realidad 0.4-INFECCIÓN

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Monterville
Febrero 2102
Día 1
(Noche)

<<<RING!, RING!>>>

Recibí una llamada de aquella mujer con la que pensé pasar el resto de mis días.

-Hola cariño, marque para saber que tal ha ido tu día-

-Un poco agitado y ¿El tuyo?-

-Siempre tan elocuente. Por aquí está todo un poco caótico, nos han encargado un proyect... semana que vie... difícil...

-¿Hola? ¿Eunice? ¿Eu? -

La llamada se había cortado.

Minutos mas tarde cuando llegue a casa...

-¿Dónde has estado?

Mi expresión debió de delatar algo ya que se acerco de inmediato y puso sus manos en mi rostro.

-¿Estás bien?-

-No lo se-

Eunice me tomo de las manos, me ayudo a sentarte en el sofá y apago el televisor.

-Cuéntamelo.-

-Muy bien, pero lo que estoy por decirte es un secreto, nadie puede saberlo-

De a poco, le conté lo sucedido sin omitir detalle alguno. Eunice asentía sin soltar mis manos. Cuando termine de contarle, me observo frunciendo la frente.

-¿Has dicho un virus experimental?-

-Sí.-

Eunice cogió el mando a distancia y encendió la televisión. El sonido de las noticias irrumpió en el hogar y la mire confundido.

Ella me señalo la pantalla. «Lo que ciertos doctores ya han calificado como un caso de Rhabdoviridae, es decir rabia, ha sido ya reportado en varias zonas del país y, según nos confirma nuestro corresponsal en Bruselas, en diferentes partes de Europa también -la joven presentadora transmitía la noticia como si de meros chubascos se tratase-. Varios de estos infectados son violentos, por lo que se recomienda que se les lleven a un hospital lo antes posible».

-Han estado repitiendo lo mismo toda la tarde -Acoto Eunice.
Una pequeña imagen apareció en el extremo izquierdo de la pantalla y la presentadora cambió el tono de su voz. «Es inevitable que, tras conocer estos casos de rabia en humanos, muchos recordemos el incidente de hace unas semanas en el cual el presidente del Banco Central de la FCIT era atacado salvajemente durante una comparecencia en directo por un mandatario del gobierno inglés».

El sonido de agua hirviendo proveniente de la cocina rompió el trance en el que me encontraba y mire a Eunice hambriento.

-Conozco esa cara de empresario hambriento- Me dijo poniéndose de pie-, pongo los spaguetis y comemos en diez minutos.

-Bueno, bueno -dijo Eunice al verme entrar en la cocina-, ¿vas a ayudarme a preparar la cena? Voy a tener que contratar a alguien para que robe tus proyectos mas a menudo-

-¿Qué harías sin mí? -pregunte sonriente abrazándola por la espalda.

-¿Qué haría yo sin ti? Anda, ve a poner la mesa, príncipe azul-

-Una cosa mas- añadí antes de salir de la cocina con los platos y cubiertos -Te amo-

La cena transcurrió de forma rutinaria. La pasta sabía igual que siempre y en la televisión pasan la misma mierda de siempre, que irónicamente yo pago y patrocino.

En la cama Eu me acaricio el cabello y beso mi rostro. El contacto físico parecía alimentar mi agotamiento y tras unos minutos el sueño me envolvió en su manto onírico.

En algún punto de Monterdville

-Uno de 7 esperando instrucciones-

-Limitese a vigilar al Lázaro de Matusalem-

Zombie; ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora