—¡Alastor me estás lastimando, suéltame!—Forcejeó con el demonio para obtener su libertad , puesto que este la tenía fuertemente sujeta de ambas muñecas y le dirigía una mirada severa. Las palabras de Charlie llegaron a oídos sordos. Alastor estaba completamente poseído por sus más bajos instintos y la causa de su repentina conducta hacia ella había sido causada por un simple coqueteo de parte de un completo desconocido hacia su amada Charlie. Esta acción hizo hervir la sangre del demonio de la radio como nunca nada lo había hecho. Ahora su cabeza estaba llena de ideas innovadoras y de múltiples formas con las cuales podría asesinar a sangre fría a cualquiera que se atreviera a acercarse a su querida Charlie otra vez.
—No estarás pensando en engañarme...¿verdad , cariño?—La empujó con fuerza contra la pared haciendo que emitiera un leve gemido de dolor a causa de su brusquedad.
—Y-Yo jamás haría eso...—Habló con titubeos en su voz , estaba aterrorizada. Ambos eran demonios , pero Alastor era mucho más intimidante que ella sin duda alguna.
—Me gustaría creerte, querida. Realmente me gustaría hacerlo...—Acarició delicadamente su rostro sin dejar de mirar sus grandes ojos negros adornados por sus largas y espesas pestañas oscuras.—Pero me es imposible cuando me demuestras lo contrario—Su sonrisa sádica se ensanchó aún más.
—E-Estás equivocado , yo nunca...— Fue callada por una bofetada que la derribó al suelo.
—Nunca debí sucumbir a mi atracción por ti en primer lugar —La fulminó con la mirada para después retomar la compostura de poco a poco.—Ese ha sido mi único error, Charlie...—Ella lo miraba con lágrimas en los ojos , puesto que a pesar que él fuera un desgraciado con ella. Aún así Charlie tenía sentimientos por el.
—Ya no hablaré con nadie más...— Bajó la mirada y su tono de voz se apaga a la vez que comenzaba a sollozar.—Siempre estaré a tu lado, lo prometo. Solo contigo. —Bajó la cabeza en una demostración de sumisión total hacia Alastor. Provocándole una inmensa satisfacción que logró cambiar su semblante de molestia por uno alegre en cuestión de segundos. Una enorme y grotesca sonrisa se formó en su rostro. Sin decir más , la envolvió entre sus brazos para después olfatear el dulce y embriagante aroma de su pareja como si de un animal se tratara.
—Eres mía. Solo yo puedo tocarte. Solo yo puedo hacerte sonreír. Y solo yo puedo poseerte , Charlie...— Aprovechó la distancia casi nula que tenía con la rubia para clavar sus afilados dientes en el pálido cuello de la demonio haciendo que soltara un chillido de dolor. Esta no era la primera vez que la mordía de esa manera tan salvaje. Tenía prácticamente todo su cuerpo cubierto de marcas de mordida como esa , arañazos y moretones que Alastor le hacía cuando se dejaba llevar por sus instintos. Justo como lo estaba haciendo ahora mismo.
—Dilo—Exigió con un tono de voz amenazante mientras él aún seguía lamiendo los restos de sangre que quedaron en su cuello después de su mordida.
—Soy tuya, Alastor. Y de nadie más—Complació las exigencias de su pareja a la brevedad para evitar recibir otro golpe.
[...]
—¡Que gran espectáculo el de hoy, que gran actuación!—Vociferó con su inconfundible voz de locutor de radio. Hoy habían tenido una muy buena jornada de trabajo. Al rededor de quince demonios nuevos fueron a registrarse al hotel. Sin duda un gran logro, no solo para Charlie. Sino también para todo el personal del hotel.
—Eso ha sido genial chicos , sabía que podíamos lograrlo—Sonrío con mucha alegría hacia sus compañeros de trabajo , puesto que nadie había pensado que realmente fuera posible que el hotel tuviera clientes.
—¡Propongo que todos nos embriaguemos para celebrar!—Exclamó Angel Dust con exaltación dirigiéndose a la rubia , para después cargarla como si se tratara de una niña entre uno de sus múltiples brazos y llevándosela al bar del hotel junto a los demás—¡Está vez tu también lo harás, Charlie!—Dijo en un tono alegre y juguetón. La mirada de Charlie se desvió rápidamente en busca de la de Alastor. Para poder detectar si había algún rastro de molestia perceptible en su rostro y tranquilizarlo antes que se enojara aún más. Sintió un gran alivio al darse cuenta que mantenía una expresión despreocupada , acompañada de la misma sonrisa que tanto lo caracterizaba. Gracias a Lucifer que Angel Dust era homosexual, pensó la chica soltando un imperceptible suspiro de alivio.—¡No podrás escapar de esto, linda!—Sueltó a la chica y tomó con cada uno de sus seis brazos una copa de vino para después repartirlas entre todos los presentes. Charlie nunca había tomado alcohol antes, debía admitir que se sentía un poco intimidada de ver como los demás ingerían el vino como si fuese agua mientras que ella solo meneaba la copa sin darle un solo sorbo.—¿Qué es lo que esperas para acabarte eso, niña?—Preguntó con una sonrisa burlona y una ceja levantada.—No me vengas con que no puedes beber porque estás embarazada o una mierda por el estilo—Soltó una carcajada sonora que fue rápidamente contagiada a los demás. Bueno, casi todos. La mano de Alastor fue a parar a la pierna de la rubia mientras le dirigía una sonrisa macabra a Angel Dust.
