Zombie; Chronicles

Realidad 4.5 ReTAKE

Monterdville
Mayo 2103
Día 24
(Noche)

—¡Papi, mira! —Samantha me señaló el cielo y vi unos destellos en la noche.

Las luces se multiplicaron y parecían mutar en miles de estrellas que iluminaron el cielo nocturno. La niña miraba de mi a las luces y la alze  en brazos con una sonrisa. Sam estiró las manos e intento atrapar las estrellas fugaces.

—Están muy, muy lejos —dijoMary y le dio un beso en la mano.

—¿Como la cafetería?

Ella y yo solo reímos.

—No, princesa —dije sin desdibujar mi sonrisa—. Mucho más lejos todavía.

Sam fruncio el ceño e intento  calcular la distancia pero no parecía tener referencias más distantes en su mente. Volví a apoyarla en el suelo y María encendió una linterna.

—¿Estás seguro?

Me gire y la gravilla crujía a mis pies.

—Sí, quiero que lo sepa —hice una pausa—, y tú también.

La mujer asintió y sacó un cuaderno de su bolso. Luego se sentó en un banco de piedra y lo abrió. Una brisa primaveral me acariciaba la piel y me lamia los labios. El aroma de una decena de árboles se mezclaba y me  arropaba con su perfume.

—Sam, ven —Mary se dio una palmadita en la pierna—, vamos a seguir con tus clases.

—¡Bueno!

—¿Recuerdas que letra es esta?

—¡Una «M»!

—¿Y estas otras tres?

—¡Una «I», una «N» y una «O»!

—¡Muy bien, hermosa! Sigue…

—Mmm… —la niña se rasco la nariz—. «Mi nombre es» y ¡puso el nombre de papá!

—Eso es y ¿qué más pone?

—El re-loj en mi mu-ñe-ca me ad-vier-te de que son las las 04:13 de la ma-dru-ga-da. La e-lec-tri-ci-dad se ha con-ver-ti-do…

Apoyado en un roble, observe la noche estrellada con las voces de Mary y Sam de fondo. Mi pasado sonaba distante como un eco. Ese día solo tenía tiempo para el presente.

La Luna me espiaba curiosa detrás de una nube y, con un suspiro, contemple otro satélite incendiándose en el cielo. Sam se lo señalaba a Mary con una decena de aspavientos y se te escapo una carcajada. Las luces se reflejaban en el estanque a mi derecha y cerre los ojos durante unos segundos.

De pronto escuche pasos detrás de mi y la calma se hizo añicos. Me gire velozmente y la tranquilidad retorno acompañada de una voz familiar.

—¿Qué hacéis en el Jardín Botánico?

—Disfrutando de la noche —dije inhalando.

Mary saludo y regreso la mirada al cuaderno y Sam la imitó

—El sargento está preguntando por ti.

Inhale una vez más y asenti.

—¡¿Luego me lees tu cuento?! —dijo Sam con un brinco.

—¿Mi cuento? —uní ambas cejas.

—¡El cuaderno!

—Sí, luego te leo mi cuento —me agache, le di un beso y la niña se marcho con Sofia.

—¿Tu cuento? —pregunto Ale con una sonrisa.

Ale caminaba a mi lado y buscaba mi mirada.

—Y ¿Como haz estado?

—Bien —la mire—, Te amo

Ale y yo nos besamos.

—Yo te amo aún mas

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Ale caminaba a mi lado y buscaba mi mirada.

—¿Y cómo está mi amigo Michael?

—Bien —la mire—, ¿y cómo está mi amiga más guapa?

Ale me golpeo en el hombro.

—Déjalo, pirata…