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acto i,
capítulo ocho,
( emrys )「 Cuando piensas que estás solo,
siempre hay alguien
en la línea de fuego,
luchando a tu lado 」└────── ᘛᘚ ─────┐
Amelie, Gaius y Merlín desayunaban en silencio en la comodidad de las humildes cámaras del galeno. Habían pasado unas semanas desde el ataque de Nimueh hacia el reino, ataque que casi se cobra la vida de la joven hechicera en el proceso de no ser porque Arturo, Morgana y Merlín habían logrado derrotar al afanc a tiempo. La castaña tenía tantas dudas rondando en su mente desde aquel día... ¿Por qué Nimueh la quería muerta? ¡Ella ni siquiera sabía de su existencia! ¿Qué había sucedido con Uther para que aquella sacerdotisa lo odiase tanto? ¿De qué forma su destino se entrelazaba con el de Arturo? Todos parecían saberlo menos ella. ¿Por qué Arturo había decidido arriesgar su vida para salvar la suya? No comprendía cómo él, el flamante y apuesto príncipe heredero al trono, había decidido tomar cartas en el asunto cuando podría haberse quedado en la tranquilidad de su habitación, sin molestarse por la vida de una simple sirvienta. ¿Por qué pondría su vida en peligro por ella? Sólo era una sirvienta que había llegado a Camelot hacía apenas unos meses. Una sirvienta que lo había enfrentado, una sirvienta que se había burlado de él, una sirvienta que lo había abrazado, una sirvienta que casi lo besa. Pero una simple sirvienta al fin y al cabo, ¿no? A Amelie le hubiese gustado poder acercase al rubio príncipe y aclarar de una vez por todas aquellas dudas que ocupaban su mente, preguntarle por qué se había tomado la molestia de ayudarla. Pero no podía. No podía porque Arturo parecía evitarla o, al menos, no lo había visto en aquellas semanas y, en el caso de verlo, ¿qué le diría? No tenía por qué preguntarle las razones que lo habían motivado a hacer lo que hizo. ¡Por Dios! ¡Él era un maldito príncipe y podía hacer y deshacer las cosas a su antojo! Y, claro, también porque cada vez que recordaba aquel día recordaba el beso de Merlín.
Aquel beso había sido, por demás, inesperado. Amelie no tenía otra palabra para describirlo. Sí, no había dudas de que Merlín sabía cómo besar, pero la situación no había ayudado mucho al azabache: la había besado enfrente de Gaius, Morgana y Arturo, la había besado sabiendo que ella tenía sentimientos hacia Lancelot y la había besado sin saber lo que ella sentía por él. Pero... ¿qué sentía Amelie por Merlín? ¡Ni siquiera ella lo sabía! ¡Su cabeza era un lío desde hacía tiempo y parecía no querer solucionarse pronto! La situación tampoco mejoró los días siguientes. Amelie intentó hablar con Merlín pero él la evitaba, o sólo le contestaba con monosílabos antes de huir ruborizado y con alguna excusa descabellada, y la joven no soportaba más aquella situación. Claro que no era el hecho de que Merlín la haya besado lo que no soportaba, sino que no podía concebir la idea de perder al primer y único amigo que había hecho en Camelot a causa de ello. ¡Si tan sólo Merlín se dignase a sentarse a conversar con ella! ¡A aclarar las cosas de una vez por todas! Amelie sentía tanto peso sobre sus hombros, tanta angustia, que estaba segura que en cualquier momento se derrumbaría y no habría nadie para sostenerla.
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𝗥𝗘𝗦𝗨𝗥𝗥𝗘𝗖𝗧𝗜𝗢𝗡 ⎧ merlin
أدب الهواةR ❞ [ ➳ ] oh, gloriosa guerrera kalya, con la carga de la antigua religión surcando tus venas debes huir de tu vida pues tu destino aguarda...