El Color que Perdona

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Narrador Mikleo.

No hací falta que el despertador sonara para despertarme, aunque a Sorey si le hacia mucha falta, no necesitaba ni ser sigiloso para levantarme y no despertara, ni con todo el escandalo del mundo se despertaría... retiro lo dicho, el despertador si lo levanta.

Vi en el despertador mismo que me había levantado demasiado temprano, pero da igual cuando mas temprano con mas paciencia podre hacer las cosas, no estoy de ánimos de hacer mucha jarana y mucho menos por la mañana.

Tome una toalla del armario de Sorey al igual que me uniforme, y salí rumbo al baño y aprovechar darme una ducha un poco mas larga que las normales, después me arregle y cuando yo salí del baño listo, Sorey recién se había levantado.

—Buenos días... — me dijo bostezando aun medio adormilado, se puede notar o no siquiera hubiera podido decirme buenos días, sabiendo que no estoy muy contento de verlo.

—Buenos días, date prisa yo haré el desayuno.

—Si...— volvió a bostezar y entro en el baño.

Por otro lado baje a preparar algo que tomar en el desayuno, yo estoy acostumbrado el amargo café y ahora que lo pienso eso me sentaría bien en estos momentos, pero tuve que dejar de tomarlo durante las vacaciones pues Muse decía que eso mataba las neuronas o algo así, tal vez lo aya dicho de broma, pero igual nos prohibió tomar café durante las 2 semanas. Yo me prepare un café con muy poca azúcar y a Sorey un té, lo lleve a la mesa y luego prepare un par de tostada, en eso Sorey bajo y se sentó a desayunar.

—Buenos días. — volvió a saludar, aun que quizás para el recién lo aya dicho.

—Ya me lo habías dicho hace rato.

El se quedo en silencio y empezó a tomar su desayuno y yo también, mientras bebía el café no dejaba de mirar el reloj.

—Es temprano. — me dijo al notar como observaba el reloj en la pared.

—Ya lo se.

Cuando acabamos el abuelo recién se había levantado y simplemente nos despidió. Camino a la escuela no nos dirigimos palabras, Sorey no me había dicho hasta ahora una excusa de por que ayer paso lo que paso, eso quiere decir que sabe bien que esta en falta o simplemente el cobarde tiene miedo a dirigirme la palabra.

Al llegar al salón apenas tenia unos 4 alumnos, ambos nos sentamos en nuestros respectivas mesas, yo solo me cruce de brazos allí a esperar que las horas de clase empezará aunque sin darme cuenta me quede dormido.

Esa mujer... Ni en mis sueños me deja estar tranquilo, allí estaba ella besando a mi amado en medio de mis sueños y el... El muy imbécil le correspondía gustosamente. Luego que se separaron; ella volteo, me miro y simplemente se río, era una burla hacia mi, y en vez de detenerlos o sentir furia me sentía tan triste que empecé a llorar en medio del sueño o mejor dicho pesadilla.

De pronto una voz llamándome más el sentir una mano en mi hombro moviéndome levemente me despertó. Levante la cabeza con un poco de confusión y pude ver a Rose que estaba sonriendo pero al verme la borro inmediatamente.

—¿Estas... Bien?— me preguntó preocupada.

Esa manera de mirarme me hizo pensar que a lo mejor también había estado llorando inconscientemente fuera de mi sueño, y si, no me equivoque, me frote los ojos con las mangas para secar me las lágrimas y rastros de ellas.

The Colors (SorMik) [Concluido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora