Imaginación vivaz

216 18 17
                                    

- T-te juro que lo vi! Estaba en la ventana! De MI cuarto!!!- el niño de la sudadera azul con orejas de conejo le contaba histericamente a su hermano como esa misma mañana, antes de partir camino a la escuela, fue testigo de otro "suceso paranormal". Asegurando que habia divisado una sombra observandolo desde la ventana de su propia habitación.

Al parecer, ese tipo de encuentros se estaban volviendo muy comunes para el niño y siempre lo dejaban muy agitado.

El rubio, por su parte, resopló con fastidio, no era la primera vez que Aiden le venia con esos cuentos.

-Quizas era la sombra del vecino de al lado, tu ventana y la suya se alinean perfectamente.- razonó con lo mas logico que se le vino a la cabeza, pero mentía, pues era sabido que los vecinos de al lado casi nunca paraban en casa, por lo tanto lo que recién explicó no podia ser del todo posible. Solo esperaba que Aiden lo pasase por alto y lo dejase tranquilo.

No habia sido mas de un mes desde que habían terminado de mudarse y Aiden ya catalogaba la casa nueva como el abismo de sus terrores. No era el unico eso si, muchos vecinos le habian preguntado en ocaciones si él mismo no habia sido testigo de algún suceso extraño, pues le aseguraban una y otra ves que esa casa estaba maldita.

Una mega exageración con lo que realmente era.

Habia intentado convencer a Aiden de que todo era parte de su imaginacion vivaz, que tantos videojuegos de terror le habian jodido el cerebro. No fue muy efectivo, solo consiguio un berrinche en respuesta.

Para Chris no habia nada fuera de lo normal. Toda casa venia con sus trucos se repetia.

Por otro lado Aiden estaba más que seguro que no podia ser él unico al que le pasaran aquellos encuentros sobrenaturales.

Su madre trabajaba la mayor parte del dia, y cuando estaba en casa apenas si tenia energia para funcionar como ser humano, probablemente no notasé una silla flotando frente suyo. Su hermano siempre le hacía de menos, firmemente afirmando que todo era parte de su imaginación, refutando sus experiencias paranormales con hechos racionales y poco convincentes. Pero Aiden no es imbecil, no es un niñito que se asusta de su propia sombra, él mismo busca explicaciones logicas para lo que vé y en muchas ocasiones, nada puede explicar aquellos encuentros.

Por eso, furioso y ofendido por la respuesta vaga de su hermano, se cruzó de brazos y se encogio en si mismo. Siguiendo con recelo a Chris.

Apenas la casa de los horrores aparecio a la vista, el menor fue alentizando un poco sus pasos. Cada vez tenia menos y menos ganas de volver allí. Preferia mil veces más el apartamento mugroso ese en donde vivian antes.

Chris se volteo al empezar a sentir la presencia de Aiden alejarse. Encontrandolo parado en el medio de la acera, cabizbajo y ausente.

Acercandose al niño, posó una mano delicadamente sobre la cabeza de este. -Mira, sé que estas asustado, fue un cambio muy repentino. Ciudad nueva, casa nueva... -

-Traumas nuevos, -completabá el más jovén, causandole risa al adolescente.

-Estaremos bien, Aiden. -Rió, -Los fantasmas no existen, loquito-.

Se alejó del menor no sin antes revolverle el cabello juguetonamente, dejandoselo hecho un lío, a lo que el azabache no tardo en hacer un escandalo y empezar a perseguir a su hermano mayor mientras este huia entre risas a ocultarse en la casa nueva.

Ninguno realmente consciente de la presencia que los observaba desde una de las ventanas de la segunda planta.

-... -

.
.
.
.

Ya tarde en la noche, Aiden se preparaba para ir a la cama, se habia puesto su pijama de ovnis y se habia arropado junto con su muñeca y mejor amiga, Huggles.

Tan pronto como cerró los ojos para descansar, volvio a abrirlos en un santiamén cuándo un lento y agonizante chirrido se escuchó por toda la habitación. Petrificado, no quiso averguar que carajos fue aquello. Pues sentía que no se encontraba solo nuevamente, y aquello que le estaba haciendo compania estaba justo detrás suyo.

Temblaba en su sitio, hundiendose lo más que podia en su cama y abrazando a Huggles con fuerza. Deseando que la cama se lo tragase ahi y ahora cuándo el chirrido se volvio a escuchar.

Tapado completamente por las sabanas, estaba a punto de llorar, apenas si podia respirar no sabia si porque las sabanas lo estaban asfixiando o por si estaba por tener un ataque de panico. Se habia propuesto salir corriendo de allí, pero la puerta de su habitacion estaba justo a un lado de donde provenia aquel perturbador sonido.

No veia nada desde su posición pero de alguna forma sabia que lo que estaba provocando eso estaba dirigiendose en su dirección.

Se acercaba y lo sabia, lo sentia cada vez más cerca y más cerca, ahogo un sollozo cuando supo que lo tenia justo al lado suyo.

Una mano arrancó las sabanas que lo cubrian de repente y él casi desgarro su propia garganta al gritar aterradamente esperando lo peor.

- Aiden!?-










Cortito y consiso como mis ganas de vivir ahre okno, el siguiente capitulo sera mas largo lo prometo alv

Ahorita mismo no se escribir, solo llorar :'v




ImperceptibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora