♡ Epílogo ♡

4.8K 398 64
                                    

El viento soplaba con fuerza moviendo el suave cabello castaño de la joven. Sus manos sujetaban con fuerza aquel pequeño vaso de café que acababa de comprar.

Sus ojos estaban puestos en aquella vidriera, observando con una gran sonrisa en su rostro el cartel que anunciaba la llegada de un nuevo libro, su libro, su historia.

La emoción que sentía en aquel momento hacia latir su corazón con tanta fuerza, no podía creer que la habían publicado, luego de tanto esfuerzo y dedicación, su historia sería conocida por todo el mundo.

Ni en sus mejores sueños sentía la misma emoción que la invadía en aquel momento. Se sentía tan bien estar viva.

Luego de observar aquella vidriera una vez más comenzó a caminar por las calles nevadas londinenses. Aquellas que la había acompañado durante todos sus últimos.

Una brisa helada de invierno hizo que sus manos se aferraran aún más al pequeño vaso, en busca de su calor. A pesar de la baja temperatura que había, la menor adoraba aquella época del año, porque, luego de tanto tiempo, era la mejor época para estar acompañada de la gente que la amaba.

Estaba camino a su departamento, cargando con las bolsas de regalos que tenía para su familia, su mente estaba tan distraída en todo lo que debía preparar para aquellas fiestas que no se dio cuenta de la persona que chocó con ella.

—Oh, lo siento —se disculpó levantando su vista y topandose con dos gemas azules que la observaron con intensidad, calidez, y sobre todo, amor.

—Leah... —el hombre sonrió al reconocer a la joven, las mejillas de la menor tomaron color rápidamente.

—Niall...—habia pasado tanto tiempo desde la última vez que la había visto en aquel hospital. Se veía tan distinta, su cabello castaño acababa en puntas rubias y onduladas. Sus labios cargaban con un brillo rosado que hacia juego con su rubor natural y su cuerpo, que era cubierto por una gran chaqueta ajustada, se veía más ondulado, casi como si fuese un reloj de arena, igual de grande y hermoso como lo recordaba.

—Guau... Yo... Ha pasado tiempo —El artista sonrió ampliamente enseñando su dentadura.

—Ya lo creo. —Contestó animada, sus labios llevaban una gran y bella sonrisa. —¿Cómo has estado? —preguntó interesada en saber sobre él, pues habían pasado 3 años luego de que el hombre se había marchado.

—Bien, volví de Irlanda. Estuve estos años intentando encontrarme a mi mismo, no he logrado pintar nada luego de... Bueno, ya sabes. —la joven asintió, y es que el mayor había desaparecido del ojo público después de apartarse de la menor. —He vuelto porque quiero retomar mi estudio y empezar a enseñar. —la joven sonrió enternecida al oírlo —Será un estudio de dibujos para todos.

—Eso es increíble, estoy segura que te irá genial. —Aseguró la castaña con una gran sonrisa.

—Y... ¿Qué ha sido de ti? —interrogó con sus manos en sus bolsillos y su mirada bajo, estaba sonrojado.

—Bueno, luego de que salí del hospital comencé terapia. —la menor lo observó —Era lo que debí haber hecho en un principio pero... No se, supongo que quería lograr amarme sin necesitar de nadie. —Confesó algo avergonzada —Pero lo logré —aseguró, el artista sonrió impresionado —Cuando tú te fuiste yo... No pude decirte nada porque te amaba. Y no era juzto que tu me quisieras y yo no pudiese hacerlo, por eso aprendí a amarme para poder amar a alguien más. —los ojos del artista no se apartaban de su mirada —Jamás deje de amarte, Niall. Yo creí en tus palabras. Y aún lo hago... —Él hombre no tenía palabras para lo que estaba escuchando, su diosa, el amor de su vida lo había estado esperando.

—Dios... —no pudo evitar sonreír ampliamente y acercarse aun más a la menor. —Dime por favor que no sales con nadie, musa. —la joven río por lo bajo y asintió.

—Aún no habia hallado a esa persona. —comentó apoyando una mano sobre el pecho del mayor —Aunque tal vez... Puede que acabe de chocar con ella.

—Diosa... —las manos del hombre la envolvieron por la cintura —te extrañe tanto...

—Yo también lo hice, Niall. No sabes cuanto. —Él artista mordió su labio al observar su mirada puesta en la suya, reviviendo todo aquel sentimiento—Fuiste lo mejor que me pasó en la vida y no merecías estar conmigo, no mientras no supiese quererme.

—Leah... —el hombre tomó su mano y comenzó a dejar pequeños besos en ella.

—Sufrí demasiado tu perdida, muchas veces quise ir por ti, estar a tu lado pero... No era justo, tu no debías pelear mis batallas. —aseguró con algo de tristeza —y sé que fue lo mejor que pude haber hecho, porque ahora puedo ver con claridad las cosas. —el hombre sonrió ante su suave sonrisa, sus labios llamaban tanto su atención que no pudo evitar acercarse a ellos para besarla. La menor lo detuvo, apoyando su dedo sobre los labios del hombre y apartandolo levemente con una pequeña sonrisa. —Tal vez deberías salir primero, ya no soy esa Leah que tú conocías, ahora soy la verdadera yo—aseguró. —Soy más segura y sé lo que quiero, Niall. —sonrio

—Bueno, entonces.... ¿Te gustaría salir conmigo, musa? —La menor río por lo bajo.

—Lo siento, Ni, pero debo encontrarme con Dalia y Kendra. Festejamos navidad junta. —aseguró — ¿Qué tal si mejor vamos a una cafetería, ahora, donde halla mucha gente que nos vea comer y luego... Nos escondemos un rincón donde poder... Estar solos? —Habló con picardía mientras acariciaba el pecho del hombre sobre su ropa.

—Mmm... Me agrada la verdadera Leah. —contestó con una gran sonrisa. —Todo lo que tu desees, musa. —susurró rosando sus narices con suavidad.

—¿Por qué sigues llamándome así?

—Porque tu eres mi musa, Leah. Mi mayor inspiración, la mujer que me vuelve loco. No he logrado sacarte de mi cabeza y siempre que dibujo algo estas tú. Eres mi hermosa musa y siempre lo serás.

—Entonces... Andando, Daddy.



~Fin~





Y llegamos al final de esta historia, de verdad les agradezco el enorme apoyo que le dieron, se que tarde demasiado con la historia, tuvo sus largos parones y en verdad lo lamento, pero aquí estamos, en su fin, y es gracias a todo el amor que le dan día a día. En verdad los amo dulzuras, son increíbles y sé que siempre lo digo, pero es la verdad.

Espero seguir en contacto con todos ustedes en mis otras historias y las que vendrán en un futuro.

Los amo mucho y gracias por todo.

-AYI ❤️

Beautiful Muse © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora