Liam
Okay, debí haberlo sabido desde el primer momento en que lo vi o siquiera lo pensé. Toda esta situación es como un clásico cliché de comedia romántica, de esos que te topas los sábados por la noche en algún canal de televisión al azar. Ósea, un chico que desesperadamente quiere conquistar a la chica y sale de su zona de confort para hacerlo... Suena como ya algo antes visto, pero supongo que no tengo nada que arriesgar, no con mi triste vida.
—Listo, aquí podemos charlar en privado —digo abriendo la puerta de mi oficina y dejándola pasar.
—Está bien —responde abriéndose paso por delante de mí hasta sentarse en el borde de mi escritorio, inclinándose con sus manos sosteniendo la madera.
Me quedo en el centro de la habitación observándola, expectante, tal vez no es la mejor estudiante del campus o la más amable, pero su confianza es algo a lo que no le puedo quitar mérito..
—¿Y... ahora? —me pregunta con desespero, tal vez me le quede viendo por mucho tiempo.
—Tú dime —levanta los hombros—. Eres la experta.
—No soy una experta —rueda los ojos y alza los hombros por un segundo—. Sólo soy buena observando y asumiendo cosas a partir de ahí.
—Sí, lo noté en la cafetería. Gracias por tu impresión, por cierto —cruzo los brazos sobre mi pecho.
—De nada —contesta como si hubiera sido un halago de verdad y con una sonrisa sin dientes—. Y sí no te importa es lo único que diré sobre mí. ¿Y qué tienes planeado para la cita?
—Amm... —pongo mis manos en mis bolsillos— ¿Cena y espectáculo? —lo sugiero porque es lo típico que se hace, ¿no?
—¿Me estás diciendo o pidiendo permiso? —entrecierra sus ojos.
—Amm... Diciendo.
—Si quieres parecer un hombre decidido no comiences una oración con "Amm", el primer consejo que te voy a dar es que debes tener seguridad y una buena actitud, pero bueno arreglaremos tu problema de confianza después... Continúa —hace un ademán con su mano.
Decido ignorar su nada cortés comentario y continuar.
—La puedo llevar a un bonito restaurante italiano y luego tal vez...
—No espera —pone su mano en señal de alto—. ¿Italiano? ¿Predecible, no?
—¿Qué tienes en mente?
—Sé de buena fuente que la señorita Clark ama un restaurante de sushi ubicado en el centro.
—Bueno, el sushi no suena tan... tan mal —levanto los hombros.
—¿Y el entretenimiento?
—Hay una galería de arte contemporáneo esta semana, no debe ser difícil conseguir boletos...
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Sabiduría del Amor (EN EDICIÓN)
ChickLitACLARACIÓN: ESTE NO ES UN LIBRO DE FILOSOFÍA El libertinaje universitario tiene nombre y apellido: Mercy Rodríguez. -¿Es irónico, no? -¿Qué cosa, Mercy? -Que siendo profesor de filosofía sepas tan poco de la "sabiduría del amor". -¿Q...