Simón:
Pasaron los días, Lili volvió nuevamente a las clases normales, pero como si fuese una persona diferente, se juntaba con amigas, hablaba con ellas y en cada momento que me acercaba a ella me sonreía y me respondía como si fuera algún extraño, ya no teníamos aquella confianza de antes, porque desaparecí en sus recuerdos.
Tal vez era lo mejor, así ella pueda tener una vida tranquila, pero me dolía, no lo entiendo, soy feliz por ella, pero aun así me molesta.
Decidí conversar con la maestra Saya sobre lo que siento ahora, tal vez pueda sentirme mejor hablando con ella.
— Tus sentimientos apenas están floreciendo, aún es difícil pensar en algún futuro... — me decía la maestra.
— P-Pero yo quiero estar con ella...— interrumpí — soy egoísta..., a veces siento que solo quiera estar con Lili y me molesta que no me vea de la misma forma. –expresé con mucha tristeza.
— Simón. – me acaricia la cabeza. – Es bueno saber que estas desarrollando sentimientos por alguien, cada día eso te hacer un poco más maduro.
— No me entiende..., la lastimé, dije cosas horribles y por mi culpa ella...
— Simón. – me agarra los cachetes con delicadeza. — Tú no tienes la culpa, siempre pensaste en querer ser fuerte por ella, aunque escogiste el camino equivocado, eso es parte del aprendizaje de la vida, lo que importa es que nunca quisiste lastimarla.
— Pero lo hice. – me alejé bruscamente. – No quiero esto, quiero que Lili vuelva a recuperar sus recuerdos, que recuerde a su familia y los momentos felices al lado de ellos y también que recuerde todo lo que pasamos juntos, me duele... si pudiera hacer algo yo...
— Simón...
— Vos podés hacer eso...
Escuché una voz extraña y alcé mi mirada para ver sorpresivamente a un chico parado en la ventana de la enfermería con un atuendo verde y orejas puntiagudas dando suponer que tal vez sea un elfo.
— ¡Leo! – expresa la maestra con asombro.
— Nos volvemos a ver hermana. – dice el muchacho.
— Volviste...
— Traje algunas frutas para los pibes y escuché su conversación así que me entró la curiosidad.
— ¿Lili p-puede volver a recordar? – pregunté algo preocupado.
— Si. – manifiesta el chico. – Hay una magia prohibida que puede regresar los recuerdos de la gente, pero para ello vos tenés que sacrificar algo.
— ¿Sacrificar algo?
— ¡Leo! – se interpone la maestra. – No puedes enseñarles ese tipo de magia, apenas son unos niños.
— Saya, percibo inquietud, dolor y esperanza en el pibe, vos tenes a un buen mago en el futuro, además, sho soy fanático del amor y no puedo dejar pasar un corazón roto.
— Leo deja de decir tonterías.
Al saber que podía regresar a Lili como era antes mi angustia aumentó, quería saber cuál era ese hechizo, así mi vida corriera peligro al menos quisiera hace algo por ella.
— ¿Cuál es la magia, quiero realizarla?
— Sho puedo ayudarte, pero antes de todo debes saber qué es lo que vas a sacrificar para lograrlo.
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ZEON: Reencarné en la espada de una chica convertida en el héroe más débil.
FantasyMarcus Johnson, un muchacho de 20 años que vive en la delincuencia desde muy joven, pierde la vida en un ajuste de cuenta y reencarna nada más y nada menos que en una espada. Preso de las dudas inesperadamente se encuentra con un joven guerrero qui...