Moon's Destiny - Taekook|Vkook

1.

—¡Jungkook!

Alzo los hombros cuando escucho su nombre ser gritado, exaltandose por el tono alto. Suspiro molestandose internamente y cerro los ojos tratando de tomar con calma lo que se aproximaba.

Lo sentia, y llegaria en solo unos Segundos.

Tres... Dos... Uno..

—¿Que haces aquí? Te estuve buscando por todos lados. —Hablo fuertemente, enojada y con la respiracion agitada, como si hubiera estado corriendo para encontrarlo. —Tienes que estar en la casa principal en menos de cinco minutos, te lo dije hace una hora. Te dije que esperaras en tu habitación para alistarte y sin embargo estas aqui —Le reclamo, mirándolo desde arriba.

—Claro, te escuché. Pero al final decidí ignorarte. —Respondió sin mas, despreocupado. –Además, estoy ocupado. ¿No ves que estoy pintando?

Suspiro, sobando su sien ante la despreocupación y sinismo del chico frente a sus ojos, quien seguia pacíficamente pintado, colmando su paciencia.

No era como si odiara al omega o como si tuviera un problema con el en general, en realidad, lo unico que hacía que ambos chocaran era cuando se trataba de cumplir deberes, algo que el omega parecia odiar.

—Si claro, eso puedo ver. —Respondió sin creer el descaro del omega. —La pregunta es ¿Por qué siquiera tan tranquilo aqui pintando cuando los Kim han venido a verte? —Pregunto, fastidiada.

—Porque para tu información, mi querida Seulgi, no me interesa ver a los Kim. Estoy muy comodo aquí, y si fueras tan amable, te agradecería que le dijeras eso mismo a mamá. —Finalizó, volviendo a trazar líneas en su pintura, gustandole como se estaba viendo su trabajo.

—Jungkook, sabes que si no asistes a esa reunion nos castigaran a ambos, y sabes de que tipo de castigo estoy hablando. —Mencionó, haciendo que un escalofrío recorriera su espalda, apretando sus labios. —Por favor coopera, no es que yo quiera hacerte la vida imposible, son ordenes.

Claro que eran ordenes, estupidas y ridículas ordenes que tenía que seguir. Los malditos castigos eran lo unico que lo hacía ceder, castigos de animales, castigos vergonzosos y dolorosos.

Ni siquiera podía atraverse a pensar en ellos, no habia manera.

Se levanto rindiendose, siendo arrastrado hasta la cabaña mas cercana donde lo primero que sintió fue una esponja en su cara que retiraba la pintura que habia quedado en su rostro, haciendo muecas ante la agresividad y la velocidad de la esponja en su cara.

—Yo no se que tanto haces con la pintura para que quedes manchado de esta forma —Se quejo, tallando su piel hasta que la pintura saliera.

—¡Seulgi, vas a arrancar mi cara! –Se quejo, quitando las manos ajenas de su rostro y sobando un poco el area maltratada. —Ah, realmente vas a arruinar mi rostro.

Y la vio exhalar sintiendose un poco culpable por los jalones en su cara, en realidad no tratando de ser ruda con el. Solo queria desahacerse de esos trazos de pintura en su cara, entregarlo a la reunión con los Kim y una vez mas conservar su trabajo.

—¡Lo siento Jungkook pero siempre te esmeras en quedar totalmente sucio! —Se quejo de vuelta, volviendo a pasar la esponja en el rostro del menor, quitando los restos faltantes. —Y parece que buscas los materiales mas difíciles de quitar. —Bajo sus brazos, cansada de el fuerte tallado. —¿¡Acaso pintas con la cara!?

Y jungkook esta vez nego divertido ante la frustración de la pelinegra, quien se esforzaba en dejarlo reluciente y asi no recibir ningun regaño de su madre.