ACLARACIÓN: ESTE NO ES UN LIBRO DE FILOSOFÍA
El libertinaje universitario tiene nombre y apellido: Mercy Rodríguez.
-¿Es irónico, no?
-¿Qué cosa, Mercy?
-Que siendo profesor de filosofía sepas tan poco de la "sabiduría del amor".
-¿Q...
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En mi vida sólo he estado seguro de dos cosas; la primera es que jamás debes intentar rascarle las pelotas a un pitbull; y la segunda es que si una chica quiere algo de ti, tú se lo das, sin importar que, si eres un tonto y una chica se apiada de ti, tú te quedas y no lo arruinas. O eso decía mi abuelo.
—¡Hola, Liam!— saluda Sarah.
Me encontraba en la cafetería al otro lado de la calle principal frente al campus, la cafetería donde mi amada estudiante Mercedes decidió hacer un comentario la semana pasada.
—Sara... ¡Hola!— me sonreía como siempre que me saludaba y bueno, pues yo no tenía mucha opción más que hacer lo mismo.
—¿Emocionado por lo del viernes?— pregunta.
—Ah... claro. ¡Claro que sí!
—Genial— dice sincera con su dulce voz.
Pero y luego, luego no sé qué más decir, y ese es el problema; cuando estoy con ella me congelo, su belleza me deslumbra o algo parecido porque no soy capaz de formar una oración.
—Oye... y ah...— vamos di algo —¿Te gusta el arte contemporáneo?— bien hecho.
—Creo que sí- dice un poco dudosa —. No sé mucho de arte pero todo forma de arte es bienvenida— levanta los hombros y da una pequeña pero perceptible carcajada.
—¡Que bien! Porque pensaba llevarte a una galería durante muestra salida.
—Suena estupendo, estoy ansiosa.
—¡Bien!— meto las manos en los bolsillos tratando de pensar en que más decir.
—Oye, ya me tengo que ir, tengo clase— pone una mano en mi hombro derecho —hasta el viernes.
Se despide con la mano y da media vuelta y camina hacia la salida con su compra de café en mano.
—Hasta el viernes, a las siete... ¡Mándame tu dirección para recogerte!— digo medio gritando para que me pueda escuchar por la distancia.
No dice nada, pero un segundo antes de abrir la puerta e irse, voltea la cabeza un poco y me da una de sus espectaculares sonrisa, afirmando todo.
¡Dios! Esta mujer es Afrodita.
~
—Hola, señora Parks— saludo a la adorable viejita de la recepción una vez estoy en el lobby de la entrada principal de la universidad, este es el camino más rápido a mi salón de clase.
—Hola. Liam.
Voy directo a mi primera clase del día, y Dios, apenas es miércoles, pero ya siento como si hubiera tenido toda toda una aventura que contar en el futuro, con princesas y caballeros de brillante armadura...
