17: Te Tengo

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    -¿Cuándo la besaste fue de lengua? ¿O era de los que duran poco?- me pregunta Mercy sacándome totalmente de órbita

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    -¿Cuándo la besaste fue de lengua? ¿O era de los que duran poco?- me pregunta Mercy sacándome totalmente de órbita.

    -¡¿Qué?! ¿Por qué quieres saber eso?

    -Sólo tengo curiosidad y me aburro- levanta los hombros.

    Se levanta de la cama de mi habitación, donde estaba recostada, porque aparentemente ser su amigo implicaba que podía cruzar totalmente con las líneas de mi privacidad.

    -Fue un beso normal...- digo para tratar de callarla. Mientras trataba de decidir que ropa ponerme para la ocasión

    -¿Cómo un beso normal?- la veo y ella insiste -Vamos, quiero saber qué es lo que tiene a Sarah tan enganchada contigo.

    -No fue un beso lo que hizo que le gustara a Sarah.

    -Entonces debes besar mal..- cruza los brazos.

    -¡No beso mal!

    -Lo que digas- dice arrogante.

    -¡No beso mal!- le repito.

    -Entonces demuéstramelo.

    -¡No!- me niego.

    -Gallina.

    -No soy un gallina.

    -Si no me quieres besar es porque eres un gallina o no besas bien y no quieres que yo me entere.

    -¡Ninguna de las dos!

   Se levanta de mi cama con una sonrisa retadora e inclinando su cabeza con los brazos cruzados.

    -Entonces ven aquí y demuéstralo.

    -Okay, ¿sabes qué?, estoy harto.

    Estoy harto en serio, así que no sé lo que hago hasta que me di cuenta de que tenía las mejillas de Mercy entre mis manos y sus labios junto con los míos. ¿Dios, en serio estoy besando a Mercy? ¡¿Qué hago?! Ella sabía qué hacer, pues empezó a mover sus labios a un compás lento y agradable y sus manos se apoyaron en mi pecho.

    Paramos y ella se aleja. Dios, eso fue para nada desagradable. No pensé nunca en besarla pero hacerlo fue muy sorpresivo.

    -Wow, no besas mal- me alaga. Toma su bolso y se dirige a la puerta -. Pero yo no presumiría.

    Y sale de la habitación dejándome sin saber qué ha pasado, de nuevo.

~

    -¿Lista?- pregunto a Mercy, pues se supone que ella ya debería de estarlo. Estaba poniéndose labial.

    -Bien- rueda los ojos y da la media vuelta para verme, estaba viendo su reflejo en el espejo de mi recibidor.

Sabiduría del Amor (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora