37- Historias y Recuerdos que Duelen

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Maratón 3/3

Pov Ethan

—Mis padres adoptaron a Skyler cuando tenía 10 meses de nacida, la encontraron en la puerta de casa, sin una nota, nada, en ese entonces yo tenía tres años, y era un niño que recibía muchísima atención, hijo único con padres súper conocidos, el sueño de todo niño si cada día le compraban un juguete nuevo, eso cambió cuando Skyler llegó, ella recibía toda la atención de mis padres y eso me ponía mal, entonces siempre me molestaba con ellos, pero me la agarraba con ella, cada vez que quería jugar conmigo, salir, involucrarse en mis cosas, yo la trataba muy mal, era egoísta, y cruel con ella, pero era una niña y solamente creía que era alguna mala broma de su hermano mayor— narro recordando todo— A mis 15 años, plena adolescencia, ignoraba y rechazaba a mi hermana por completo, la dejaba en ridículo frente a mis amigos cuando intentaba entrometerse, le hablaba mal, le cerraba la puerta en la cara, y la ignoraba cuando pedía mi ayuda o algo de mi. Un día ella entró desesperada a mi habitación, llorando muchísimo, rogando por ayuda y atención, ¿qué podrás creer? Era el típico adolescente idiota que no le interesaba nada, y que creía que sólo sus problemas eran importantes, así que cuando me pidió por favor que la ayudara, le hablé horrible, le dije que eran problemas de niñas caprichosas, que ella no era mi hermana, y no la ayudaría— cuando digo eso veo el rostro de Bailey contraído, y mi madre está con una expresión neutra— Al día siguiente me llegaron un montón de mensajes de números desconocidos, no entendía porque, y todos eran lo mismo;una foto, fotos de una chica expuesta, desnuda, que tenía escrito en su pequeño cuerpo "úsame, estoy a tus servicios", una chica con los ojos cerrados, llorosos, esa chica era mi hermana— aguanto para no romperme ahí mismo para poder seguir contando— Llamé a mis amigos; Owen, Froy y Tom y les pedí que fueran a la casa, ellos fueron, y les conté todo, me sentía tan culpable, mi hermanita menor había estado rogando por mi ayuda, entre lágrimas y súplicas desesperadas, y yo le había dado la espalda de una forma cruel. Esa mañana no la había visto por ningún lado, así que fui a buscarla a su habitación, pero no estaba ahí, la buscamos por todas partes, habitaciones, baños, sala de juegos, jardín, cuarto de lavandería, y no la encontraba, hasta que recordé que recordé que había una habitación de huéspedes que en ese entonces utilizábamos como sótano, me adentré pero no estaba ahí, cuando estaba por irme recordé que esa habitación tenía un baño, así con la misma cantidad de miedo como ilusión de encontrarla, abrí la puerta...— no aguanto y suelto un sollozo, pero sigo hablando— Y lo primero que vi fue sangre, me alarmé, muchísimo, luego vi a mi hermana, tirada sobre esa sangre, sobre su propia sangre, con cortes en ambos brazos. Con los chicos reaccionamos como pudimos, y la llevamos al Hospital, yo no podía más con la culpa, era inmensa. Pasamos una semana en el Hospital, pero ella apenas hablaba, ni siquiera podía hacer contacto visual con alguien... Le recetaron un montón de medicinas, pastillas, la enviaron a un psicólogo, ella dejó de ser la que era antes; alegre, activa, bromista, intensa, y se volvió en alguien ausente, su alma se fue en el momento en que la violaron— relato recordando sus ojos tan tristes y carentes de vida.

Recordar esto me hace tan mal, así que no puedo evitar mirar hacia el suelo, y sollozar, no puedo más, Skyler siempre fue un tema complicado, es todo tan... tan injusto para ella, y yo siento que no puedo con esto. Siento una mano en mi espalda, y noto a Bailey a mi lado, abrazándome, con los ojos llenos de lágrimas retenidas, pero dándome fuerzas y apoyo. Así que vuelvo a mi postura normal y veo que mi madre continúa hablando:

1—Un año y medio después ella se estaba recuperando, habían indicios de que estaba mucho mejor, y tuvo que volver al secundario, pero fue el peor error que pudimos cometer... Le llamaban de muchas formas crueles y desagradables, muchos apodos que utilizan los adolescentes sin pensar en el impacto que pueden llegar a tener, fueron varias ocasiones en las que ella llegaba llorando a casa porque la habían acosado, o insultado, nosotros como padres hicimos lo que cualquier padre haría: hablar con el director y padres de los niños que la acosaban y agredían. Por un par de días eso funcionó, pero no sirvió de mucho— explica mi madre— No podíamos hacer más, eran menores, tampoco podíamos meternos demasiado con sus padres, ya que no serviría demasiado, entonces Ethan decidió hacerse cargo por parte de él, sin decirnos nada, obviamente— aclara— A cada chico que acosaba o agredía a Sky los golpeaba, no le interesaba si eran un par de años menores, además el aún no era mayor de edad, y a las chicas crueles que avergonzaban a mi chiquita, las trataba de la misma forma cruel que ellas a Sky...— mi madre se quiebra así que sigo yo.

Vida de Una Chica no tan Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora