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ㅡ ¡L-lo siento! ¡Y-yo no quería h-hacer eso! ㅡ

Kokichi se sonrojó aún más, cubrió su rostro con sus manos, mientras que Shuichi miraba al pequeño, avergonzado, definitivamente no esperaba que el chico apoyase su mano en su entrepierna, ni mucho menos soltar un gemido. Para ser honesto, Shuichi no penso que eso fuese fel todo malo, en verdad, le gustó. Aún así, no podía hacer nada, era demasiado pronto como para acelerar las cosas, ¡No quería asustar al pequeño! Y estaba seguro de que el peli-morado no había desarrollado sentimientos por él tan rápido, era simplemente imposible. El más alto era el único tonto enamorado a primera vista.

ㅡ I-iré al baño... ¿P-puedes prender la radio? ㅡ

Shuichi habló, sin esperar respuesta, se dirigió al baño, dejando a Kokichi solo en el salón. El pequeño quitó sus manos de su rostro, soltando un suspiro pesado y sintiendose más que nervioso. Claramente entendiendo a lo que iba Shuichi. Luego de unos minutos, fue en busca de Shuichi, mala idea.

ㅡ ¿S-Shu? ¿Todo en orden..- ㅡ

Jadeos. Escuchó jadeos y pequeños gemidos al otro lado de la puerta, Kokichi no debería de escucharlo, pero aún así, no se alejó, se quedó allí, con su oreja apegada a la puerta como si nada. Unos minutos después, apenas escuchó la llave del lavamanos, salió corriendo del lugar, volviendo a sentarse en el sofá, tragó duro y tomó su celular, comenzando a revisar sus redes sociales, y esperando que Shuichi no se hubiese dado cuenta.

ㅡ Hey, no creas que soy tonto ㅡ

El peli-azul se acercó a Kokichi, empujándolo suavemente contra el sofá dejándolo recostado, colocó una de sus piernas entre las del peli-morado, tarareando. La respiración de Kokichi se cortó ligeramente, mirando a Shuichi nervioso. Al ver los ojos llorosos del pequeño, Saihara no pudo evitar sentirse mal, pronto alejandose.

ㅡ ¿No crees que es injusto que me hayas escuchado gemir? Te dije que encendieras la radio pequeño pervertido ㅡ

Ouma miró hacia otro lado avergonzado, tenía razón, ¡Apenas lo conocía y ya había arruinado esto! Dios.. era un idiota.

— L-lo siento... —

Shuichi soltó un suspiro y se encogió de hombros, pronto ahuecando el rostro de Kokichi con sus manos y acariciando con suavidad, chasqueando la lengua cuando el pequeño desvió la mirada.

ㅡ Hey, mírame, ¿Si? No te preocupes, no debes avergonzarte, ¿Está bien? No hiciste nada malo... ㅡ

El peli-azul depositó un beso en la frente de Kokichi, levantándose del sofá, camino hacia la cocina y riéndose ligeramente, mientras que el peli-morado se sentó en el sofá, avergonzado, con la mirada baja y sus mejillas teñidas de un notable carmesí. Trató de cubrir su erección con uno de los cojines en el sofá, soltando un suspiro pesado.

ㅡ Iré a cocinar algo, debes estar hambriento. Puedes usar el baño si lo necesitas. ㅡ

Shuichi soltó una risa ante el sonrojo del pequeño, Dios, era tan adorable.. Ouma asintió y se dirigió al baño, no tomaría demasiado, solo unos pocos minutos..

🥢

En cuanto Kokichi acabó, lavó sus manos y humedeció su rostro, dandose unas pequeñas palmadas en sus enrojecidas mejillas. Esto era tan vergonzoso.. ¡Ouma no solía ser del tipo el cual se excita tan facilmente! Sus hormonas se estaban volviendo locas.. en especial con un chico tan lindo como Shuichi a su lado.

A pesar de aquello, Shuichi no parecía molesto por la actitúd de Kokichi, y no pudo evitar fijarse en su sonrisa y como brillaban sus ojos. Saihara seguro era alguien raro.. ¿Tal vez del tipo que les gusta las cosas extrañas? O quizá era alguien al cual le gusta experimentar cosas nuevas. Sin darle mayor importancia, Kokichi sonrió al ver el plato con ramen que Saihara le había dejado en frente, agradeciendole, comenzó a comer. Se sentía tan feliz.. hacía bastante tenia que comer de aquellos ramen instantaneos o simplemente no comer nada, ¡Algo de comida casera nunca venía mal!

— ¡E-está delicioso! Gracias.. —

Shuichi simplemente sonrió y comenzó a comer, admirando al pequeño frente a él. Demasiado adorable para su corazón.

Aquella noche, Kokichi durmió en la cama de Shuichi mientras que el más alto durmió en el sofá. Bueno, no realmente. Se entretuvo sacando fotos del pequeño y consultando con uno de sus buenos amigos (y quien le ayudaba a conseguir información) Byakuya sobre la vida de Kokichi, recolectando la mayor información posible.

— Oh Ouma-kun.. de hoy en adelante eres mío.. —

🥢

Terminé por cambiar el final de este capítulo casi por completo, odié mucho como pasaba tan rápido y finalmente me dieron los huevos de cambiarlo, también empezaré a agregar más capítulos y si, lo siento, archivaré los demás, incluyendo el final, por que si no no hará sentido. Gracias por su comprensión. Besos, ustedes ven donde.

— Missa

❝ Cause i love you! ❞ ¦ Saiouma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora