Llegamos a la habitación... los dos estábamos algo nerviosos pero nuestras miradas mostraban el inmenso amor que llevábamos dentro y la pronta necesidad de estar uno en brazos del otro dejándonos llevar por nuestros deseos. Serví una copa del vino que habíamos encontrado entre las provisiones, tenía un sabor delicioso, y se la tendí, mientras Ale la bebía, yo miraba su rostro.. sus labios... sus ojos... esos ojos azul intenso... que eran de un azul tan profundo y con un brillo tan especial que me invitaban a perderme en su mirada, la besé... no era la primera vez que nos besábamos pero sí era la más intensa.
Me alegré de haber bebido vino durante la cena ¡Dios estaba nervioso! era la primera vez que ambos hacíamos el amor, pues el sexo común y sin complicaciones ya lo habíamos probado los dos, tal vez uno más que el otro, pero esto, esto era nuevo y los dos nos sentíamos como adolescentes apunto de besarse por primera vez.
La cama estaba llena de rosas rojas y su fragancia seductora impregnaba el aire de la habitación, el aroma era embriagador y solo se encontraba todo iluminado por unas pocas velas esparcidas por la habitación, había valido la pena venir antes a decorar el cuarto pensaba, cuando ella dijo:
-Antes eras muy guapo..-
-Pensabas que era guapo ¿eh?-
-Mucho, desde el primer momento que te vi...- sonrió.
-Mmmh, pero no tu tipo ¿verdad?-
Se arrojó a la cama, tomó una almohada y me la lanzó.
-¿Quieres dejar de decir esas cosas?-
-Solo si tú me obligas-
-Lo haré- dijo Eunice, abalanzándose sobre mí, acostándome a la fuerza , mientras trataba de inmovilizarme los brazos contra la cama.
Con un movimiento rápido invertí los papeles.
-Ahora eres mi prisionera- dije -puedo hacer lo que me apetezca.-
-Adelante- susurro ella, repentinamente seria.
Demasiado tarde... yo era su prisionero... de su cuerpo.. de sus deseos... de su.. amor...
Comencé a besarla lentamente al principio, pero cuando las cosas empezaron a calentarse ya no pude contenerme. Deslice la mano debajo de su camiseta, acariciándole los pechos, tratando de desabrocharle el sujetador.
Ella me ayudó a quietarle la camiseta por encima de la cabeza y comenzó a desabrocharme la camisa, rasgando la tela un poco en su prisa por quitármela. Le acaricié los pechos con las puntas de mis dedos, tocándola suavemente, apretándole los pezones hasta que ella comenzó a gemir.
¡Dios! Su piel era como el satén y su cabellera sedosa se extendía sobre las sábanas, su olor era limpio, fresco y delicioso.
-Ven, Amor.
Ahora era ella quien me guiaba, buscando la cremallera de mis pantalones y quitándose la falda. Tenía las piernas más hermosas que había visto en mi vida.
Le quité las bragas y las arrojé al suelo. Nos refugiamos dentro de las sábanas
-Que hermosa eres- dije mientras levantaba suavemente las sábanas.
Comencé a acariciar lentamente su cuerpo desnudo, aparentemente sin prisa, me contentaba con acariciarla y tocarla, hasta que sentí que ella deseaba más. Empecé a recorrer su cuerpo con la lengua, trazando pequeños dibujos sobre los pechos y el estómago mientras descendía, hasta que finalmente, mi cabeza estuvo entre sus piernas y mis dedos comenzaron a separarlas para que mi lengua pudiera entrar con mayor facilidad.
Bárbara gimió. Era nuestra primera vez y no estaba preparado ante lo que pudiera ocurrir.
-Relájate, mi niña, relájate y disfruta- dije suavemente borrando el último rastro de los nervios que había sentido, mientras mi lengua entraba y salía con experimentada facilidad.
La devoré con pasión hasta que ella alcanzó el clímax con un prolongado grito de éxtasis. Salí de debajo de las sábanas con el rostro iluminado por una sonrisa, me tendí a su lado y le susurré al oído:
-Te amo-
-Yo también mi niño... pero es el principio...-
Mary comenzó a acariciarme de una manera increíble y comenzó a recorrer mi pecho con su lengua, mientras yo sentía que lo hacía con cierta precaución por si no me gustaba... obviamente me encantaba lo que me estaba haciendo. Así que ella se dedicó plenamente a ello, lamiendo y chupando, dándome pequeños mordiscos amorosos.
-Ahora, relájate y disfruta amor....-
-No tienes que...-
-Sí, tengo- dijo Agos, recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi endurecido pene y provocándome con su lengua- por que quiero hacerlo.-
¿Qué puedo decir?... me entregué al placer que ella me daba.
La tome de los brazos y la acomodé a mi lado y comencé a acariciarla de nuevo. Cuando introduje mis dedos, sentí su urgente deseo y, finalmente, me coloqué encima de ella y me abrí paso delicadamente hacia el viaje de toda una vida. Ella se ofreció a mí sin ningún tipo de inhibiciones.
La penetré lenta y delicadamente, y juntos recorrimos todo el camino.
Cuando todo hubo terminado, la mantuve abrazada, acuñándola hasta que se quedó dormida con una sonrisa iluminándole el rostro.
Los dos habíamos tenido sexo cientos de veces, pero nunca de este modo. Los sentimientos nunca habían formado parte de ello... siendo la más importante.
Sabía que en unos cuantos minutos despertaría y nuestra primera noche juntos continuaría, suspiré, le dije mentalmente que la amaba, y me quedé dormido.
Desperté sintiendo sus labios en los míos y....."
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Zombie; Chronicles
Ciencia FicciónLight novel (Novela ligera) En un futuro distante un apocalipsis zombi azotará el mundo y Michael comenzara un viaje en busca de la verdad detrás de este virus, pasando por dolorosas penas, buenos momentos y difíciles situaciones para lograrlo. Edit...