Capítulo 19

15 0 0
                                    

A la mañana siguiente todos estaban ya desayunando, el Príncipe había preparado unos ricos huevos y leche, en su cara se veía tranquilidad.

He tenido un sueño extraño -comentó el Príncipe .

¿Y qué soñaste?

Soñé con una mujer que era adivinadora y en mi sueño me decía que tenía que visitarla.

¿Y dónde vivía? -preguntó Wayzz.

De hecho soñé que vivía cerca de aquí, al otro lado del pozo de agua fresca.

Qué curioso.

Tengo ganas de ir a investigar.

¡Ay, Dios!

El sueño fue tan real... yo creo que no tendría nada de malo investigar, ¿o sí, Wayzz Prudencia?

No veo ninguna razón para no hacerlo -contestó Wayzz mientras se acababa su lechuga.

Está bien entonces, iremos acabando de desayunar.

Y así fue...

A las doce del día, el Príncipe Adrien ya estaba en el pozo de agua fresca con Wayzz metido en una de las bolsas de su pantalón y Plagg el Dragón sentado en el piso, mirando.

Creo que la casa estaba por aquí, sígueme Plagg.

El príncipe se adentró en el bosque seguido por el Dragón temeroso.

No pasó mucho tiempo cuando se encontraron afuera de la casa que el Príncipe había soñado.

Es exactamente como la soñé -dijo Adrien sorprendido.

Una mujer estaba adentro, la podíamos ver a través de la ventana, estaba platicando con alguien, de pronto dejó de hablar y volteó directamente a nosotros.

Un extraño escalofrío recorrió nuestros cuerpos. La mujer se levantó y desapareció de nuestra vista. La puerta se abrió, era la misma mujer, tendría aproximadamente... muchos años, se paró en la puerta y se le quedó viendo a El Príncipe fijamente.

Has venido a buscarme, ¿cierto? -le dijo la mujer con una voz extraña. Te estaba esperando.

Anoche soñé con usted, señora.

No me digas señora -le dijo la señora ups, perdón, le dijo... ¿?

Llámenme Alya -le dijo Alya. Ven, entra -y lo invitó a pasar a la casa.

No era una mujer fea, tampoco era guapa, ni mucho menos bonita, no sabría como describirla, parecía una...

¿Bruja? -me preguntó Alya.

No, no quiero usar esa palabra porque no creo que parezca una bruja Alya, pero sí tiene ese aire extraño como de...

¿Bruja? -me insistió Alya.

Que no... ¡ya está! La palabra correcta sería: hechicera.

Las hechiceras son brujas -me dijo Alya sonriente.

Eso sí no lo sé, pero como éste es mi cuento y narrar es lo único que me ha quedado por hacer, prefiero llamarla hechicera en lugar de bruja... espero que no le moleste.

De ninguna manera. ¿Pero por qué no mejor me llamas Alya?

Está bien. No era una mujer fea, tampoco era guapa, ni mucho menos bonita, era más bien Alya.

Ves que fácil, a algunas cosas es mejor llamarlas por su nombre -me dijo Alya. Pasen, son todos bienvenidos.

¿No está ocupada?

Y colorín colorado Miraculous aun no se ha acabado// Adaptación MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora