-Entonces encaré a esa maldita y le dije, cariño si tienes algún problema habla con el gerente de recursos humanos pero ¡oh sorpresa ese soy yo!- golpeó la mesa con su puño echando una carcajada maliciosa
-¿Y cómo reaccionó ella?- rió el castaño mirándolo con ojos brillantes, prestándole toda la atención del mundo
-Casi se mea del susto, ¿Quién se cree para llegar a mandar a todos? lleva dos días trabajando, me encargaré de que la despidan-
-Que malo- besó su mejilla sonoramente, yo sonreí al ver al par de tórtolos enamorados -Voy a ver por qué mierda tardan tanto nuestras bebidas, ya vuelvo-
Vimos como hacia zigzag entre la gente hasta la barra, habían varios esperando sus copas, de pie impacientes, peleando con el chico tras el mostrador que al parecer era nuevo.
Al girarme me encontré con los ojos hazel de Paul, mirándome fijamente con una ceja levantada, haciendo que sus pestañas largas lucieran más.-¿ya me dirás por qué esa cara de velorio?-
-Fue un día largo- me encogí de hombros restándole importancia, haciendo que volviera a golpear la mesa
-Esa excusa me la sé de memoria, dime que pasa-
-Nada- juguetee con las servilletas, había estado pensativa desde que salimos del edificio, todas las risas y charlas a nuestro alrededor no me contagiaban en absoluto, quería estar en mi casa rodeada de todas mis cosas para volver en sí.
Estaba agotada.
-Si no me lo dices me enojo- advirtió tratando de ponerse serio, pero el puchero caprichoso le delataba.
Cuando se molestaba sus mejillas se tornaban rápidamente de rojo, y me era divertido ver eso. Esperé a que volviera a insistir, hasta que sus orejas adoptaron ese color también.
-¿Alguna vez has desperdiciado una propuesta?, bueno, no exactamente, algo que sientes que querías que pasara pero te negaste-
-Uhh, no- se llevó el dedo a la boca pensativo -Siempre hago lo que quiero, es difícil porque sé que algunas personas se sienten traicionadas, por ejemplo el otro día John quería comprar sábanas verdes, ¿te imaginas? ¡Verde limón con las cortinas chocolate! ¡Que horror! Yo quería las blancas y ni sus reclamos me hicieron cambiar de opinión, blancas quería y blancas se quedaron-
-Paul no me refería a eso- solté un suspiro derrotada, ni siquiera yo me entendía era mejor dejar ese tema por la paz. -Olvidalo-
-¡Es que no me explicas! como quieres que... ¡Ajá! Conozco esa mirada, ¿decepción amorosa?-
-No- traté de cambiar el tema, pero me había descubierto, incluso si yo no estaba completamente segura, estaba atrapada en una pelea infantil que obviamente él terminó ganando -¡De acuerdo! ¡Bien! Si, creo que alguien me gusta, ¡pero es un platónico y ya!-
-¿Quién es? ¿Lo conozco?- alzó ambas cejas con picardía
-Del trabajo, es uno de los modelos para el proyecto de John, hablamos un poquito en París-
-¿Como? ¿Se vieron en París?-
-Lo conocí allá, sólo hablamos un poquito, pero fue...- pensé en la palabra correcta para describirlo; casi podía transportarme de vuelta al olor caro de perfume, el ruido de las motos y bicicletas, los niños corriendo y gritando con tono francés, el color naranja del cielo, y luego las estrellas frente al arco del triunfo, todo me pareció mágico al lado de ese hombre, sin embargo nada así volví a sentir cuando volvimos a cruzar palabras.
-¿Fue?- esperó a qué continuara pero John volvía con las copas en alto
-Te cuento después-
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As The World Falls Down
FanfictionUn encuentro en París con un bohemio hombre puso de cabeza la vida de una fotógrafa de Londres. ‹‹Historia corta | David Bowie x Lectora›› • Se prohíbe la copia o adaptación de ésta historia • Contenido +18 en algunos capítulos