Después de que Jungkook subió al taxi para ir a trabajar, regresé al departamento y me dormí, necesitaba recuperar las energías que había gastado de manera exquisita la noche anterior con él. Desperté justo a tiempo para ponerme de acuerdo con él y encontrarlo para almorzar juntos. Me di una rápida ducha y me dirigí al restaurante que me indicó. Otra cosa se agregaba a la lista de lo que nunca antes había hecho, pedí una mesa sobre la acera, por lo regular pedía en un discreto rincón, pero ahora no tenía nada de que ocultarme, por el contrario, quería que todo el mundo se diera cuenta de lo feliz que era con mi Kookie.
– ¡Kim TaeHyung! – escuché una voz masculina exclamar y levanté la vista que tenía clavada en el menú – No lo puedo creer, ¿qué haces aquí? – agregó y me levanté para saludarlo al reconocerlo.– Esperando a mi novio – respondí extendiéndole la mano y nos dimos un beso en la mejilla.
– Es una broma, ¿verdad? – exclamó incrédulo riéndose.
– No, hace un par de meses que tengo novio... formal.
– ¿En serio ha sido cazado el irresistible Kim TaeHyung? – dijo subiendo sus manos por mi pecho – Es una verdadera lástima, aunque – se lamió los labios – eso no es impedimento para que tú y yo algún día volvamos a divertirnos, como en los viejos tiempos – añadió acercándose peligrosamente a mí y giré la cara para evitar que me besara en los labios.
– Buenas tardes – escuché la voz seria de Jungkook decir.
– Corazón, al fin llegas – dije feliz y lo tomé de la mano para luego besarlo en los labios, quería que quedara muy clara mi relación con el – mira, te presento a un viejo amigo, Minjae, él es Jeon Jungkook, mi novio.
– Mucho gusto – respondió Minjae sin extenderle la mano.
– Igualmente.
Minjae agregó un comentario bastante desagradable y después me dio un beso en la mejilla de despedida, en seguida noté como Jungkook se enfureció más y tuvo toda la intensión de, ¿golpearlo? ¿Sus celos podrían llegar a tanto?, quizá era tan psicópata como yo. Traté de tranquilizarlo, pero seguía reclamándome, a pesar de mis explicaciones.
– Jungkook, hace mucho que dejé de estar con otros hombres – mi cuerpo ni siquiera respondía a otros – grábate esto muy bien aquí – señalé su sien con mi dedo – y aquí – señalé su corazón – El único que me importa eres tú, al único que quiero es a ti, con el único que me interesa compartir mi cama es contigo – musité en su oído y lo abracé – aunque para serte sincero, me da gusto que esto haya pasado, porque tus celos me demuestran cuanto me quieres.– ¿Y todavía te atreves a dudarlo?
– No, pero me encanta confirmarlo – aclaré y lo besé.
– ¿De verdad no ibas a dejar que te besara?
– Por supuesto que no, te lo juro, entiendo tu desconfianza, pero si de algo debes estar seguro es que jamás te engañaría, no tengo ninguna necesidad de hacerlo, ya vamos a comer, anda.
Nos sentamos y en tanto nos llevaban la comida, Jungkook me contó lo que le había dicho su jefe sobre mí, indudablemente el mundo era un pañuelo, jamás me imaginé que él fuera familiar de uno de los chicos con los que salí. Entonces opté con aceptar mi realidad frente a Jungkook, le expliqué que en efecto era así, pero que había cambiado por él, que ya ni siquiera tenía el celular al que me llamaba cuando éramos un par de desconocidos y le di el número de mi celular.
Cuando terminamos de comer lo acompañé a su trabajo. Había decidido prepararle algo especial para la cena, así que fui a comprar todo lo necesario, incluido un hermoso arreglo de alcatraces, que coloqué en la mesa al igual que los cubiertos para dos personas. Me dirigí a la cocina y me puse manos a la obra. En cuanto terminé fui por el a la oficina y al regresar lo sorprendí gratamente, ya que no se esperaba que yo preparara la cena ni mucho menos que supiera cuáles eran sus flores favoritas.
Le serví y hablamos mientras comíamos, le comenté mis planes de llegar desde el viernes a Daegu para el ensayo de la boda de Jihoon, ya que era el padrino, el hizo un comentario gracioso sobre que era mi novio y luego de una serie muy divertida de preguntas que nos hicimos ambos para no dar una respuesta concreta le expliqué que aunque no se lo hubiera preguntado así lo consideraba.
Me hizo saber sus temores sobre lo que mi familia pensaría de el por no ser de mi nivel económico, esas eran patrañas, él era mucho mejor en todos los aspectos que cualquier niño mimado de sociedad, caprichoso y berrinchudo. Jungkook era todo un hombre en el sentido extenso de la palabra, trabajador, entregado, comprometido, me había dado cuenta de esas virtudes en el desfile de Jihoon, así que aunado a su belleza y a su sensualidad lo colocaban muy cerca de la perfección y era mío, por fin podía decir que era sólo mío y, que al igual que yo, mi familia lo adoraría, porque si algo nos habían inculcado mis padres era a no tener prejuicios y tanto ellos como mis hermanos eran las personas más cálidas, amables y amorosas que existían en el mundo y estaba seguro que no le pondrían ningún pero a mi Kookie, además, ya lo conocían.
No lo dejé lavar los platos, quería consentirlo y mimarlo un poco, al día siguiente regresaría a Japón y pasaría un mes completo alejado de su lado, así que estas horas las haría mágicas para él. Había terminado de lavarlos cuando sonó mi celular y me sorprendió sobremanera ver que era él. "¿Qué tenía en mente mi ángel seductor?", pensé mientras sonreía y le contesté.
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Tentación II.
Hayran KurguJungkook y TaeHyung se conocieron de una forma poco común, un desconocido le dio a Jungkook el número del teléfono de TaeHyung. La noche de su cumpleaños lo llamó debido a su soledad. TaeHyung le impuso tres reglas a seguir, sólo se trataba de sexo...