Capítulo 13

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A la mañana siguiente los pájaros cantaban alegres en las ramas de los árboles, Plagg el Dragón estaba dormido y el Príncipe ... ¿?... ¿Ya estaba levantado y preparando desayuno?

Buenos días Escritora.

¿Y eso? ¿Qué haces despierto? Son las nueve de la madrugada.

Es un día muy especial. Hoy voy a conocer a la mujer más rica del mundo. Me levanté desde temprano y me fui a bañar al río.

¿Cómo conseguiste comida? ¿Cómo hiciste la fogata?

Confiando en la vida puedes hacer milagros, Escritora.

El olor del guisado, que el Príncipe cocinaba en una fogata perfectamente hecha, despertó al Dragón.

Buenos días, he dormido como un bebé. ¿A qué huele?

Preparé un poco de desayuno, ¿gustas?

Sí, ya digerí y tengo hambre.

Los dos comieron y más tarde que temprano estaban otra vez recorriendo el camino.

Caminaron sólo una hora y de pronto, entre los árboles, pudieron ver una pequeña chimenea humeante. Cuando llegaron a la casa a la que pertenecía la chimenea, se encontraron con una pequeña choza humilde, hecha de paja y madera; en el pórtico había una mujer sentada en una mecedora leyendo un libro.

El Príncipe se acercó a ella.

Buenos días.

Buenos días -dijo la mujer echando una mirada por encima del libro.

Era una mujer apiñonada claro, más bien era como rosada, el pelo completamente rojo, aunque no se veía una mujer vieja. Llevaba unas gafas muy chistosas y un overol azul con playera blanca, era una mujer delgada, estaba descalza.

¿Quiénes son ustedes?

Soy el Príncipe Adrien, este es Plagg mi Dragón y la mujer que acaba de describirla a usted es la Escritora.

Mucho gusto -dijo la mujer. ¿Les puedo ayudar en algo?

Sí, estoy buscando a la mujer más rica del mundo. ¿Usted sabe dónde la puedo encontrar?

¿Y para qué la estás buscando? -preguntó la mujer.

Este... no lo sé en realidad.

Si la estás buscando para pedirle dinero -dijo la mujer frunciendo el ceño, olvídalo, no te lo dará.

No, no la estoy buscando para eso. Aunque no nos caería mal.

¡No le van a sacar un sólo centavo! -concluyó la mujer regresando a su lectura.

No, no le quiero pedir dinero.

Entonces, ¿para qué la buscas? -inquirió la mujer.

En realidad me recomendaron que la buscara.

¿Quién te lo recomendó? -preguntó la mujer  sospechosa.

Pues Nooro me dijo que...

¿Nooroo? -interrumpió. ¿Nooroo te mando con la Mujer Más Rica del Mundo?

Así es, él me recomendó que...

¡¡¡Shhhhü! -la calló la mujer , pensó un poco y después murmuró como para sí. Entonces ya debes de estar listo.

¿Listo? ¿Para qué?

Para recibir tu riqueza -le dijo la mujer de forma natural.

¿Riqueza? ¿Somos ricos? ¿De qué riqueza me está hablando, señora...? ¿Cuál es su nombre?

Y colorín colorado Miraculous aun no se ha acabado// Adaptación MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora