Y colorín colorado Miraculous aun no se ha acabado// Adaptación MLB

Capítulo 16

Ha pasado el tiempo entre capítulo y capítulo.

Para empezar el Príncipe
Adrien y Plagg el Dragón no sólo pasaron una noche en el castillo de Chloé la Princesa Azul, llevan ya más de dos meses. Pero nadie se queja, Chloé se ha portado como todo una dama. Trataré de resumir un poco la estancia de Adrien durante este tiempo para que todo esté claro.

Para empezar el desayuno maravilloso que había prometido la Princesa se cumplió y en verdad fue maravilloso. Adrien y Chloé han tenido todos estos días para conocerse y platicar y platicar y platicar. Ella se ve feliz y él está verdaderamente fascinado.

El Dragón ha estado muy tranquilo porque aquí, con la Princesa, no ha tenido nada a qué temer. La Princesa ha llevado a el Príncipe a nadar al río; han montado a caballo, tienen cenas románticas a la luz de la luna y en general se respira un aire de fin de cuento.

En este momento se encuentran platicando junto a la fuente, es una noche clara de luna llena, Plagg el Dragón anda divertido corriendo por el jardín y la Escritora ha dejado solos a los Príncipes, porque Chloé se lo ha
pedido de la manera más atenta. Pero puede ver sus siluetas a lo lejos.

Hace rato que platican, se han abrazado, Adrien le dio un beso a la
Princesa y viene corriendo para acá.

¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! -evidentemente, algo no podía
creer el Príncipe.

¿Qué paso?

¡Me lo ha pedido! ¡Me ha pedido que me case con ella!

¿Y qué le dijiste?

¡Que sí!

¿De verdad? ¡Felicidades, Príncipe!

Gracias Escritora, de verdad muchas gracias. La boda será en una semana
y están todos invitados.

Y la semana pasó rápidamente. Fue una boda grandiosa, desmedida,
extraordinaria y fenomenal. La Princesa lució un hermoso vestido blanco bordado y el Príncipe un traje muy elegante. Los dos se veían
despampanantes pero sobre todo felices.

Todos estamos reunidos afuera de la iglesia despidiendo a los novios que
se van ya de viaje. Han planeado una luna de miel fantástica.

La Princesa se despedía de todos los invitados y el Príncipe guardaba las
maletas en el carruaje.

Plagg El Dragón estaba feliz, porque como ya sabemos, Adrien no se puede deshacer de él, así que se va de viaje con ellos también, será una luna de miel atípica, pero no por eso dejará de ser increíble.

El Dragón estaba sentado en el techo del carruaje, sonreía como si fuera
él quien se hubiera casado, los novios se despidieron y el carruaje echó a
andar.

El Príncipe Adrien había encontrado todo lo que siempre soñó; venció al
miedo, se escapó de la torre, aprendió de la vida, encontró el amor y ahora le
esperaba un futuro lleno de felicidad.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

El carruaje se detuvo de repente, la puerta se abrió, Adrien bajó
rápidamente y caminó a la Escritora.

¿Estás loca?

¿Y ahora qué?

Aquí no se acaba el cuento, apenas está comenzando.

Pero Príncipe, te vas de viaje, ya estás casado, tu vida está hecha, ¿qué
más quieres?

Quiero saber qué pasa después.

¿Saber qué pasa después? ¡Este cuento va a ser eterno! No puedo narrar paso a paso tu vida.

Está bien, está bien, estoy de acuerdo... Nos vemos en diez años.

¿Qué?

Nos vemos en diez años, para saber qué pasó, ¿te parece?

Príncipe...

Por favor, Escritora te lo suplico.

¿Mi amor? -sacó la cabeza Chloé la Princesa Azul por la ventana del carruaje. ¿Pasa algo? No queremos perder el tren, ¿verdad?

Sí -le gritó dulce el Príncipe. No te preocupes, en un segundo estoy
contigo -y después se dirigió a la Escritora con ojos suplicantes y cara de inocente. Estamos de acuerdo Escritora, ¿verdad? ¿Verdad que me vas a hacer ese favor? ¿Verdad que vamos a ver si mi vida sigue siendo maravillosa en diez años? ¿Verdad? ¿Verdad que no me vas a dejar solo? ¿Verdad que puedo confiar en ti?

Está bien, está bien, ¡verdad, verdad, verdad! Nos vemos en diez años.
Disfruta de tu viaje y muchas felicidades, te lo merecías.

Muchas gracias Escritora, te quiero -corrió al carruaje, se subió.

Yo también te quiero, Príncipe.

El carruaje arrancó con el Dragón encima y desapareció a lo lejos. Se
fueron a su luna de miel.

Y nosotros nos veremos en diez años.