1- La Llegada

1K 33 1
                                    

—¡Apúrate Bailey!— gritan desde el primer piso.— ¡Perderemos el maldito vuelo si no mueves tu maldito trasero ahora mismo!— se desespera y sé que es momento de bajar.

Se preguntarán ¿qué diablos está pasando? Bueno, les contaré:

Estoy a punto de mudarme a otro país, bueno, a otro estado. Esa es la explicación sencilla, si vamos al grano.

La explicación más compleja es la siguiente:

He vivido toda mi vida en Londres, al menos desde que tengo uso de la memoria, hice mi vida aquí, siempre. En mi casa éramos mi madre, mi hermana y yo, ya que mi padre nos abandonó cuando yo tenía simplemente 4 años, sí, fuerte, pero hoy en día con 17 años, ya es un asunto superado. Ahora, respecto a la mudanza... Como decía, viví aquí toda mi vida, por lo que hice mis estudios aquí, desde la jardinera, hasta la preparatoria, hace apenas unos meses. Mi madre falleció hace un mes ya que le diagnosticaron cancer de pulmón, ella no nos dijo nada hasta que aumentó a la etapa 4, y ya no se podía hacer nada, nos enteramos cuando le quedaba tan sólo 1 mes de vida, a mi hermana y a mi nos afectó mucho, ella me lleva 3 años, y ha estado mas que nunca éste último mes, siempre tuvimos una buena relación, pero ahora nos tenemos solo a nosotras mismas, por lo que nos hemos vuelto más unidas, y ahora, estamos por mudarnos a Santa Mónica, California, sí, en Estados Unidos, como dije, nos iremos a otro Estado. Allí haré mis estudios universitarios, y mi hermana también, ya que ella sigue estudiando. Bueno, en resumen, es eso, ese es el resumen de mi vida, lo demás no es tan interesante. Pocos amigos (realmente pocos), no tengo novio, no salgo seguido, así que nada relevante.

Ahora que ya conté todo lo necesario, volvemos a la actualidad.

—¿Te vas a quedar ahí parada o que?— dice mi hermana entrando por el umbral de la puerta.— Nuestro vuelo sale en 25 minutos, y hace media hora te estoy llamando ¡MEDIA HORA!— grita desesperada.

Mi hermana se altera bastante cuando las personas se demoran, se frustra demasiado para ser tan joven.

—Disculpa, estaba pensando. Se me hace extraño dejar la casa. Simplemente pensaba en la vida que dejaremos atrás, y la que arrancaremos, será... raro.— digo desviando la vista hacia el suelo.

—Lo entiendo, es algo fuerte, y complicado dejar toda tu vida atrás, ¿si?— dice comprensiva y menos enojada— Pero mejor piensa cuando estemos en el maldito avión. ¡Vamos!

Me rio y la sigo bajando las escaleras. Ya estando abajo con las maletas, y todo pronto, salimos de la casa ya que un taxi nos esperaba afuera para ir directo al aeropuerto. No puedo evitar darle una última mirada a mi —ahora— vieja casa.

Unos 15 minutos después llegamos al aeropuerto con tiempo justo (si, puede que sea culpa mía) y en menos de 5 minutos ya estamos abordando. Estando dentro del avión, me permito pensar, pensar en Alessia, mi mejor amiga, la extrañare, a ella y a Magnus, realmente son mis mejores amigos desde pequeña, y no puedo imaginarme una vida sin ellos, pero prometimos seguir en contacto. También pienso en cómo será la gente allí ¿serán amables? ¿Arrogantes? ¿Egoístas? ¿Serán como en Londres? No lo sé, pero supongo que lo averiguaré cuando nos instalemos allí. Y bueno, así, con esos pensamientos, me quedo dormida.

***

Me despierto unas horas más tarde, quizá unas 5, es un viaje largo, así que vine preparada, me traje una mochila que contiene mi celular (obviamente), audífonos, un libro, una libreta y una lapicera. Decido sacar el libro y leer un rato. El libro es el primero de la trilogía "Los Juegos del Hambre", digamos que soy fan de leer todo tipo de libros, y hace poco leí una recomendación en internet, donde aparecía esa trilogía, y decidí comprarla, voy por la mitad de este y la verdad me ha gustado mucho, así que me lo traje para leer en el viaje. Conecto los audífonos a mi celular, pongo algo de música tranquila y comienzo a leer.

Luego de un rato (una hora) decido guardar el libro ya que mis ojos comenzaron a dolerme un poco, y pienso dormir un rato más, pero mi hermana despierta.

—¿Todo bien?— pregunta y asiento— ¿Hace mucho despertaste?

—Una hora, un poquito más quizá.—respondo— Aunque pensaba volver a dormir, es un viaje largo y no hay mucho que hacer, me puse a leer pero me canse.

—¿De nuevo el dolor en los ojos?— asiento— Cuando lleguemos iremos a que te revisen, quizá necesitas lentes.— dice y la miro con los ojos llenos de terror— De descanso, boba, para que no se te canse tanto la vista, quizá sea por eso.

—Bueno, puede ser, mientras tanto, voy a dormir, ya quiero llegar.— digo y ahora es ella la que asiente.

—De acuerdo, descansa que nos quedan varias horas, y a partir de mañana será todo nuevo. Descansa, hermana.— la miro y le sonrío.

***

Me despierto cuando siento la voz de una azafata diciendo que dentro de media hora aterrizaremos, me levanto y voy hacia el cubículo ya que necesito hacer mis necesidades y lavarme la cara para despejarme un poco.

Al volver al asiento veo que mi hermana se está despertando también y al verme me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa.

—Al parecer no fue necesario esforzarnos por hacer algo durante el viaje.— le digo y ambas reímos.

—Era un viaje largo, no me imaginaba haciendo otra cosa que no fuera dormir.— dice y me rio mientras asiento haciéndole saber que opino igual.

Pasan unos minutos y ya estamos aterrizando. Al bajar del avión noto que recién está amaneciendo, así que saco mi celular y me fijo la hora, 6:07, genial. No creo acostumbrarme fácil a los cambios de horarios.

Mi hermana llega a mi lado y me avisa que pidió el número de alguna estación para pedir un taxi, y me dice que ya viene uno en camino para llevarnos a lo que vendrá a ser nuestro apartamento.

No pasa mucho tiempo cuando llega un auto a nuestro lado, y baja un hombre mayor para subir nuestras valijas al maletero, y nosotras subimos al vehículo para ir a nuestro destino. Tardamos como media hora, o quizá un poco más, y realmente, me volvió el sueño. Quizá es porque no acostumbro a este horario, y eso que no ha pasado una hora desde que llegue.

Al bajar, quedó asombrada con lo que veo. Hay un apartamento amplio de color blanco, este tiene varias ventanas que son bastante grandes, el techo y la puerta son de madera, y tiene un patio muy lindo, en el porche hay unos tres escalones y unas columnas que apoyan el techo.

Por fuera es muy lindo, y por dentro ni que hablar, el suelo es de madera, está amueblado así que no tendremos que preocuparnos por eso, tiene un solo piso pero tiene varios sectores. La sala es amplia con un juego completo de sofás, una mesa ratona, una chimenea, un ventanal que ilumina el apartamento, y hay una barra que separa la sala de la cocina, que realmente es una maravilla. Luego hay pasillos que supongo llevan al baño, a las habitaciones, y hay un pequeño cuarto de lavandería. En el fondo hay un jardín con bastante verde y también hay una pileta de tamaño mediano. Es un lugar muy lindo, mi casa en Londres no era así, si bien era una casa grande y linda, esto es totalmente diferente.

Decidimos ir a las habitaciones para desempacar y la verdad que mi mandíbula casi toca el suelo cuando entro. Las paredes son todas blancas, lo que hace que la habitación se vea iluminada y más amplia de lo que ya es, en el centro tiene una cama de una plaza y media, en la pared derecha hay una puerta que lleva a un armario, y en la pared izquierda hay un ventanal, al lado izquierdo de la cama hay una mesita de luz, y en eso consiste la habitación.

Decido acostarme un rato en la cama, me siento cansada por más que dormí durante todo el viaje.

Suspiro. Ya estoy aquí, y a partir de hoy, todo va a cambiar. Una nueva vida para Bailey Murphy.

Vida de Una Chica no tan Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora