33- El Motivo Del Perdón

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Despierto con un fuerte dolor de cabeza y también muscular, me siento mareada, no entiendo nada. ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? Intento recordar lo último qué pasó pero no puedo, cuando logro despertarme por completo y recobrar finalmente la consciencia, veo que estoy en el Hospital. Agh, maldito dolor de cabeza... Aguarden, ¿en el Hospital? ¿EL HOSPITAL?

—Señorita, veo que despertó...— habla una doctora que viene entrando.

—¿CÓMO ESTÁ MI BEBÉ? ¿QUÉ PASÓ?— pregunto entre gritos alterada.

—De acuerdo, le explicaré lo sucedido, pero antes cálmese, le puede hacer mal— dice e intento mantener la calma— Tuvo un accidente automovilístico, junto a su amiga, al parecer un auto iba por la calle equivocada y las chocó de frente, el impacto fue fuerte y perdieron la consciencia— explica y comienzo a recordar.

Salimos de la fiesta con Em y decidimos que conduciría yo porque ella había bebido demasiado, en el camino de repente unas luces me cegaron y no pude ver nada, y hasta ahí recuerdo.

—¿Cómo está Emma? ¿Cómo está el bebé? Por favor dígame que ambos están bien— suplico desesperada.

—Bueno, su bebé está bien, por suerte el impacto fue más en la parte de la cabeza, y no le afectó, hicimos unos análisis y está todo bien— aclara— Y en cuanto a su amiga... aún no despierta, pero está bien, no tiene que preocuparse— siento un inmenso alivio— Bueno, llamaré a su famili— – dice y antes de irse la detengo.

—¿Cómo llegamos aquí?— pregunto confundida.

—Alguien aviso del accidente, y llevaron ambulancias— explica y se va.

Que extraño, pero bueno, me alegro estar bien, bah, que todos estemos bien. Veo que entran todos (literalmente hablando) mis hermanos, Ethan, Owen, Nick, Froy, Thomas, e incluso Dante. Todos con una expresión de preocupación.

—Dios Santo Bailey Shanira Murphy— comienza a retar Lau.

Oh no, dijo mi segundo nombre. La voy a matar.

—¿Tú...Tú segundo nombre e-es Shanira?— pregunta Ethan aguantando la risa.

Obviamente todos comienzan a reír a carcajadas, Dios, odio ese maldito nombre, es horrible. Sus risas comienzan a hartarme así que interrumpo.

—¡YA DEJEN DE REÍR!– les grito haciendo que todos se callen— Si les interesa: estoy bien, gracias, pero tengo ganas de mear, por si alguien quiere ayudarme— agregó irónica.

Me levanto de la camilla y no puedo evitar hacer muecas de dolor y quejarme, me duele todo el cuerpo. Todos notan eso y se acercan a mi, obviamente, Ethan Harrison no es Ethan Harrison si no me cargaba y me llevaba hasta el baño. Termino de hacer mis necesidades y golpeó la puerta para que Ethan venga.

—Esto es abuso— se queja.

—Bueno, ahora explica qué pasó. Diría que mi primera impresión fue que manejabas ebria, pero recordé que estás embarazada y no puedes beber, luego supuse que Emma si había bebido y venía manejando, pero recordé que tú no lo dejarías pasar, así que me quedé sin opciones, explica— habla mi hermana.

—No lo sé muy bien, lo último que recuerdo es ver unas luces delante de nosotras que me cegaron totalmente, luego todo negro— les cuento.

—Bueno, a partir de ahora no manejarás, y no andarás en ningún auto con personas ebrias, ni sola, de hecho, estaría muy bueno que no andes sola— dice Ethan y yo ruedo los ojos.

—Eres un exagerado, y no me conoces en nada si realmente crees que andaré acompañada hasta para ir al baño— replico— ¿Podrían dejarme sola con Dante?— les pido y los chicos alzan las cejas— Oh, lo siento, ¿creyeron que les estaba preguntando si podían? Nono, les estoy diciendo que me dejen a solas con el—corrijo y todos se van.

Vida de Una Chica no tan Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora