Realidad 4.6 BOSS

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Monterdville
Mayo 2103
Día 24
(Noche)

—Mi nombre es Miguel Cano —continúa una vez había tomado asiento— y soy el coronel de la Base Aérea de Adan en Monterdville. Hace algunas semanas tuvimos una oportunidad perfecta para eliminar un elevado número de infectados en el kilómetro cero del país, pero mi piloto se encontró con un helicóptero vuestro sobrevolando la plaza. Tuve que abortar la misión.

La historia me sonaba y no consegui reprimir una sonrisa.

—¿Todo esto le parece gracioso, Monterd?

Abrí la boca para responder pero 3 golpes en la puerta congelaron mis palabras.

—Adelante —dije un soldado en la entrada.

Entonces mire por encima de mi hombro y vi a Guillen con una gorra roja. El policía suavizó la mira al encontrarte.

—Yo soy el responsable de que Monterd estuviese atrapado en la zona, coronel —se acomodo la gorra e intento ponerse recto—. Si el objetivo de esta reunión es buscar un culpable, la búsqueda puede darse por finalizada.

El coronel dirigió una mirada fría a su nuevo interlocutor.

—¿Usted? —Miguel Cano miro desde su nariz a la figura más pequeña de Guillen—. Sí, ya he oído hablar de usted.

—¿Adónde quiere llegar con todo esto? —los ojos verdes del sargento Judha se entrelazaban con los del coronel.

Los hombres, de igual estatura, se estudiaban con miradas que parecian lasers. Finalmente, el coronel deshizo el contacto visual y junto ambas manos tras su espalda.

—Buena pregunta, sargento. Primero: disciplina. Si nuestro objetivo es liberar a la capital de los infectados, entonces tendremos que respetar la cadena de mando.

Judha reprimió una carcajada.

—Básicamente, lo que quiere es que haga todo lo que usted me diga.

—Lo segundo —continúa el coronel— es demostrarles a todos ustedes que cuando Miguel Cano se propone algo, Miguel Cano lo cumple.

Judha, Guillen, Ale y tú os miráis.

El coronel asintió en la dirección del soldado que custodiaba la puerta. Este camino hacia él y le entregó un instrumento. Miguel Cano apretó un botón, escuche una vozy  la estática resonando en la central de alarmas y luego dijo:

—¿Mike Alpha X-Ray Foxtrot 16?

—Aquí Mike Alpha X-Ray Foxtrot 16 —respondio una voz por la radio—, 3 minutos hasta objetivo ¿autorización?

El coronel paseaba su mirada por la sala, cuando sus ojos recayeron en mi volvio a apretar el botón.

—Mike Alpha X-Ray Foxtrot 16, proceda.

—Comprendido, manténgase a la espera para confirmación.

—¿Qué es todo esto? —protesto el sargento Judha.

—Solo estoy cumpliendo con mi trabajo; como todos deberíamos de hacer.

—¿Y quién decide lo que hay que hacerse?

—Hay una jerarquía, sargento.

—La jerarquía está comiendo sesos ahora mismo, coronel.

Me costaba respirar en la central de alarmas, el aire era cálido y escaseaba el oxígeno.

En ese instante la radio volvio a la vida.

—Aquí Mike Alpha X-Ray Foxtrot 16, 10 segundos para el impacto… 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, … objetivo destruido. Confirmo, Babilon ha sido destruido, Aquí Mike Alpha X-Ray Foxtrot 16 fuera.

—¿Babilon? —pregunta Ale.

El coronel se descruzo de brazos.

—Sol —frunce el rostro y continúa—, hemos concluido la misión. Miles de zombis han dejado de existir en un solo instante. Con suerte, ese tal Oliver seguía allí.

—No lo creo —musite.

El coronel me escucho y no le gusto nada mi comentario.

—En fin, sargento, espero que nuestras próximas misiones sean igual de exitosas. Ahora regreso a la base aérea, ¡mantenga la disciplina, es lo más importante! —se cuadro y saludo.

Judha camino hasta la puerta y le enseño la salida al coronel y a su soldado.

—Gracias por el consejo.

Zombie; ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora