Los relatos de un león vegetarno

#Dofus Dedicatoria: Una escaramuza para rememorar.

Toda historia tiene un principio, y ésta aunque sea un tanto corta, no tiene excepción alguna. En el mundo de Amakna existen muchas rivalidades, algunas son sanas como la que hay entre Moon y sus aprendices en la búsqueda de obtener el poder de su martillo, y algunas otras un poco más toscas y vulgares como lo sería la dualidad eterna entre Djaul y Jiva. Y bueno, lo que se vio en la primera contienda en la arena de Bonta, estando uno de los primeros rivales como en su casa, fue impresionante. Aquí mi voz en off les tiene un resumen de lo acontecido en dicha batalla, inclusive nos llegan imágenes de los fanáticos a las afueras, con todo tipo de increíbles artículos a la venta para disfrutar mucho más la exhibición de apertura de este mejor de 4 enfrentamientos, definitivamente ha sido una mañana increíble en la Ciudad Blanca, algo que Amayiro y sus discípulos no van a olvidar jamás. 

Quien te narra esta historia, debe aclararte también que dicha rivalidad no ha nacido porque sí, sino más bien surgió de una manera competitiva: dos hombres que nunca se habían conocido un día cruzaron miradas, evaluándose el uno al otro, y fue allí donde se dieron cuenta de que no podrían volverse a ver si no fuese a los golpes —como brutos ¡so yopucas!— y así darle a entender, al menos de un lado hacia el otro, quien era el mejor. Raro ¿no lo crees? son ese tipo de situaciones que se dan de la noche a la mañana, sin una explicación, lo único que hierve por tu sangre es ganar y ser el mejor, como aquellos entrenadores de mascotas que hay repartidos por el mundo, pero quizá esto denote un tono con un poco más de seriedad.  

La noticia corrió la voz por todos los rincones de Amakna y fuera de ella, tanto así que fue capaz de llegar al Conde Kontatrás en unas pocas horas, lo cual él no le dio importancia alguna. Grandes celebridades del Mundo de los Doce acudieron a dicho evento, pues su magnitud se hacía resonar por quienes se veían involucrados en la contienda, dos extraordinarias personalidades que, pese a no conocerse, ya eran bastante reconocidos en el bajo y alto mundo de la sociedad amakneana por sus hazañas personales en varias modalidades. Unos días antes, jóvenes que querían ganarse unas cuantas monedas, repartían panfletos a 10.000 kamas con información pertinente a las luchas y a sus luchadores, aunque he de decir que realmente no tenían un serio talento artístico, sino más bien un serio problema con las manualidades, porque vaya pinta tenía el panfleto, sé recalcar eso sí su buena ortografía, una de cal y una de arena.