El Color de Mikleo

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Me atreví a preguntar por la evidente preocupación de mi tía y ella se limitó a sonreír me, supuse que sería algo del trabajo pero esa idea fue declinada al verla susurrarle algo al oído del abuelo:—No te preocupes Muse, todo estará bien—le dijo para que continuemos la cena.

Me tense, ya no pude disfrutar de la cena tal y como momentos atrás, me sentía en alerta, preocupado. Ya cerca de irnos; durante el postre que Zaveid pidió insistentemente, Mikleo empezó a sentirse mal nuevamente.Tocia sin para e intentaba disimularlo todo lo que pudo, pero llegó un punto en la que ya no paraba. Muse se preocupo; como el retos, e insistió en que debíamos ir al hospital.

—Tía Muse, hay que volver a casa—le pedí.

—¿Pero de qué hablas? hay que llevarlo a un hospital.

—Confía en mi, tía. Volvamos a casa primero—insistí sin levantar la voz hasta el punto de llegar a ser un grito.

Ya estábamos armando un show en el restaurante, las personas nos miraban y se estaba poniendo las cosas muy incomodas. Zaveid concordó con tía Muse para que fuéramos de inmediato a un hospital y pasó a pedirle la cuenta a la camarera. Entonces nuevamente sonó el teléfono de la tía Muse, esta vez su rostro palideció por completo, solo contesto un "enseguida voy" con tartamudeos de por medio.

Nos miro al borde del colapso, aún peor, se desvaneció. Dezel la sostuvo antes de que tocase el suelo y el personal junto a los demás clientes se alarmaron.

—¡Tia Muse!—le grité asustado.

—La casa... un incendio...

Entonces todo se puso borroso, ¿habría sido el estrés? No recuerdo ni en qué momento subimos al auto. cuando volví en mí Zaveid conducía el auto de la tía Muse, ella estaba llorando en el asiento del copiloto hablando por teléfono, supongo estaría llamando a los bomberos o algo. El abuelo,sentado tras de ella, trataba tranquilizarla. Yo estaba sentado al lado de la otra venta y tenía a Mikleo a mi lado y no dejaba de toser. Se estaba asfixiando y supe que era por su retrato que seguía dentro de casa. Zaveid conducía a toda velocidad, mire hacia atrás buscando el auto de la señorita Lailah y el de Zaveid y no pude verlos. No me sorprendería saber que están mas atrás, ya que Zaveid conducía a una velocidad inimaginable, he incluso se saltó un semáforo en rojo, de suerte no habían muchos autos transitando justo en aquel momento en que lo hizo, pero ya habría de verse la papeleta que le habría que caer. Sin embargo, no podía pedirle que fuera más lento, por el bien de Mikleo.

Aún estábamos a muchas cuadras cuando el tráfico se hizo presente—. ¡¿Por que ahora, si íbamos también hasta ahora!?—exclame frustrado pasando mi brazo por el hombro de Mikleo para atraer su cabeza a mi pecho.

Y así fue como las cosas empeoraron más. Estando entre mis brazos lanzó un fuerte quejido de dolor y empezó a gimotear para que lo soltase, lo separe de mi sin quitar una mano de su hombro hasta que sentí como aquella zona se tornaba arenosa.

—¡¿Mikleo, por favor aguanta ya falta poco?!— le quite el seguro a la puerta con la disposición de bajar y correr las calles que faltaban, pero el me detuvo apenas intente colocar mi mano en el cerrojo.

—Ya es tarde, por favor no te vayas...—dijo sollozo abrazando mi brazo. Zaveid maldijo en voz alta, el tránsito no parecía querer moverse. descendió del auto y le pidió a tía muse que ocupase el asiento del piloto. Me dijo que el recorrería las calles que faltaba e intentaría salvar el retrato, se inclinó en mi ventanilla y me dijo—: quédate a su lado, no te preocupes por el resto ¿vale?—me sonrió—Estarás bien—y eso último fue dedicado a Mikleo.

Lo vi desaparecer entre los autos, y volví a estrechar a Mikleo en mi pecho. Mi abuelo estaba en silencio, mi tía seguía lagrimeando en silencio avanzando centímetros cada que algún auto se movía. Mikleo lloraba, yo también lo hacia.

—No llegará...—musito escondiendo su vista en mi pecho.

—No digas eso, yo se que si—. No me contestó. hubo mucho silencio hasta que volviese a hablar.

—Ya está aquí, el no va llegar...

—Por favor no pierdas la esperanza.

—Tu no puedes percibir lo que yo puedo, lo siento, Sorey... Me voy a ir...

—¡No, eso no va pasar!

Tras haberlo evitado en todo momento, al fin me miró, me dio un beso antes de separarse de mi—. tengo miedo...— me susurró entre lágrimas antes de hacerse cenizas a mi lado.

Algo en mi se desmorono, me recline en su asiento y me largue a llorar.

Cuando llegas a casa casi todo eran cenizas, Zaveid estaba hablando con uno de los rescatistas, parece que lo encontraron desmallado dentro. También había llegado la policía. Había alguien en una de las patrullas, los vecinos decían que fue el causante del incendio, me acerque a la patrulla y mire por la ventanilla. No me sorprendió de nada ver a mi madre sentada allí con las esposas.

—¡Sorey, al fin! ¡Sácame de aquí!—me replicó.

—No—dije frió—. ¿Tienes siquiera la más mínima idea de lo que has hecho?—. Ella parpadeo y puso una mueca de desagrado—. ¡¿Siquiera sabes qué fue lo que hiciste?!

—¿Molesto por que incendie esa horrible casa? Lastima que no estabas en ella.

—Si, es una lastima—conteste y me aleje de la patrulla. Ella empezó a gritar para que la sacase pero pronto los agentes de la patrulla se la llevaron. Yo me acerque a la tía Muse y la abrace. La casa era inestable, por lo que no me dejaron entrar a buscar el recuadro o alguna de nuestras cosas. Encontrar un lugar donde quedarnos no fue fácil. Lailah nos ofreció hospedaje, nos quedamos solo la primera noche, no queríamos ser una molestia ya que era una casa maso menos pequeña. Alisha habló con sus padre, para que nos dieran algunos cuartos, pero estos se negaron. Al final Zaveid nos encontró un apartamento y contra la voluntad de la tía Muse y el abuelo, pagó el alquiler de un mes.

Selene recibió juicio, pero ya estaba claro lo loca que estaba, por lo que la sentencia quedó en internarla nuevamente en un psiquiátrico, o esa era la orden que se le dio, nadie sabe cómo fue capaz de fugarse. Dicen que fue mientras la llevaban en auto al centro pero nada se confirma. Los asistentes clínicos que la acompañaban no recuerdan nada. Ya no importa, nada importa si él no está.

The Colors (SorMik) [Concluido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora