuerpo para seguir corriendo a esa velocidad. 

-"No exactamente. Soy el Alpha, su parte lobuna."

-Espera. ¿Es que sois dos personas diferentes? 

-"No. Somos uno solo, pero cada uno tiene parte de la personalidad que nos conforma a los dos". 

-Ah... Pues tu humano es idiota. 

-"Lo sé. Es bastante imbécil"-respondió mientras soltaba un suspiro cansado que sonó alto y claro en mi cabeza. No pude evitar reírme por su respuesta. Pero después me quedé pensando en lo extremadamente extraño que era todo esto. 

-¿Cómo es esto posible?

-"Se había escuchado de algunos Mates que tenían la capacidad de comunicarse sin hablar cuando se convertían en lobos, pero nunca imaginé que esto podría pasar entre nosotros ya que..."

-Ya que yo no soy una loba-terminé la frase que él había dejado en el aire. Más que ver, noté como la cabeza gigantesca daba un asentimiento, confirmando lo que había dicho. 

-"Pero cuando he notado que unos sentimientos que no me pertenecían ni a mí ni a Derek me invadían, he sabido que éramos de los afortunados que tienen esta posibilidad"-una enorme alegría le siguió a ese comentario que me contagió por completo. Solté una carcajada que él me siguió al modo lobuno con una especie de aullido extraño. Éste no era como los de aviso a la manada. Éste sonaba... más feliz. Seguimos viajando a toda velocidad por el bosque durante un par de minutos más, inmersos en los sentimientos del otro, cuando fui consciente de que Derek estaba poco a poco reduciendo la velocidad. 

Levanté la cabeza y pude observar de nuevo mi alrededor sin que fueran todo borrones. Más o menos iría a la velocidad a la que iría un caballo a un trote enérgico, y eso podía soportarlo, así que me incorporé. Miré a mi alrededor, sin tener ni puta idea de dónde estábamos. Solo había árboles y más árboles, así que podría considerarse que nunca sabría en qué parte del bosque estábamos, pero mi mente sabía que en esta zona nunca había estado, aunque sí me ponía a pensarlo de manera racional no sabría dar las razones por las cuales sabía eso. Pero a estas alturas había tantas cosas sin explicación que habían pasado a mi alrededor que me lo pasaba todo por el forro de las bragas. 

En ese momento sentí que los músculos de la espalda de Derek volvían a flexionarse más de lo que esta carrera necesitaba, así que me agarré con fuerza a su pelaje. Pensé en un primer momento que era porque iba a lanzarse a la carrera de nuevo, pero no. Solo quería saltar un obstáculo que había encontrado en el camino. Pero durante ese salto una rama de árbol bien grande apareció en mi radar, acercándose peligrosamente a mí. Intenté agacharme o evitarla de cualquier forma, pero eso era claramente imposible. Así que recibí el golpe en todo el pecho, sintiendo como gran parte del oxígeno de mis pulmones salía disparado de mi cuerpo. Noté como me deslizaba por el lomo de Derek hasta que estuve en el aire, cayendo. Curiosamente, todo pasó a cámara lenta, lo cual lo hacía todo mucho peor, porque podía ver de lejos que la hostia que me iba a dar, reiniciaría mi vida de un solo golpe. Y así fue. 

Caí sobre mi espalda bastante fuerte, aunque no tanto como me había esperado en un primer momento, ya que debajo de mí había hierba bastante alta y espesa que ayudó a amortiguar la caída. Pero aún así, el poco aire que me había quedado en el cuerpo tras el choque con la rama, terminó de salir disparado de mis pulmones. Durante unos treinta segundos solo me quedé mirando a la nada, sin intentar coger aire ni moverme. Sentía que podría romperme si lo hacía demasiado rápido. Pero entonces apareció el cabezón del lobo de Derek en mi campo de visión, visiblemente preocupado por mí y haciendo unos gimoteos preocupados que me parecieron muy lindos. Solo entonces mi cerebro reaccionó y le mandó la orden a todos mis músculos para que funcionaran y recolectaran el oxígeno que necesitaba. Di unas cuantas bocanadas grandes, sintiendo como mis ojos lagrimeaban. Cuando el Alpha vio que ya volvía a respirar con normalidad, comenzó a lamerme la cara. Supongo que esa era su manera de celebrar que aún no me había matado. 

-Primero me das una paliza en la vagina, sin dejarme dormir en toda la noche y, ¿ahora me golpeas contra una maldita rama? ¿No crees que hay formas más sutiles de matarme, como un hacha en la cabeza, por ejemplo? A ver si al final me vas a caer peor que Derek-mi voz había salido un poco ronca, pero se entendió todo a la perfección. Y su respuesta fue una especie de carcajada lobuna que no voy ni a describir porque sonó realmente espeluznante para alguien que no estuviera viendo la alegría en sus ojos rojos. 

Mi Mate. Mi AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora