Tu Promesa [TaeKook]

14.

Narra Taehyung.

A la mañana siguiente, desperté primero, tenía abrazado a mi Kookie mientras él me abrazaba a mi completamente dormido. Recordé todo lo que había pasado ayer y la verdad que fue algo increíble, un momento que seguro recordaré toda mi vida, fue realmente hermoso.
Me levanté de la cama con cuidado para no despertarlo, tomé mi ropa interior y mis pantalones, me los puse rápidamente para dirigirme al baño, cepillé mis dientes y organicé mi cabello un poco, luego fui a la cocina para preparar un desayuno para ambos, decidiendo que haría panqueques con un poco de chocolate caliente, algo sencillo pero delicioso, tomé ambos desayunos y me dirigí a mi habitación.

Narra Jungkook.

Desperté y me di cuenta que me encontraba solo en la cama de Tae, recordé todo lo que pasó y mis mejillas se tornaron de un color rojo claro, pero fue realmente increíble, me sentí muy bien al estar con Tae de esa manera, tomé mi ropa interior y al no encontrar mi camisa cerca tomé la de Tae y me vestí con aquellas prendas, me levanté lentamente para ir a buscarlo pero al tratar de ponerme en pie, sentí un gran dolor en mi cadera que hizo que perdiera el equilibrio y callera de golpe al suelo.
Vi como Tae iba entrando a la habitación con dos platos en sus manos y rápidamente los dejaba sobre una mesa para poder ayudarme.

-¿Que te pasó Kookie? ¿Estás bien?.-

Me dijo ayudándome a levantarme.

-Estoy bien, es solo que me duele un poco la cadera, pero no te preocupes.-

-¿Estas seguro Kookie?.-

-Si Taetae, no tienes porque preocuparte.-

-Esta bien, traje el desayuno, así que te llevo al baño para que puedas cepillar tus dientes y disfrutes de tus panqueques, de seguro tienes hambre.-

-Si, un poco.-

-Entonces vamos.-

De repente sentí como Tae me cargaba al igual que una princesa y me llevaba a el baño de su habitación, con algo de vergüenza por la manera en que Tae me cargaba, cepille mis dientes para que me llevara de nuevo a la cama y poder desayunar juntos mientras hablábamos de cosas al azar.

-Sabes Tae, mi papá piensa que es raro que me quede a dormir contigo tantas veces.-

-Kookie, ¿No crees que es mejor decirle acerca de nuestra relación?.-

-No lo sé, no se como se lo vaya a tomar, aún no estoy listo para que lo sepa.-

-Está bien, solo quiero que sepas que en el momento en el que vayas a decírselo no importa que pase, estaré contigo.-

Le di una sonrisa, siempre sabe como hacerme sentir mejor.

-De verdad te amo.-

-Y yo a ti.-

Y unimos nuestros labios en un tierno beso, realmente no hay nada que me pueda hacer más feliz que estar con Tae.
Terminamos con nuestros desayunos y Tae me dio algunas pastillas para el dolor, que fueron bastante efectivas ya que cuando me levanté de la cama, no sentí mucho dolor, pero de repente sentí como algo empezaba a salir de mi entrada para manchar mi ropa interior, ¡Que vergüenza!.

-T-Taetae, c-creo que necesito b-bañarme.-

Dije esperando que Tae comprendiera, pero no fue así.

-¿Por que Kookie? Eso es raro en ti, casi nunca quieres bañarte.-

Dijo bromeando, no es que no quiera bañarme, es que me da pereza, aunque al final lo hago, pero esto es diferente, se siente raro.

-T-Tae, es q-que a-algo esta s-saliendo.-

Al parecer eso lo hizo entender y sus mejillas se tornaron de un color rojo claro, ¿Y yo soy el adorable?.

-P-Perdón, ayer... l-lo hice d-dentro.-

Sentí como mis mejillas se tornaban rojas también.

-N-No tienes porque p-preocuparte Tae, solo necesito b-bañarme.-

-Esta bien Kookie.-

Arreglé la ropa que iba a utilizar y antes de entrar a el baño, me quedé pensando, ¿Estaría mal pedírselo?.

-T-Tae ¿Q-Quieres bañarte conmigo?.-

Narro yo.

Jungkook estaba completamente sonrojado, realmente sentía vergüenza por lo que había preguntado, pero era algo que realmente quería.

-N-No tienes que hacerlo si no quieres.-

-Esta bien Kookie, si quiero.-

Dijo el pelinegro, acercándose para entrar al baño junto al menor.
Retiraron lentamente sus prendas e ingresaron juntos a la bañera, ya que sería mas cómodo para ellos, o eso era lo que ambos chicos pensaban.
El pelinegro se apoyaba en la pared de la bañera mientras el menor se acomodaba en su pecho, dándole la espalda, se la pasaron así un rato, sin decir nada, solo sintiendo la comodidad que les provocaba el estar juntos.
Taehyung abrazaba a Jungkook mientras daba pequeños besos en su cuello y el castaño solamente disfrutando de las caricias de su novio. Ambos chicos aplicaron un poco de jabón en sus manos para limpiar el cuerpo del contrario, acariciando sus pieles de una manera delicada y suave, y robándose cortos y dulces besos, sin nada en mente, solo disfrutando de aquellos actos tan pequeños pero a la ves tan significativos y hermosos para ambos chicos.
Al terminar de bañarse, salieron de la bañera y tomaron sus toallas para empezar a secarse, todo estaba en silencio, pero nunca dejaban de darse calidas sonrisas.
Jungkook se miró al espejo y vio que tenías muchas marcas, que sin duda tendría que ocultar de su padre, lo que lo hizo pensar de nuevo ¿Estaría bien decirle?, pero el miedo no le permitía pensar con claridad, no sabía como podía reaccionar al darse cuenta que su hijo sale con otro chico, posiblemente se volvería loco, siempre a dicho que la homosexualidad es un asco, que es lo peor, que todas aquellas personas arderán en el infierno, así que no se lo tomaría para nada bien.
Taehyung notó al castaño pensativo y algo triste, así que tomó su toalla y se acercó lentamente, secó su cabello para sacarlo de sus pensamientos y tratar de animarlo.

-¿En que piensas Kookie?.-

Preguntó el pelinegro levantando el rostro del menor para poder mirarlo a los ojos.

-No es nada, solo estoy pensando en mi padre y en como reaccionará cuando le digamos todo.-

Contesto decaído y con una expresión triste en su rostro.

-No te preocupes por eso bebé, cuando llegue el momento de decírselo no te voy a dejar solo, siempre estaré para ti mi Kookie.-

-Gracias Taetae.-

Y se dieron un pequeño y tierno beso en los labios.

-Bueno, hay que vestirnos, tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda juntos.-

Dijo Taehyung dándole una sonrisa y entregándole la ropa que utilizaría.

-Esta bien Taetae.-

Dijo dándole una hermosa sonrisa también.

Y así pasaron una tarde en la que solo vieron películas, llena de risas y muestras de afecto y cariño entre ambos chicos hasta que el menor de ellos tuvo que volver a su casa, no sin antes decirse cuanto se amaban, a pesar de que se lo hayan dicho tantas veces, nunca se cansaban de decirlo.

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¡Hola!
Esto es todo por hoy, espero que les guste :3
Hasta la próxima.