Moon's Destiny - Taekook|Vkook

5.

—¿Que dices?

Fruncia el ceño mientras colgaba de cabeza de su cama, la pelinegra escuchando su historia del día de ayer cuando se encontró con aquel alfa, no pudiendo guardar para si mismo aquel tema porque hacía estragos en su cabeza. Lo tenía confundido y sorprendido a la vez, como si fuera una especie totalmente nueva.

Nunca había conocido a alguien como aquel alfa, era tan inusual para ser uno.

A su visión era completamente extraño, algo que no conocía.

—Me mira de una forma extraña —Dijo, frunciendo el ceño aún más. —Es tan raro, ni siquiera se su nombre pero, sin embargo quiero volver a verlo, averiguar quien es.

—Dios Jungkook, ¿Hablas de que te mira como si su lobo hiciera presencia? —Respondió Seulgi, mordiendo sus dedos nerviosa, tapando su boca cuando una idea había cruzado por su cabeza. —¿Crees que...?

Recibió un cojín en su cara, pareciendole ridículo lo que la beta insinuaba, esta misma haciendo una mueca por el impacto en su rostro.

Estaba loca, completamente fuera de si.

—¿Crees que no lo sabría? Se supone que lo sientes desde que lo ves, y yo no siento nada —Finalizó, no queriendo darle mas vueltas a ese tema.

Porque no había posibilidad, era imposible.

—Hay personas que responden diferente, de otras formas —Jungkook levantaba una ceja incrédulo, la pelinegra sacudiendo la cabeza para dejar sus pensamientos. —Olvidalo, de todos modos sería muy trágico.

Espero a que dijera más, escrutandola con la mirada ante sus palabras.

—¿Que?

—¿Por qué sería trágico?

Apretó sus labios porque incluso decirlo sin que fuera realidad era triste. Porque debía ser una pena encontrar a tu destinado, gustarse, enamorarse y ser separados al final.

—Porque te vas a casar con el príncipe Kim —Dice, encogiendose. —Sería trágico que tuvieras un destinado y al final no pudieras hacer más que cumplir tu deber.

🌙

—Deja de moverte —Lo miraba enojado, su tono de voz también sonando de la misma forma.

—Pero ya no estas pintando mi forma, solo estas pintando la imagen —Respondió, bajito.

—Si, pero no quiero que te muevas.

Dejo de moverse, solamente sus manos arrancando un poco de pasto entre sus piernas mientras el omega pintaba su retrato, sonriendo cada vez que le gustaba como quedaba algún tono.

Le daba miradas por ratos, observando con atención las facciones y características tan inusuales del omega. Miraba con atención cada detalle del chico frente a sus ojos, tan bonita obra de arte.

—¿En serio te casaras con el hijo del rey Kim? —Preguntó repentinamente, el omega deteniendo sus movientos, no respondiendo al instante.

Escuchaba el sonido de los pájaros cantando, los rayos de sol pegando sobre las hojas de los árboles, algunos llegando hasta la superficie de la tierra y otros siendo obstruidos por las hojas, el césped sintiéndose más cómodo que nunca. Su pintura iba bien, incluso podría decir que era de los mejores trabajos que había tenido hasta el momento.

Entonces... ¿Por qué?

¿Por qué aquel momento tenía que ser arruinado de esa forma?

¿Por qué de repente de sentía tan vacío?