As The World Falls Down

Regreso a Londres

-¿Cómo estuvo tu viaje?-

Me puse de pie abriendo las cortinas blancas, dejando ver el cielo grisáceo y los edificios que nos rodeaban, la vista que brindaba la calle Brooke en Hanover Square.
Terminé de acomodar los maniquíes de la esquina, colgando un cuadro de la torre Eiffel que había traído para él.
Le daba un toque más a su oficina de paredes beige.

Volví a sentarme sobre la alfombra blanca bajo el estante de libros, el chico de cabello castaño y flequillo, dibujaba sin parar, sus dedos, incluso su frente, estaba manchada de tinta oscura, el bolígrafo sonaba una y otra vez bajo la luz blanca de la lámpara.

Me coloqué las botas que descansaban cerca suyo y pensé en su pregunta.

-Fue muy bello- dije apenas, suspirando, volviendo a reproducir en mi mente las bellas calles de piedra y olor a pan que emanaban algunas tiendas.

-Pura mierda, fue mágico ¿o no?- soltó una risita, como si conociera algún secreto

-¿Por qué lo dices?-

-Has estado risueña desde que regresaste, pero también te noto molesta-

Fruncí el ceño. Había pasado una semana desde mi regreso. El frío y húmedo Londres me recibía, mi casa, toda mi vida, mi hogar. Sin embargo no hablaba tanto de mi experiencia, sólo de la sesión que había ido a hacer y la gente de la editorial correspondiente allá, habían sido muy gentiles.

-¿Pasó algo que no sepa?- alzó ambas cejas de forma graciosa

-No- le sonreí, acercándome hasta su escritorio para besar su mejilla, limpiando con mi dedo el rastro de tinta manchada en su piel -Tienes razón fue mágico-

-Pienso llevar a Paul en unos meses- continuó hablando antes de que pudiera emocionarme -Tengo un trabajo para ti nena, uno muy bueno, llevará algunos días pero la paga es excelente-

-¿De qué trata?-

-La revista contrató a un grupo de modelos importantes de aquí, me pidieron el mejor equipo y obviamente pensé en tí-

-No me sorprende- bromee un poco, haciéndolo rodar los ojos

-Como sea, tienes trabajo, los modelos llegarán de un viaje mañana, los veremos el viernes a medio día para iniciar la primera parte- sacó algunos dibujos y tela, mostrándome bocetos de un traje azul elegante -Tengo bastante mierda creativa en mi cabeza, necesito un trago-

-No, necesitas escribir tus ideas- jugué con su pelo

-Si todo sale bien, me convertiré en editor oficial de la revista, lo anunciarán en la gala de fin de mes, no más competencias con el incompetente de Stuart- sonrió triunfante

-Creo que si necesitamos ese trago, hay que brindar-

Tomó mi mano con una sonrisa

-Hay que brindar-