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Yeji llegó tarde ese día a su casa.

Debía de admitir que la casa de Im Hyunjin era enorme e impresionante.

Hubo un momento que se perdió en el trayecto de la cocina hasta la habitación de juegos en el tercer nivel. Solo había ido por un vaso de agua pero de un momento a otro no sabía en qué puerta era la habitación correcta.

Anduvo dando vueltas por un rato hasta que el padre de Hyunjin, el cual creía que tenía un rostro algo intimidante salió con una laptop y algunos papeles de una habitación. Yeji chocó con el sin darse cuenta.

Yeji era valiente pero estaba aterrada en esa enorme casa, así que anduvo con un puchero y sorbiendo de su nariz, pensaba que se quedaría pérdida en esa casa por siempre.

Para Jaebeom fue algo inesperado encontrarse con la pequeña. Desde que la vio al llegar algo en su corazón se encendió. Y esa vez, un escalofrío corrió por su cuerpo.

Al ver los ojos llorosos y la nariz roja de la pequeña sólo quiso abrazarla, cargarla y consentirla.

Yeji hizo una pequeña reverencia y se disculpó por tropezar con él y siguió su camino sin rumbo.

Jaebeom la vio abrir una puerta, asomar su cabezita y ser cerrada con un leve sollozo detrás.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó el mayor a lo que Yeji se sorprendió. - ¿Te perdiste?

Primero vio una cierta duda en los ojos y expresión de la niña para luego ver como más lágrimas caían por sus mejillas y se aferraba al vaso de agua, que ya no tenía nada.

Jaebeom se agachó a su altura, le provocaba cierta ternura y compasión al verla.

- ¿Quieres que te lleve con Hyun...- antes de que terminara la oración la niña se abalanzó contra el y escondió su rostro en su pecho mientras sollozaba.

Jaebeom se quedó estupefacto, no sabía cómo reaccionar a lo que solo le dio leves palmadas en la espalda.

- Esta bien, a cualquiera le pasa. Todos se pierden en alguna parte. Yo me perdí una vez en un centro comercial cuando tenía más o menos tu edad. - Yeji levantó la vista para ponerle mayor atención - Estaba aterrado intentado buscar a mi mamá. Hasta que un oficial me encontró y me llevó a la estación del centro comercial para anunciar por los parlantes que estaba en ese lugar. - Yeji seguía sorbiendo y una que otra lágrima se le escapaba - Mi mamá llegó en un instante. Lloré mucho y luego me compró un helado. Hasta el día de hoy, me he perdido más veces de las que crees - Yeji soltó una ligera risa haciendo que sus ojos desaparecieran.

A pesar de la risa las lágrimas no cesaban. Jaebeom le limpió las lágrimas y luego le levantó el rostro para que lo viera.

- ¿Quieres ir a la cocina por helado? Tenemos de muchos sabores, luego te iré a dejar con Hyunjin, ¿qué te parece la idea?

La pequeña dudo un rato para luego solo asentir muy tímidamente.

Jaebeom se iba a incorporar pero la pequeña se lo impidió al seguir aferrada a su playera.

- ¿Qué sucede? - la pequeña tenía escondido el rostro pero señaló a las espaldas del mayor a lo que este volteó sigiloso - ¿Te da miedo la oscuridad? - preguntó al ver el pasillo que estaba más oscuro, ya que estaba empezando a anochecer. La niña solo asintió. - Entiendo, ¿quieres que tome tu mano? - la pequeña negó. Jaebeom no sabía de qué otra forma llevarla a la cocina hasta que una idea cruzó por su cabeza - Entonces...¿me permites llevarte en brazos?

Los ojos de la pequeña se iluminaron, siempre había soñado en que su padre la cargaba, daban vueltas y luego la llenaba de mimos y besos. Para Yeji el papá de Hyunjin ya no era intimidante y a pesar de a penas conocerlo le transmitía confianza. Su olor la tranquilizaba.

Jaebeom la tomó cuidadosamente para cargarla. Era muy ligera y pequeña. Hyunjin ya no dejaba que lo cargara. Decía que ya era un niño grande.

- Siempre soñé con esto - dijo la niña mientras posaba su cabeza en el hombro de Jaebeom.

Im no sabía a qué se refería pero no le importó. Pensó que sería raro cargar a una niña que acababa de conocer pero...se sentía tranquilo.

Al llegar a la cocina Jaebeom le preparó un enorme tazón de helado. Se contaban anécdotas entre ellos, los dos reían. A Yeji le gustaba eso. Quería un papá como Im Jaebeom.

A los pocos minutos llegó un alterado Hyunjin, luego de ver la escena protestó por no haber sido llamado a la reunión de helado.

Cuando dieron las 7 de la noche los Im estaban dejando a Yeji fuera del edificio en donde vivía. Jaebeom le preguntó si quería que la acompañara pero dijo que no se molestará.

Al llegar a su casa, espero solo unos minutos para escuchar las llaves de su madre ser introducidas en la perilla.

No esperaba más por contarle lo genial que la había pasado y que deseaba que algún día su padre fuera como el de Hyunjin pero todo cambió de rumbo cuando vio entrar a otra persona detrás de su madre.

- Yeji, te quiero presentar a alguien. Kim Mingyu, mi novio.

Y la sonrisa de Yeji se borró por completo al ver al hombre sonreirle.




que todo fue repentino pero necesito que Jaebeom sufra :3

Aunque los niños también lo harán.

Espero que les guste.

Los amo mucho 💕

I Fall In Love, AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora