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Encélado Compton miraba como las ágiles manos de sus estudiantes materializaban la secuencia de bases nitrogenadas para el gen D4DR, codificante para la proteína receptora de la dopamina. —¡Alto! El tiempo ha concluido. Los alumnos soltaron sus lápices electrónicos.

—Por favor, todos dejen a un costado su modelo para revisarlos por mesa.

Compton se aproximó a los pupitres florantes. Con una tableta cristalina bajo el brazo, registraría el nivel de calidad de cada trabajo. Una rápida ojeada era suficiente para saber cuál modelo había cumplido el requerimiento adecuado a la perfección, y cual tendría problemas. Se detuvo al frente de la imagen de un muchacho de cabello rubio y rizado. La experiencia le había dotado para detectar un número "anormal" de secuencias sin necesidad de contarlas.

—Señor Ridley, ¿Está seguro de su modelo? —Yo... pues... —Ha titubeado. Si bien valoro la confianza en ustedes, está bien que no esté seguro en su totalidad ¿Sabe por qué? El chico negó con la cabeza y Compton entonces sostuvo una pieza de resina de la estructura, y aplicando un poco de calor en ella, la desensambló del modelo.

—Su modelo del gen D4DR es "demasiado largo" ¿Lo ha notado? Encélado alzó la pieza para que toda la clase le viera. —La frase minisatélite la ha repetido más de once veces, lo que es un terrible error ¿Sabe lo que esto significa?

Una joven de cabello violeta alzó la mano. Encélado sabía que el muchacho conocía la respuesta. Quizá habría sido un error de nerviosismo o simplemente se le fue un poco la mano con las repeticiones, pero sabía que estaba demasiado abochornado como para contestar. Terminó por ceder la palabra a la entusiasta alumna.

—Señorita Hamer ¿Podría ilustrarnos? —Una larga secuencia del gen D4DR codificará escaza cantidad de la proteína receptora de dopamina en las redes neuronales, convirtiéndole en un sistema ineficiente.

—¡Muy bien! ¿Ahora puede ver su error, señor Ridley? Encélado, entusiasmado por la fluida explicación de su estudiante, se acercó al pizarrón interactivo.

—La dopamina —Mostró la estructura orgánica de la molécula en el pizarrón— funciona como un neurotransmisor que regula la presión sanguínea y la "motivación del cerebro". La cantidad de dopamina suministrada por nuestro cerebro está regulada por las proteínas que funcionan como receptores de dopamina en las terminaciones sinápticas de las neuronas —Cambió a una imagen de dos neuronas en sinapsis—Seguramente han escuchado el viejo dicho de que todos somos curiosos, en bioquímica significa, todos tenemos dopamina; pero no en las mismas cantidades. Una recepción ineficiente de la dopamina, es decir, no ser sensibles a ella, hace que la persona sienta curiosidad, por lo que podría desarrollar una personalidad aventurera y exploradora. En otras palabras, se desarrolla una insaciable curiosidad porque sus receptores son ineficientes en la sensibilidad a la dopamina y busca regular la cantidad de esta con sucesos "excitantes", aun cuando sea a trompicones. Por el contrario, cuando los receptores son muy sensibles a la dopamina y por lo tanto hay muy poca circulando por el cerebro, la curiosidad disminuye. Prácticamente a la persona no le interesa nada. Sin ánimos, puede ocasionar una depresión aguda y desembocar en el suicidio.

Encélado notó que la señorita Hamer volvía a levantar la mano. Le cedió la palabra de nuevo. —Si un receptor ineficiente es el origen de la curiosidad ¿Esto no significa algo bueno? ¿A caso no deseamos personas curiosas e investigadoras? No veo inconveniente que un número mayor de secuenciaciones predispongan a ser aventurero ¿A caso un genio no es un curioso insaciable?

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