18- Dolor

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En éste momento estamos volviendo al apartamento. Ayer me dijeron que ya habían terminado con los análisis, y que ya podría irme, pero como no había querido comer nada en más de 24 horas, vomitaba cada dos por tres, y me dormía llorando, terminé desmayándome y me dejaron hasta hoy. ¿Qué si algo cambió? No. Desde aquel momento con Ethan, no he vuelto a hablar, cuando desperté estaba acostado incómodamente en el sofá, pero tuvo que irse, lo único que siento ahora es dolor, en eso se formó todo, en dolor. Cuando llegamos no quiero echar un vistazo a la casa, pero al entrar no puedo evitar echarle una mirada al sofá, y me rompo un poquito más. No hablo, no miro a nadie, voy a mi habitación, y me lanzo a la cama.

Me quedo mirando un punto fijo, mirando a la nada. Sin querer hacerlo me largo a llorar, no he dejado de hacerlo desde que desperté, y me siento mal por ser lo único que puedo hacer. Siento voces pero las ignoro, debe haber venido alguien, no quiero que nadie más me vea así. No quiero salir, no quiero ver rostros con expresiones de pena, de lastima. Expresiones que me hacen creer que todos saben lo que pasó, que todos me ven igual de sucia, repugnante y desmoronada como yo me siento, no puedo enfrentar todo esto aún. Así que solamente sigo llorando en silencio, tampoco quiero que alguien me escuche. Solo lloro, lloro y no dejo de hacerlo.

Pov Lauren

Acaban de llegar Patrick y Tiff a casa, dijeron que querían hablar de algo importante. Bailey apenas llegó se encerró en su habitación, yo no la busqué, sé que quiere estar sola, así que le daré un tiempo. Verla así de rota me hace sentir horrible, ha pasado por demasiado, y esto solo la destruye más, no va a salir, no va a poder hacerlo, y no pienso obligarla. Tomó asiento al frente de los chicos, tienen expresiones serias, eso me preocupa un poco.

—Chicos, ¿porqué esas caras? ¿Pasó algo?— pregunto preocupada— Si es por lo de Bailey... no la verán, no quiere salir, no...no puede— se me quiebra la voz.

—Lauren, no es eso de lo que queremos hablar— dice Tiff y noto un tono decaído en su voz— De lo que vinimos a hablar es de mi padre, bueno, nuestro padre— aclara y me confunde.

—¿De su padre? ¿Por qué deberíamos hablar de su padre? Ni siquiera lo conozco— digo.

—Lauren... Mi padre... Mi padre es el tuyo— suelta Tiffany y mi expresión cambia.

—¿De que hablas? ¿Por qué dices esto? No es algo gracioso, no es algo muy maduro de su parte— digo cortante.

—Escúchame, ¿si? Patrick fue el otro día a hablar con mi padre a su oficina, a encararlo por haberse ido luego de la noticia de mi embarazo. Al parecer, ninguno de los dos tenía mucha paciencia, y mi padre terminó contándole toda la historia— dice y se aclara la garganta para seguir hablando— Al parecer mi padre era la pareja de tu madre, Evelyn, no te contaré toda la historia, seguro ya la sabes, pero aclararé los hechos importantes para que entiendas— me informa con la voz quebrada— Mi padre, bueno, nuestro padre cometió un error en uno de los viajes de negocios que tuvo, se emborrachó y tuvo relaciones con una ex-compañera de la Universidad, Cintia, mi madre. Cuando se volvió a Londres siguió con su vida, hasta que un año después se enteró de que ella había tenido una hija, y daba justo con las fechas en las que ellos habían estado juntos, un par de años después te tuvo a ti, y ya había olvidado el asunto de mi madre, hasta que un día ella se comunicó con el, diciéndole que había hecho los análisis de ADN y que si era hija suya aquella niña, en ese entonces esa niña, bueno, yo tenía 9 años, y tenía un hermano de 5, por lo que tú tenías 7 y Bailey 4. Nuestro padre volvió y se hizo cargo de nosotros, aunque uno de esos niños no era hijo suyo, y no estaba enamorado de esa mujer. Él se alejó de ustedes porque sentía que era lo correcto, una mierda, lo sé, pero al parecer fue así, sentía una culpa horrible por estar viviendo feliz con ustedes cuando antes había cometido un error que al parecer en ese entonces ya no podía remediar. Yo era ese error que él no podía remediar, por un puto descuido inmaduro, decidió ir por el lado que no lo haría tan feliz como él lo era— dice con la voz quebrada y lagrimas amenazando con caer por sus mejillas— Él se fue luego de la noticia que le di, no por mi, no porque le había disgustado la idea, sino porque se había enterado de que tú madre había fallecido y ustedes estaban aquí, quiso ir a comprobarlo, o a intentar solucionarlo, obviamente, no logró nada. Cuando me contó todo esto a causa de que Patrick lo amenazó, dijo que se arrepentía de hacernos daño, y de hacerle daño a ustedes, que quería remediar su error, así que le dijimos que se fuera, que se tomara un tiempo lejos de nosotros, que nosotros nos encargaríamos de contarles a ustedes, obviamente sería lo mejor— comienza a llorar– Yo... Lo siento— se disculpa.

Vida de Una Chica no tan Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora