As The World Falls Down

Sesión

-Para éste proyecto, en mi opinión, éstos modelos son los que más le gustarán a la editorial, ya sabes-

John deslizó cuatro fotografías, era la modelo de piel morena y hermosos ojos, el chico de la tina de baño, y para mi desgracia David, y claro su novia que tenía un perfil divino.

Yo me limité a asentir con la cabeza, aún no le perdonaba que me hubiera abandonado en aquél bar, apenas había pasado dos días de aquello y era nuestra primera charla sin pelea después de haber ido por mis llaves.

-Quita esa cara cariño, ya te pedimos disculpas-

-Ni me lo recuerdes, ya estoy olvidándolo- miré de nuevo los modelos, específicamente a David.

Era bello. Elegante, de rasgos preciosos y mirada misteriosa. Y hablaba tan bien, tan caballeroso, con ese maravilloso acento suyo.
Pero tenía novia ¿no?.

-¿Y cuando es la sesión?- suspiré pesadamente sin ánimos

-En media hora-

Casi escupo el café

-¿Como? ¡Ibamos a ver el vestuario hoy!-

-Estuvimos tensos en los últimos días, tuve que tomar decisiones drásticas- señalo todo el equipo que traía conmigo -Tienes todo no te quejes-

-Pero... pero John, hoy ni siquiera me vestí bien- dije aterrada. Había traído un suéter de cuello y pantalones sueltos, en negro, con zapatos blancos; pasando por alto el cepillo para cabello y el maquillaje. Se supone que era una reunión con John, no el trabajo.

-Estás perfecta, ahora vamos toma tus cosas debemos irnos al estudio- guardó todas las listas, bocetos y plumas en un maletín, tomando las llaves de su auto.

Al salir del elevador hacia el estacionamiento, me hice una coleta, intentando disimular el desastre de maraña que traía conmigo. Guardé todo e inició la marcha.

-No puedo trabajar así lo sabes, debes dejar mensajes-

-Intenté llamarte, odio que no respondas rápido-

-Si si- rodé los ojos. Me miré al espejo, ¡Cuanto deseaba un lápiz delineador! -¿A qué hora dices que será la sesión?-

Lo miré esbozar una sonrisa maliciosa. Como un personaje malvado creando su plan.

-Ya inicio, todos están esperando-

-¿De qué estás hablando? ¡¿Ya inició y tu manejas tan lento como un escarabajo?!-

-La vez pasada Madame Leonore Marie me hizo esperar mucho, sólo le demuestro que conmigo no se juega, mi tiempo es tan valioso como el
suyo-

-Eres vengativo- negué con la cabeza y una sonrisa, porque así era él y no había manera de reprocharle.

Para cuando nos acercamos al estudio, John estacionó frente a un callejón al lado del edificio, todo el equipo ya estaba ahí. Habían retirado las macetas con palmeras y puesto el panel pegado a la rejilla de alambre que separaba el ancho pasillo del estacionamiento. Las luces colgaban de las paredes pero estaban apagadas.

-¿Por qué en el callejón?- pregunté curiosa, colgando la mochila con mi equipo sobre mi hombro, mirando los modelos y la señora Leonore sentados en banquitos cerca de la acera. Ya estaban vestidos, y parecían fuera de lugar, ahí a un lado de la calle con ropa elegante sobre sillas pequeñas. El chico de los ojos claros estaba siendo maquillado, y a la rubia le cepillaban el cabello. Nadie parecía contento. John lo habría logrado.

-Por la iluminación, no quería nada artificial, quiero el sol- puso una sonrisa fingida -¡Madame! Ya estamos listos para iniciar-

-Mon Dieu! John, pensé que no llegarías-