Capítulo 15

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El Dragón y la Escritora llegaron por fin al castillo cuando ya casi estaba obscureciendo, se habían perdido por muchas horas, habían estado dando vueltas en círculo por culpa de Plagg el Dragón y sus miedos de niña y estaban bastante cansados.

Pero no estás enojada conmigo ¿verdad?

La entrada al castillo era enorme y estaba bien cerrada, la Escritora y Plagg el Dragón se encontraban afuera desde hace ya una hora, no habían tocado porque el Dragón temblaba y gritaba cada vez que la Escritora le suplicaba que tocara la maldita puerta, el Dragón no hacía nada de lo que la Escritora le pedía.

Pero no estás enojada conmigo, ¿verdad?

La Escritora, ignorando al Dragón, se dispuso a narrar, para que el lector se dé una idea del lugar donde estaban parados... ¡Desde hace una hora por culpa del Dragón!

¡Híjoles! Creo que sí está enojada conmigo.

Era un jardín muy bonito, grandes árboles perfectamente podados adornaban los largos caminos que se entrecruzaban alegres bordeados de flores de muchos colores. El jardín estaba lleno de bancas para sentarse a descansar y en medio de todo esto, una fuente enorme de piedra tallada que dejaba escuchar el tranquilizador sonido del agua brotando. De verdad era un jardín precioso.

¿Por qué no vamos a la fuente para escuchar el tranquilizador sonido del agua brotando?

A lo lejos se escucharon unas risas.

Eran las risas coquetas de el Príncipe, que seguramente se la había estado pasando fenomenal mientras nosotros estábamos perdidos.

En efecto, a lo lejos venían caminando la Princesa y el Príncipe, se detuvieron un momento y después la Princesa se fue. El Príncipe caminó hacia nosotros. Sonreía contento.

He tenido una tarde encantadora, la Princesa es muy divertida y hemos platicado muchas horas.

Sí, como siete para ser exactos.

Perdónenme, pero es que el tiempo se me fue volando y no pensaba en nada. Hace rato que los vi llegar a la puerta del castillo, pero no quise venir a interrumpirlos porque los vi platicando muy entretenidos.

No estábamos platicando, estábamos discutiendo.

¿Y qué discutían?

Pues yo le pedía a Plagg que tocara la puerta y él se negaba... Básicamente eso.

La Princesa me ha pedido que pasemos aquí la noche, ha preparado habitaciones para todos y mañana nos ofrecerá un elegante desayuno repleto de ricos manjares.

A mí me suena muy bien.

Está bien, es tu cuento Príncipe, ¿no? Porque mi cuento ya dejó de ser desde hace 99 páginas.

Está un poco molesta. No me preguntes por qué.

Pasaremos aquí la noche. ¿Y ahora qué?

Ahora nada, vamos a dormir.

¿Y ya? Pero si acabo de empezar el capítulo 15.

¡Relájate, Escritora ! La vida es maravillosa. ¿Qué importa que aquí termine el capítulo? ¿Qué importa que tengas que comenzar uno nuevo? Si todo fuera tan sencillo como eso... ¡Disfruta! Confía en la vida, no te preocupes por lo que va a pasar. No puedes tener control sobre todas las cosas. ¡Relájate!

¡Pero es que éste es MI cuento!

Estoy seguro de que mañana amanecerás de mejor humor -y diciendo esto, con una enorme sonrisa en la cara, entró al castillo.

Qué le vamos a hacer, ¿no? -el Dragón entró tras él.

Y la Escritora se quedó sola.

He de confesar que el Príncipe tiene razón. ¿Qué importa que aquí termine el capítulo? ¿Qué importa que tenga que comenzar uno nuevo? Si todo fuera tan sencillo como eso. La verdad es que el Príncipe está muy feliz y a mí este cuento me esta gustando mucho. Y como parece que todavía hay otro tanto que contar, nos veremos en el capítulo 16, querido lector.

Y colorín colorado Miraculous aun no se ha acabado// Adaptación MLBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora