Por poco

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—Me estoy hartando de comer cosas dulces todos los dias. —hablo el niño con cara de reproche aunque ahora mismo estuviera engullendose tres galletas una tras otra.

Yo llevo harto de ti desde que pisaste esta casa. —decía el peliverde desde su asiento en la mesa. Chris solo se frotó entre el medio de los ojos sintiendo venir una jaqueca, era demasiado temprano para lidiar con los dos.

—Agradece, hay chicos que no tienen nada para comer. —

—Entonces cocinales postres a ellos. —

Ted estaba a punto de abalanzarse sobre el mocoso con tal de darle una buena tunda pero Chris levantó una mano para frenarlo, disimulandolo como si ahuyentase a una mosca molesta.

No era como si Ted pudiera tocar a Aiden de todas formas, su mano traspasaría el cuerpo del ojiceleste como si nada. Ted solo era capaz de tocar a Chris hasta donde sabia.

Pero aquello no impedía que le lanzase algo desde el otro lado de la habitación.

Por lo que Aiden termino recibiendo una caja de cereal voladora por la nuca.

—AH! —

—Puta madre. —renegó el rubio, viendo que era incapaz de mantener a esos dos a raya.

—Viste eso!?!? —

—Desearía que si pero estoy cansado y miope, ya sabes. —

—Es en serio, fenomeno!?!? —El niño estaba echando humo por las orejas, Chris solo se encogió de hombros y volvió a apoyar su cabeza entre sus brazos. O lo intento al menos, pues Aiden le lanzó una galleta mordida por la cabeza.

Ted dio una especie de risa/exclamación de sorpresa ante la acción y los hermanos solo intercambiaron una pequeña guerra de miradas enfurecidas antes de que empezaran a pelearse.

Al parecer la bulla termino por llamar la atención de la única adulta de la casa, quien tuvo que dejar de hacer sus cosas para intervenir. Cuando el ojigris la vio asomarse por la puerta de la cocina, flotó hacia ella fingiendo consternación. Sabia que ella no podía verlo ni oirlo pero le gustaba pretender que interactuaba con los vivos de todas formas.

—Señora, no los pare por favor, es lo mas entretenido que he visto en decadas. —

—Basta ya.  —Dijo esta en tono firme con sus manos sobre sus caderas. —Y Chris, no le arrojes cosas a tu hermano. —

El rubio se indignó. —YO!?? Yo porque?? —

Miró a Aiden con bronca y este solo le sacó la lengua.

—Aiden! —

—Perdón mamá. —

—Debi haber arrojado algo mas pesado? —Preguntó el fantasma a su lado. Chris también le dedico una bonita y cariñosa expresión que se interpretaba como "Vas y chingas a tu madre." 

—Nos vamos en unos minutos, Aiden, ve por tu mochila. —El niño obedeció pero no sin antes darle unos últimos gestos groseros a su hermano a espaldas de la adulta, Chris entorno los ojos con molestia. 

Kate se quedó en la cocina con Chris en lo que se servía una rápida taza de café antes de tomar sus llaves y salir corriendo rumbo a su trabajo. Dejandole las tipicas indicaciones al adolescente para que este se encargue de los deberes caseros en su ausencia. A todos los cuales él asintió con la cabeza, asegurandole a su progenitora que los cumpliría como siempre solia hacerlo y que no se preocupara. 

En eso el pequeño apareció por las escaleras anunciando que ya estaba listo, Kate se terminó el resto de su café en un sorbo algo largo y tomó las llaves del auto mientras salía. 

ImperceptibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora